La feria Liber tendrá como invitado de honor a un Emirato Árabe donde no existe la libertad de expresión

Cuando la feria editorial Liber, el principal evento sobre exportación celebrado en España, anunció el país que sería su invitado de honor, el pasado marzo, muchos no sabían dónde situarlo en el mapa: Sharjah. Luego, preparándose para la próxima edición, que se celebrará en Madrid del 9 al 11 de octubre, aprendieron que este pequeño Estado de 1.400.000 habitantes forma pare de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), y es por lo tanto una monarquía absoluta, gobernada desde principios de los setenta por el sultán bin Muhammad Al-Qasimi. No son desconocidas las acusaciones que desde hace años lanzan contra estos países organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que denuncian ataques constantes a los derechos humanos. 

La estrategia de los gobernantes de los Emiratos Árabes es unitaria, explica Yolanda Vega, responsable de países en Amnistía Internacional España: "aplastar la disidencia". "Cualquier voz crítica es aplastada, sobre todo desde 2011, cuando las autoridades de Emiratos Árabes Unidos empezaron a ejercer una represión clara, despiadada y sistemática contra cualquier crítica: defensores de los derechos humanos, estudiantes, periodistas, profesionales del derecho…", cuenta. Es significativo el caso de Ahmed Mansoor, activista por los derechos humanos, pero también poeta y bloguero, condenado a 10 años de prisión por sus publicaciones en Facebook y Twitter, en las que expresaba ideas críticas con el régimen. "En Emiratos Árabes no existe la libertad de expresión", zanja Vega.

La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), que organiza la feria, asegura que se trata solo de una estrategia comercial: "La decisión de elegir Sharjah como país invitado de Liber se debe a que este Emirato organiza la feria internacional del libro de Oriente Medio y este es un mercado en el que la industria del libro tiene interés en ampliar su actividad", responde un portavoz a este periódico. Uno de los participantes, que prefiere no dar su nombre, asegura que no entiende la decisión: "Claramente allí no se habla castellano, y no sé cuántos libros de autores de Sharjah se traducen...". La FGEE no ofrece datos sobre los negocios que pueda tener el sector con este país, pero sí informa de que son Europa y América los territorios más relevantes inequívocamente relevantes para el mercado exterior. A América pertenecían precisamente los países invitados de ediciones anteriores, como Cuba (2018) o Argentina (2017). Asia está, de hecho, en el cuarto lugar, con 1,4 millones de euros obtenidos gracias la exportación en 2018 de los 615 millones ingresados en todo el ejercicio, según datos de la Federación. 

Efectivamente, Sharjah celebra en su capital, del mismo nombre, la Feria Internacional del Libro, que reúne a 2,3 millones de visitantes cada año y compite con la de Doha en Catar o la de Kuwait. Y Sharjah parece estar creándose cierta imagen afable en torno al libro: la UNESCO ha nombrado a Sharjah Capital Mundial del Libro, y el 16 de julio la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en México, anunció que tendría al Emirato como país invitado en su edición de 2020. En 2015 el Gobierno de Sharjah se apresuró a aclarar que "no hay censura de ningún tipo en las ferias del libro de los Emiratos Árabes Unidos", como afirmó un portavoz del Consejo Nacional de Medios de Comunicación. Este aseguró que en ocasiones los editores de los Emiratos eran más estrictos autocensurándose de lo que lo eran las administraciones, y matizó que las únicas excepciones eran la difamación y los asuntos "que son muy lejanos de los valores de la sociedad" de los EUA. 

La Federación de Gremios de Editores explica que las negociaciones para hacer de Sharjah el país invitado de la próxima edición se han llevado a cabo con "la máxima Autoridad del Libro del Emirato". En 2017, esta institución creó la Ciudad de la Edición, una asociación comercial de distintos agentes editoriales centrada en el comercio exterior. La FGEE asegura que no ha habido ningún tipo de acuerdo monetario con Sharjah, "solo lo relativo al coste del stand y de las actividades culturales que realice", lo que es habitual, aseguran, con todos los invitados. La Federación explica que aún no se ha cerrado "las actividades de Sharjah en el contexto de Liber". 

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"Con EUA, la comunidad internacional está siendo muy permisiva", critica Yolanda Vega, que menciona también el Gran Premio de Fórmula 1 celebrado en Abu Dabi. En su informa de 2018, Amnistía Internacional analiza distintos aspectos del cumplimiento de los derechos humanos en los Emiratos, y denuncia hechos como el procesamiento de activistas críticos, que llegan a sufrir torturas durante su encarcelamiento. Pero también señala las desigualdades que sufren las mujeres, como también hace Human Rights Watch: para que una mujer se case, el hombre del que depende (habitualmente un familiar) debe acordar el contrato de matrimonio; un hombre puede rechazar a su esposa si esta se niega a tener relaciones sexuales con él; los hombres pueden decidir divorciarse unilateralmente, pero no las mujeres; para trabajar, una mujer debe tener el consentimiento de su marido; la ley de los Emiratos no castiga la violencia machista. De la misma forma, el códido penal castiga las relaciones extramatrimoniales, así como las relaciones entre personas del mismo género y a las mujeres trans. Por otra parte, el pasado marzo la Unión Europea incluyó a los Emiratos Árabes en su lista de paraísos fiscales. 

Yolanda Vega explica que las peticiones de Amnistía Internacional no tienen solo como destinatarios a los Gobiernos de los Emiratos, sino también a "la comunidad internacional": "Pedimos que siempre que surja cualquier interlocución en cualquier actividad de este tipo, en la agenda aparezca el tema de los derechos humanos. Que pregunten qué pasa con Ahmed Mansoor y otras personas", dice. "Una feria del libro, que es un espacio de libertad de expresión", dice Vega, "no puede pasar por encima de que en Emiratos Árabes no existe libertad de expresión".