Es uno de los grandes nombres del emprendimiento en España y ya apuntaba alto en su adolescencia. No fue a la universidad pero ha creado dos startups de éxito. Nos explica lo que para él son las claves para triunfar.
Un año después de cumplir la mayoría de edad, Pep Gómez fundó Fever, una plataforma líder a nivel mundial de descubrimiento de ocio valorada en más de 100 millones de dólares. Su ímpetu emprendedor no se quedó ahí. En 2018, creó Reby, una compañía que diseña vehículos eléctricos para uso compartido, líder en micromovilidad en el sur de Europa: “Hay mucho miedo en España a la hora de emprender. La gente joven tiene miedo a fracasar”.
Todo comenzó con una llamada del cofundador de Idealista, Bernardo Hernández, que le lanzó una propuesta para trasladarse a San Francisco y colaborar en un programa en el que trabajaba. Nada más terminar Selectividad cogió el primer avión con destino a Silicon Valley. Dos años después y con una agenda repleta de peces gordos creó Fever. “Emprender fue una decisión muy personal porque siempre he tenido mucha curiosidad y pregunto mucho. Fue una oportunidad ideal para conocer gente más inteligente que yo y aprender de ellos”, reconoce. Una de las diferencias que notó Pep con respecto a Estados Unidos es que “en España penalizamos el fracaso y magnificamos el éxito”. Cree que los americanos nos llevan mucha ventaja en cuanto a cultura emprendedora: “De ahí que los jóvenes que desean empezar a emprender tengan miedo a hacerlo mal, claro que aquí en España tampoco lo ponen fácil”.
Este castellonense, que es también cofundador de la incubadora de negocios TheCollider, reconoce que nunca fue a la universidad pero que siempre ha tenido un deseo voraz de aprender: “No he hecho un grado, pasé dos años en San Francisco y después me he ido formando y haciendo un montón de cursos online en Standford y otras universidades americanas porque me interesan distintos ámbitos como el Derecho o venture capital (capital riesgo)”.
Las barreras al emprendimiento
Los principales problemas a los que se enfrenta un emprendedor, según Pep, no están relacionados con la búsqueda de capital ni de talento. La principal barrera es administrativa: “Montar una empresa es muy engorroso y complejo. Necesitas un abogado, ir al notario, convencer a un inversor para que amplíe el capital, estar pendiente de las escrituras… En el mundo anglosajón, todo es mucho más simple. Aquí deberíamos aprender o tender a simplificar digitalizar los procesos al máximo posible para que cualquier persona pueda montar una empresa a golpe de click”.
Para Pep, España es un paraíso para crear startups tecnológicas, ya que hay muchas iniciativas que incentivan el emprendimiento: financiación en innovación con fondos europeos, organismos como ENISA o los vehículos de coinversión con inversores privados. Pero también se alienta la innovación en otros sectores como el turístico: “Reino Unido va muy bien, pero otros países como Estonia lo están haciendo genial también”.
Las claves del éxito
Uno de los secretos del éxito, confiesa Pep, es aprender a utilizar el capital de manera eficiente. Esto puede llegar a marcar la diferencia para lograr que una empresa sea sostenible en el largo plazo. “Conseguir capital puede hacerlo mucha gente, la cuestión es utilizarlo de forma eficiente y construir una compañía sólida”, sostiene el emprendedor. Hoy es más fácil que nunca que un joven convierta su idea en un negocio rentable, aunque, Pep desde su experiencia, tiene claro que “emprender es más duro que trabajar por cuenta ajena aunque más satisfactorio”.
Sobre si la edad podría ser un factor determinante su respuesta es clara: “No creo que garantice el éxito o no éxito, pero ser joven y emprendedor tiene cosas buenas porque tienes más tiempo que dedicarle a tu proyecto ya que no cuentas con obligaciones familiares. Aunque también ser adulto implica tener más experiencia. Quizá ser joven implique cometer más errores, pero creo que lo importante es no cometer demasiados y aprender de ellos”.
La clave para que una buena idea se materialice con éxito es, para él, el trabajo duro. Confiesa a infoLibre que jamás ha visto un emprendedor que haya tenido éxito sin trabajar mucho: “El truco está en ser muy constante. Me atrevería a decir que el 90% del éxito es trabajar duro y muy focalizado”. Antes de despedirse nos regala este consejo: “Intentad ser los mejores en lo que hagáis y haced aquello que os haga felices porque es a lo que vais a dedicar la mayor parte del tiempo. Cambia lo que tengas que cambiar para estar más feliz a la hora de afrontar el trabajo. La vida es muy corta para no centrarte en lo que te gusta”.
Yo tuve una empresa durante 15 años, el mayor problema para mantenerla era el retraso en los pagos de los clientes y el tener que adelantar todo el coste de mantenimiento de la empresa, salarios, gastos instalaciones,... Un auténtico calvario, ser autonomo y empresario en algunos gremios en España es la muerte a pellizcos.
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Tener una empresa y ser empreesario en España es un acto de heroicidad. Yo no tuve ni los cojones, ni conocer a nadie en EEUU para desarrollar mi proyecto que hoy ya jubilado era muy innovador y me hizo crear empleo y ganarme la vida de puta madre. Me siento identificado contigo al 100%. La pena es que estas líneas seguramente no las podrás leer. Te queda mucho recorrido por delante y tienes la mejor herramienta de una empresa: dinero para poder fracasar o acertar.¡¡¡ENHORABUENA!!! A día de hoy tengo 66 años.
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Pero aún más el éxito.
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Y si no que se lo pregunten a Amancio Ortega o a Juan Roig.
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