Ruesga advierte de que el recorte de pensiones penalizará a quienes se jubilen hasta 2024

El factor de sostenibilidad de las pensiones diseñado por el comité de expertos “no es un factor neutro”, sino que tendrá un efecto inmediato: la bajada de las pensiones medias, en términos reales –sin contar el IPC– y “potencialmente” en términos nominales –a precios corrientes–. Es la tesis que ha defendido el catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid Santos Ruesga en la Comisión del Pacto de Toledo. Ruesga fue el único de los 12 sabios del comité designado por el Gobierno que votó en contra del informe final y su doble factor de sostenibilidad de aplicación inmediata.

El catedrático, que ha colaborado con el PSOE y UGT como experto en ocasiones anteriores, recordó que los economistas no consideran conveniente aplicar el tipo de factor que se ha diseñado en “fases depresivas” de la economía, por su “efecto procíclico”. Es decir, porque contribuirá a encoger la demanda interna, ya muy perjudicada por la caída del empleo y la devaluación de los salarios. A su juicio, “no es una buena decisión” vincular la reforma de las pensiones con la coyuntura, que es lo que hace el doble factor.

“El sistema no se va a caer el año que viene”, aseguró Ruesga, sino que el riesgo no llegará hasta el final de la década de 2020 y el principio de la de 2030, cuando se empiecen a jubilar los nacidos en el baby boom de los años 60 y 70. Sin embargo, tanto el Gobierno como la mayoría del comité de expertos tenía “mucha prisa” para que la reforma entre en vigor en 2014. Según el economista, por culpa de la política de austeridad y de reducción acelerada del déficit que comenzó en mayo de 2010 el Ejecutivo del PSOE y continúa el del PP.

Santos Ruesga criticó que la aplicación inmediata del doble mecanismo de ajuste “cargue excesivamente sobre una generación”, la que se jubilará en los próximos ocho a 10 años, el efecto de los recortes en las pensiones. Por el contrario, cree que con el Fondo de Reserva –los 63.000 millones de la hucha de las pensiones– pueden solucionarse los desfases financieros del sistema hasta 2018. Si se descartó desde el principio el recurso a ese dinero fue, explicó Ruesga, porque el mayor gasto aumentará el déficit público, cuya reducción es la prioridad económica del Gobierno.

Sin simulaciones ni alternativas

Según Ruesga, fueron también las prisas y la falta de tiempo lo que impidió al comité “entrar en detalles” y hacer las simulaciones y proyecciones necesarias para ofrecer propuestas alternativas y diferentes escenarios en el informe. “Son posibles otras fórmulas”, explicó a los diputados, “que no intensifiquen la reducción del valor relativo de las pensiones, pero el resultado final se apoya exclusivamente en el recorte”. “El Gobierno no hizo las simulaciones que le pedimos”, reveló el experto. En su lugar, manejaron las que hicieron “otras entidades y personas privadas”.

De hecho, “desde el principio hubo una fórmula encima de la mesa” que, con algunas variantes técnicas fue la que finalmente salió del informe. En esa descripción, la falta de simulaciones y detalles, así como el hecho de que los expertos trabajaran casi desde el comienzo sobre una sola fórmula y no se abordaran alternativas, el relato de Santos Ruesga coincide básicamente con el realizado por el presidente del comité, Víctor Pérez Díaz, ante la misma comisión hace una semana.

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Aunque el sabio disidente negó haberse sentido presionado en su trabajo en el comité, sí denunció la “presión del Gobierno” para hacer una reforma para el corto plazo. Como muestra, Ruesga citó el informe previo que el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, entregó a los expertos dos días después de constituido el comité –“nos dio el trabajo hecho, con proyecciones de la aplicación del factor alemán, que es el más parecido al que finalmente está en el informe”–, y los indicadores que “ya estaban sobre la mesa en la segunda reunión”.

Ruesga cree que el doble mecanismo “abrirá huecos” a los sistemas privados de pensiones a base de bajar las prestaciones públicas. Lo que hará crecer, a su vez, las “inequidades entre pensionistas”, pues la capacidad de ahorro de los españoles es “bastante reducida en términos per cápita”.

La diputada del PP Carolina España Reina le rebatió sus críticas al informe de los expertos repitiendo las declaraciones de éstos a favor de la “inocuidad” de la fórmula: cuando mejore la economía y aumenten los ingresos del sistema, las pensiones mejorarán. No sólo negó las prisas del Gobierno y que las prestaciones nominales vayan a bajar, sino que además defendió la necesidad de la nueva reforma alegando que la ley 27/2011 “sólo corrige un tercio de los desequilibrios de la Seguridad Social”.