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Isasaweis: "En España sobra palabrería, hay que ponerse a actuar"

Lucía Díaz

Isabel Llano, Isasaweis, es toda una pionera de internet en España. Fue de las primeras en convertir las redes sociales en su trabajo. Y es que cuando empezó a publicar vídeos en internet ni siquiera había comenzado la revolución online. Lleva desde 2009 compartiendo su visión y lo que empezó como un hobby acabó por convertirse en su profesión.

El contenido que difunde es una mezcla de su sencilla forma de ser y un recorrido por las principales actividades a las que una mujer suele dedicarse fuera de sus horas de trabajo fuera de casa. Cabe todo, desde manualidades, moda, maternidad, vida saludable, hasta cocina o belleza pasando consejos y tutoriales de cualquier asunto; su contenido tiene enganchados a la increíble cifra de más de 976.000 de personas. “Básicamente comparto un poquito mi vida, las cosas que hago que creo que pueden servir a los demás”.

Isabel Llano es asturiana, tiene 43 años y estudió ingeniería informática. Quién le iba a decir que acabaría siendo de las bloggers más vistas de España; y también de las más queridas. Fue de las primeras en triunfar en nuestro país, pero no es lo que comúnmente se conoce como one-hit wonder (flor de un día o artista de un solo éxito en jerga musical). Desde aquel vídeo sobre “cómo hacerse un moño con un calcetín”, su primer vídeo viral, ha ido creando a su alrededor una comunidad fiel y unida que hoy en día sigue siendo de las más grandes de España. Su estilo tierno, bienintencionado y casi familiar le lleva a denominar a sus seguidores “piñoncitos” y estos lo aceptan encantados.

Este torbellino de energía podría parecer inagotable. Ya han pasado once años desde que comenzó y ha reunido más de mil vídeos, diez libros publicados, entrevistas y posts con una frescura difícil de mantener. Según explica en conversación con infoLibre “Me implico mucho porque también es un hobby. Cuando disfrutas tantísimo de lo que haces, está metido en tu vida”. Y esta dedicación ya se ha visto recompensada con más de 143 millones de visitas en YouTube, medio millón de suscriptores, más de un total de 976.000 seguidores en sus redes sociales, más las visitas de su página web.

Sí ya es difícil compatibilizar las tareas diarias teniendo una vida normal y una maternidad que ejercer, hacer lo que hace no es precisamente fácil. Le preguntamos cómo se organiza para lograr llegar a todo: “Antes cuando empecé, yo tenía mi trabajo, aparte hacía esto, aparte era mamá, hacía las cosas de casa, y todo lo demás. Entonces, sí era más difícil compaginar. En el momento que lo he convertido en mi trabajo, al final pues como toda mamá o papá trabajador, corriendo todo el día. Priorizando y haciendo algunas cosas sí y a otras no llegando. Y no, realmente soy yo sola. La verdad es que sí, alguna vez tengo alguna ayuda, por ejemplo una asesoría o la declaración de la renta que en esas cosas no me meto, y luego a veces tengo un poco de ayuda con la gestión de los mails porque me llegan muchísimas propuestas. Pero detrás del contenido solo estoy yo. Los vídeos los preparo yo, los grabo yo, los edito yo, las redes sociales publico siempre yo, las fotos todas las hago yo, la reflexiones y los textos solo yo. Por eso cuando empecé, que no era mamá todavía, igual subía cuatro vídeos a la semana, ahora pues subo uno a la semana. Por lo menos en las redes sociales es mucho más fácil”.

"Hay mucha gente que se siente muy sola"

Hay algo que le motiva especialmente a seguir compartiendo todo lo que cree que puede ayudar a alguien, sus seguidores los cuales no se cansan de apoyarla en sus redes sociales: “Somos una comunidad enorme de gente maravillosa con mucha alegría, con muchas ganas de hacer el bien por los demás, a mí me encanta porque yo al final comparto lo que sea. Hay mucha gente que se siente muy sola y el hecho de ponerse por las mañanas un vídeo, les aporta. Me tienen mucho cariño y yo a ellos. Siempre les digo que les llevo conmigo todo el rato porque es así, al final Isasaweis es Isabel, es lo mismo y yo en mi día a día, si como algo rico me apetece compartirlo, si leo una frase revolucionaria la comparto con ellos y cualquier cosa que creo que puede aportar a las demás personas alegría o algo bueno, lo comparto.”

Puede que esta relación tan cercana que mantienen con sus seguidores sea parte de su éxito. Pero no todo han sido buenos momentos. En 2016 anunció mediante un vídeo la separación de su marido con el que llevaba 14 años de relación y dos hijos. Tuvo que afrontar meses duros e hizo un parón profesional. Sumando por estas fechas un duro golpe profesional: la pérdida de su página web y todo el contenido. “No he hablado nunca de ese tema porque cuando en la vida te ocurren cosas malas solo te queda asumirlas. Se me vino el mundo abajo, dije: ‘El trabajo de todos estos años! ¡Lo acabo de perder! ¡Me muero! Pero de las crisis al final aprendes muchísimo y sacas oportunidades. Mi tío me dijo hace muchísimos años una frase que me cambió la vida: ‘si tiene solución, de qué te preocupas. Y si no tiene solución, para qué te preocupas’. Aprendí que había construido sin darme ni cuenta una marca muy potente porque de repente empezaron a escribirme marcas para trabajar y yo les decía: ‘es que no tengo web’ y me decían ‘pero si da igual, publícalo en Instagram, en Facebook o donde sea’. Así que nada, con esa alegría tiré para delante y con el tiempo terminé construyendo otra web y a seguir”.

