Toxo pide una renta mínima aunque no se haya trabajado

Los seis millones de parados y el debate del estado de la nación que se celebraba simultáneamente en el Congreso de los Diputados, a escasos metros del Auditorio Marcelino Camacho, acapararon buena parte de los discursos en la inauguración del Congreso Confederal de CCOO.

Ignacio Fernández Toxo rebatió las cifras utilizadas la víspera por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el hemiciclo y aseguró que los empleos perdidos en 2012 triplicaban los de 2009 “por efecto directo de la reforma laboral”. “El resto”, remachó, “son cuentos”. Minutos antes, Cándido Méndez , le recordó a Rajoy que la mayor “desautorización” a su discurso había venido de “su tutora”, Angela Merkel. La canciller alemana defendió ayer un euro fuerte, entre 1,30 y 1,40 dólares, aunque "derrita como la nieve bajo el sol" el duro trabajo que están haciendo los países del sur de Europa para reducir sus costes laborales.

El responsable de CCOO negó que los sindicatos sean los “apóstoles de la deuda y el déficit público”. Por el contrario, los tachó de “losa” para la economía. Pero al tiempo se quejó de que estén siendo utilizados como “coartada” para las políticas “profundamente involucionistas” que quieren acabar con el exitoso “modelo social y económico que se dio Europa tras la Segunda Guerra Mundial”. También denunció que el “emprendimiento” se haya convertido en un “nuevo paradigma” y el trabajo haya dejado de ser el elemento central de la organización social, sustituido por la acumulación de capital.

"Como derecho de ciudadanía"

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También clamó contra las “elites del Estado mínimo” y con quienes consideran el Estado social “un fardo del que las economías europeas tienen que desprenderse”. En contraposición, Fernández Toxo reclamó una renta mínima garantizada “como derecho de ciudadanía, asociada al nivel de ingresos pero no vinculada el hecho de haber tenido un empleo”. A su juicio, en la actual situación económica, es necesaria una “red de protección integral”, porque no basta con un sistema económico de mínimos, con un Plan Prepara (las ayudas de 426 euros para quienes carezcan de otras rentas y hayan agotado los subsidios).

La dación en pago y el rechazo a que el Gobierno se apresure a privatizar los bancos que han sido nacionalizados fueron otras de sus reivindicaciones. “Frente al absentismo de la izquierda mayoritaria”, explicó el líder de CCOO, “los sindicatos son la última esperanza de cambio y de avance y progreso”. De modo que se comprometió a “ponerse las pilas” para evitar que el próximo mes de julio, en aplicación de la reforma laboral, miles de trabajadores se queden sin convenio colectivo al caducar el año de plazo que la ley da a sindicatos y patronal para negociar su renovación –la reforma laboral fue aprobada por el Congreso en julio de 2012-.

Igualmente, los sindicatos harán cruzada de la defensa del actual sistema de pensiones -el Gobierno quiere eliminar las jubilaciones anticipada y parcial, por mandato de la UE-, y del sistema de gestión de la Incapacidad Temporal, que el Ejecutivo pretende ceder a las mutuas de trabajo.