Un zombi llamado Franco

"Españoles... Franco ha vuelto". Así anuncia el guionista y escritor Jose Trabajo el regreso del dictador en su última novela, El baile de los caídos, editada por Temas de Hoy. Pero claro, para que Francisco Franco Bahamonde regrese de entre los muertos, solo puede hacerlo de una manera: como zombi. Eso propone el autor, uno de los guionistas tras series como Aquí no hay quien viva o La que se avecina en este título que él define más como "sátira política" que como "novela de zombis". Junto a él, el dibujante Miguel Gallardo, una de las grandes figuras del cómic underground, ilustra con mala baba la historia creada por Trabajo. Humor negro, crítica social y dardos contra los principales líderes políticos no faltan en el libro, pero tampoco escasean muertos vivientes, cerebros frescos y acción de orgullosa serie B. 

 

La idea de novelar el regreso en cuerpo y alma del dictador fascista surgió de la editorial, según cuenta el autor. "Queremos hacer algo de Franco, que parece que está de moda", reproduce con sorna el escritor. Y bastó que le sugirieran escribir sobre el dictador redivivo para que Trabajo se fuera mentalmente a lo que conoce: los zombis, un tema que ya había explorado en una novela anterior. "En cuanto me pusieron por delante a un Franco resucitado, me imaginé a zombis fascistas persiguiendo a podemitas", dice. El género, una de las claves de la narrativa de terror, le servía también para abrir la puerta a la crítica social. "Los zombis se han utilizado como una manera de exponer a la sociedad: cuando hay un mal mayor, a ver qué partido toma cada uno", dice. 

El encargo tuvo que ver con el anuncio del Gobierno socialista de exhumar el cadáver de Franco para retirarlo del Valle de los Caídos. "Pensábamos que lo iban a sacar antes", recuerda el autor, "y teníamos cierta prisa". Al final, la novela llegó a las librerías en mayo, cinco meses antes de que el cuerpo del dictador abandonara por fin el mausoleo de Cuelgamuros el pasado jueves. Paradójicamente, el Valle de los Caídos no hace casi acto de presencia en El baile de los caídos: la novela comienza cuando una banda de jóvenes franquistas tratan de secuestrar el cadáver del dictador, que finalmente no se encuentra en el recinto fascista, sino en el Pazo de Meirás. "No nos venía bien", confiesa el novelista, "si salía la novela, que lo hubieran sacado del Valle no beneficiaba a la trama". Así que tiró de mitos y leyendas: "No me lo he inventado yo, durante décadas ha habido rumores de que Franco no estaba ahí". Aunque esos rumores se hayan demostrado falsos, siguen siendo útiles para la ficción. 

De la trama alocada, Jose Trabajo pasa a la ácida crítica política. Porque el novelista plantea que Franco, ante una España de pesadilla —para él, claro— en la que gobiernan socialistas, los comunistas tienen representación y participaron en la Constitución y el matrimonio entre personas del mismo género es legal, da un nuevo golpe de Estado que provoca una nueva guerra civil. Ante este hecho, unos y otros se ven obligados a reaccionar, por lo que acaban quedando retratados. El autor asegura que si no se ha autocensurado ha sido por pura inconsciencia. "A mí me dieron carta blanca, me dijeron: 'Haz lo que quieras'. Y yo que soy muy rojo y muy punki, dije: 'Vale, hago lo que quiera, que luego el equipo de abogados ya me darán collejas. Pero no, esta gente está más loca que yo".

 

Así que él no duda en plantear, en un momento de la narración, que casi todos los parlamentarios de PP y Ciudadanos se unen al Franco zombi, que el Gobierno de PSOE y Podemos huye a Valencia una vez más, que Bertín Osborne, Arévalo, Marta Sánchez y Julio Iglesias, entre otros, participan en homenajes al dictador no-muerto. "Lo de meter tanto nombre propio fue surgiendo, empecé algo tímido y luego me fui animando", cuenta Jose Trabajo. Y su sátira alcanza también a la izquierda: Felipe González acaba colaborando con el dictador, Susana Díaz trata de derrocar a Pedro Sánchez cuando este se niega a rendirse ante el ejército fascista, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias son incapaces de ponerse de acuerdo y responden tarde y mal a la amenaza... Asegura que, en este sentido, la novela pretende ser un análisis de la actualidad: "Es lo que yo creo que harían, teniendo en cuenta lo que hacen ahora. Quizás no de manera tan extrema, quizás no se pusieran a matar a gente, pero me imagino de qué lado se pondrían". En cualquier caso, asegura haber querido burlarse "de todo y de todos", dice —aunque matiza: "Es evidente que se ve hacia dónde tiro, ideológicamente"—. Para unos y otros tiene un mensaje: "Si hay algún político o dirigente que no se sienta ofendido: lo siento mucho, no fue mi intención".

Jose Trabajo ha procurado también que esta 'segunda edición de la guerra civil' se desarrollara con similares hitos históricos que la primera, un mecanismo narrativo que ya ha explorado la cultura popular estadounidense con su propia guerra civil.  Pero el novelista reivindica que hay una diferencia entre su propuesta y otras similares: "En una novela de zombis, la lucha del bien contra el mal es entre vivos y muertos. Aquí la lucha está entre las dos Españas". Juan Yagüe es convocado de entre los muertos por Franco para que vuelva a hacer correr la sangre por Badajoz, gran parte de los medios de comunicación vuelven a ponerse al servicio del golpista —que acaba siendo entrevistado por Bertín Osborne, Susanna Griso o Pablo Motos y acude como invitado a Pasapalabra—, las potencias occidentales hacen como quien oye llover y Francia recibe con hostilidad a los refugiados. "La idea es que no ha habido reconciliación, que no la hay", señala Trabajo. "[En El baile de los caídos], el franquismo sigue ahí esperando, y en cuanto tiene la oportunidad se abrazan a él un montón de personas, y otros se deciden a combatirlo. Como entonces y como ahora, de alguna manera". 

La exhumación del cadáver de Franco del Valle de los Caídos ha dado a la novela una pátina de actualidad. O eso cree el novelista, que ha abierto una cuenta de Instagram, @FrancoZombi, donde contrapone imágenes de los últimos días con las ilustraciones de Gallardo. ¿Una novela de zombis realista? "La gente que ha salido estos días con el bracito y el pollo... Es que parecen zombis. Lo parecen. Todo lo que estamos viendo es más o menos lo que cuento".