Se recompuso y volvió con nuevos contenidos y más fuerza que nunca: libros de poesía, libros de recetas, colaboraciones en televisión, charlas y un largo etcétera. Directa, transparente y cotidiana, algo que en redes sociales últimamente escasea: “Soy yo haciendo y contado cosas. Luego lo que es edición y el envoltorio es muy cutre. Me encanta comunicar, empecé con vídeos de belleza, maquillaje, después empecé a incluir recetas de cocina, después vídeos de maternidad, moda, un poco de todo. Pero al final, en lo que ha derivado Isasaweis es a intentar ayudar a los demás. Llevar cosas buenas, aportar un poquito de felicidad y facilidad en la medida de lo posible y al final me dedico a eso. Lo puedo hacer con una receta, recomendando un producto que me ha ido bien, o simplemente con una reflexión”.

"Habría que dejarse de tanta palabrería"

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El medio online se está abriendo paso como canal de comunicación para todo. Puede convivir con los medios tradicionales. Asegura que las redes sociales son un inventazo con el que poder compartir con el mundo cualquier cosa, buscar cualquier duda y estar en contacto con nuestros seres queridos; para los negocios es un canal perfectamente viable y beneficioso para dar a conocer su productos o servicios. Pero no todo es positivo en el mundo digital: “Lo que se muestra por ejemplo muchas veces en Instagram u otras redes, quizás a la gente más jovencita le pueda afectar porque al final tú sólo ves cuatro pinceladas. Pueden pensar: ‘mi vida no es tan guay’, está demostrado que psicológicamente puede afectar el envidiar estas vidas idílicas. La labor de quienes estamos detrás es intentar mostrar la realidad, las cosas como son, que no es tan idílico como parece. El ser humano en lo básico tiene los mismos problemas, inquietudes y los mismos miedos. Sentir que otra persona está igual que tú ayuda mucho. Ya basta de mostrar solo lo bueno, aunque sea dulcificado también se debería hablar de lo malo. Al final lo que tratamos de hacer los que nos dedicamos a esto, es aportar a los demás”.

Y hablando sobre aportar a los demás, le preguntamos sobre el panorama político actual; y la respuesta que da a infoLibre es muy clara: “Realmente tenemos muchos problemas: problemas sociales que afectan a muchísima gente, y cuando un sector tan amplio de la población ha confiado en ti para que nos busques soluciones, creo que habría que dejarse de tanta palabrería, de tantos unos contra otros y ponerse a actuar. Tienen muchos frentes que atender y quizás hay cosas que nosotros vemos tan sencillas y no lo son tanto, pero muchas veces el ciudadano de a pie dice: ‘¿tan difícil es ver esto?’. Supongo que también hay muchos intereses y cosas detrás que no conocemos. Hay mucha gente pasándolo muy mal, muchas familias que necesitan ayuda y que ya basta de tonterías y de perder el tiempo en criticarse unos a otros y pongámonos a actuar y hacer las cosas bien”.

Nos confiesa también sus gustos; su Joaquín Sabina, su calabapizza (“quien no conozca esta receta ya podéis ir googleando porque es una cosa súper sencilla que todo el mundo debería saber”), sus pastelitos de arroz, su tiramisú, sus Pilares de la tierra de Ken Follett, El médico de Noah Gordon y entre sus series favoritas se encuentran Lost (Perdidos): “Fui de las que lo vio día a día y se levantaba a las cuatro de la mañana aquel famoso día del capítulo final, me encantó. Dexter también me gustó mucho”. Entre sus géneros favoritos se encuentra el thriller, la comedia, el suspense y el drama, con títulos como La vida es bella, Las dos caras de la verdad, Memorias de una geisha y un sinfín de largometrajes más con los que podríamos estar hasta mañana. Queda registrado que Isabel Llanos es toda una fanática del CINE –en mayúsculas– y se despide con un mensaje: “La vida te va enseñando cosas, voy ya para los 44 y una de las mayores lecciones que me ha dado y me parece reveladora es que al final, el secreto de la felicidad está en la tranquilidad. Estar tranquilo con uno mismo, y no hay mejor forma que sabiendo que solo haces bien a los demás, que no dañas a nadie. Eso es vivir sin preocupaciones o por lo menos esa preocupación interna, porque preocupaciones tenemos todos; pero saber que no haces mal a nadie, y al revés, que haces bien en todo lo que puedes, eso es maravilloso. Cuanto antes aprendáis los que venís por detrás esa lección, más tiempo viviréis y mucho más felices”.

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