La destrucción de empleo en el sector privado no toca fondo

“El paro se frena en el sector privado”, titulaba el argumentario que el PP distribuyó entre sus cargos para el día negro en que la EPA reveló el récord histórico de los 6,2 millones de parados. Sin embargo, la misma Encuesta de Población Activa lo desmiente: en el primer trimestre del año el empleo privado cayó en 251.000 personas, por sólo 71.400 trabajadores que perdió el sector públicsóloo. También contradice al PP el Observatorio Laboral de la Crisis que publicó el lunes la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), a la que patrocinan las grandes empresas y bancos del país: “El sector privado es, sin duda, donde la pérdida de empleo, tanto en términos absolutos como relativos, ha sido mayor. De hecho, la intensidad de pérdida de empleo en el sector privado ha sido el doble que la observada en el sector público”.

Según sus cifras, hasta marzo las empresas privadas perdieron 963.710 trabajadores, y 122.327 el sector público. Unos números que no son sino un matiz más que añadir a los 1,18 millones de asalariados que perdieron su empleo en el trimestre. También destaca Fedea el descenso experimentado por el acceso al empleo en el sector privado, tanto en términos absolutos como relativos. En resumen, concluye su estudio, el problema estriba en la “clara” reducción de la actividad económica sufrida en los primeros meses del año, que se traduce en una inevitable anemia laboral.

Más allá de las estadísticas, es la realidad de los ERE la que termina por desmontar el argumentario popular. 2013 comenzó con dos despidos colectivos de primera magnitud: Bankia (4.500 trabajadores) e Iberia (3.141). Les acompañaron los de Caixabank (2.600 empleados), Banesto (de 3.000 a 4.000) y Novagalicia (1.850). De hecho, la reestructuración de la banca, que se prolongará durante todo el año, puede llevarse por delante a más de 22.000 trabajadores. Tienen en marcha reducciones de plantilla Banco Ceiss (1.500 despidos), BMN (1.163), Barclays (1.100), Caja 3 (515) y Banco de Valencia (795).

Por sectores

En los sectores productivos, Vodafone ha despedido a 620 personas y la cementera Cemex ha presentado dos ERE en sólo tres meses: el primero en octubre, para 280 trabajadores, y otro en enero para 156. La renovable Isofotón (365), el fabricante de armas Santa Bárbara (600) y Suzuki (169) también han optado por extinguir contratos. Fomento de Construcciones y Contratas acaba de cerrar su propio expediente para 842 trabajadores.

Tampoco se libran los servicios :la cadena hotelera NH ha dejado sin trabajo a otras 410 personas. Cap Gemini, consultora multinacional, es un buen ejemplo de que el ajuste de plantillas es continuo: presentó el pasado viernes su tercer ERE en tres años. En principio, la empresa ha propuesto 370 despidos; en el anterior, en marzo de 2012, abandonaron 220 personas. El comité denuncia que desde entonces, Cap Gemini ha contratado a otras 150. Con salarios más bajos.

Iberia plantea el despido de 3.807 trabajadores

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Encuestas y despidos individuales

Para poner en duda que la destrucción de empleo en el sector privado haya tocado fondo también ayuda la encuesta que el Instituto de Empresa Familiar acaba de presentar. El 37% de sus miembros –entre ellos figuran Inditex, Ferrovial, Acciona, Planeta, Mercadona, Mango, Barceló o Catalana Occidente– tiene previsto ejecutar despidos este año.

Además, los ERE no representan más que el 12% de los despidos. La parte del león se la llevan los individuales. La única manera de aproximarse al número de despidos de este tipo es acudir a la estadística de altas de beneficiarios de prestaciones por desempleo. El Ministerio de Empleo sólo ha publicado las de enero de este año. Ese mes las altas de personas que pidieron la prestación porque habían sido despedidas fueron 70.357 –no se incluyen a quienes se les acabó el contrato temporal–. En diciembre de 2012 los despidos individuales sumaron 47.781; en noviembre, 63.684 y en octubre, 66.110. Es decir, en enero crecieron un 32% respecto al mes anterior. Y un 4,5% respecto a enero de 2012. Para que el paro en el sector privado “flexione”, por repetir el verbo que emplea el Gobierno en sus nuevas previsiones macroeconómicos, habrá que esperar un poco más.