La Fundación 1º de Mayo cuestiona los cálculos del comité de ‘sabios’ para recortar las pensiones

Son muchas las incógnitas que rodean el futuro de las pensiones tras conocerse el informe del comité de sabios designado por el Gobierno. Bruno Estrada, director de Estudios y Proyectos de la Fundación 1º de Mayo y miembro de Economistas Frente a la Crisis, reprocha el alarmismo creado y desmonta algunas de las afirmaciones de ese documento. Además critica el conflicto intergeneracional, el peso fiscal que soportan las cotizaciones o el cálculo de la esperanza de vida que ofrece el informe.

Estrada afirma que si el objetivo principal es mantener un sistema de reparto como el actual de la Seguridad Social, que garantiza las pensiones en un futuro, debe considerarse en primer lugar el desarrollo de nuevos ingresos, incluyendo los impuestos, para financiar sus necesidades. Todo ello, teniendo en cuenta que las cotizaciones no tenderán a aumentar en el futuro. En España, el peso de las pensiones sobre el Producto Interior Bruto (PIB) está por debajo del que tienen otros países europeos. Incluso en un estudio presentado por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras, se prevé que en 2035 el gasto en pensiones supondrá el 11,9% del PIB, por debajo del que presentará Italia (15,2%), Francia (14,4%) o Finlandia (13,9%).

Una de las principales críticas al documento que plantea Estrada es el denominado Factor de Equidad Intergeneracional, que concibe la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social como un “conflicto de distribución de la renta entre trabajadores, entre jubilados y ocupados, entre jubilados de ahora y jubilados del futuro”. “Si se plantea únicamente como una transferencia de renta entre la población ocupada y la jubilada perdemos todos, menos las entidades financieras gestoras de los fondos privados de pensiones”, asegura.

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En 2012, la participación de los asalariados en la factura de las pensiones se situó por debajo del 50%, diez puntos inferior a países como Francia, EEUU y Reino Unido. La media de la zona euro está establecida entre el 55 y 57%. Es decir, que a pesar del aumento en el número de pensionistas que habrá en el futuro en España, los recursos para cubrir sus demandas serán inferiores a la media de la eurozona. Por esta razón, el aumento del gasto en pensiones no tendrá un imparto tan negativo en España como en otros países europeos.

Estrada critica que en el informe no haya “estimaciones sobre los ingresos y gastos futuros del Sistema de Seguridad Social, de sus supuestos equilibrios o desequilibrios futuros, en base a una u otras hipótesis de evolución demográfica o productividad”, todo ello en un intento de utilizar los desequilibrios actuales entre trabajadores y pensionistas, derivados de las altas tasas de desempleo, para acometer una reducción de las pensiones en el futuro.

Señala que las previsiones de esperanza de vida que muestra el informe, que aumenta dieciséis meses cada diez años, son desproporcionadas. “La previsión de incremento de la esperanza de vida de la OCDE para los países miembros de esa organización hasta 2050 es de tres años para los varones y tres años y medio para las mujeres, una previsión más aproximada que la expresada por los expertos y publicada en la versión final”, asegura Estrada. Además, añade que “son previsiones muy a largo plazo sobre las que hay numerosas incertidumbres sobre su real cumplimiento”.