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MERCADO LABORAL

La caída de los contratos fijos y el aumento de los parciales impulsa el empleo precario

Los secretarios de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo y de la Seguridad Social, Tomás Burgos, durante la rueda de prensa que ofrecieron este miércoles.

Los datos del paro de septiembre confirman dos señas de identidad del mercado laboral en España. Una ya tradicional, la estacionalidad, y otra novedosa, el aumento de la precariedad. En septiembre el desempleo subió en 25.572 personas, fruto del fin de la temporada estival –la hostelería perdió 41.404 afiliados a la Seguridad Social, el comercio otros 25.071– y frenado por los contratos del nuevo curso en el sector de la enseñanza, que se apunta 47.157 cotizantes, un 8,4% más que en agosto. Sin embargo, y pese a la moderación de la tasa de paro –es el mes de septiembre en que menos ha crecido el paro desde 2007–, el empleo que se crea sigue siendo abrumadoramente temporal, por un lado, y cada vez más, a tiempo parcial.

La subida del desempleo registrado en septiembre se produce después de seis meses consecutivos de caídas, insistiendo en un comportamiento que se repite cada año, aunque si se le descuenta el llamado efecto calendario, el paro bajó en 35.631 personas. Sin embargo, la afiliación a la Seguridad Social, el mejor indicador de empleo, continúa de capa caída, no sólo con un descenso respecto a agosto de 22.242 cotizantes, sino además con una reducción acumulada desde enero de 504.358 personas, un 3%. Así, el número de afiliados suma 18,96 millones, retrocediendo al nivel de 2004.

Por lo que se refiere a los contratos, aunque el volumen total ha crecido en septiembre un 9,3% respecto al mes anterior, sólo 107.136 son indefinidos, un 8,6% menos que el año anterior. Y si se toman en consideración los datos acumulados, desde enero hay un 25,52% menos contratos fijos que en los mismos meses de 2012. En cambio, los temporales aumentan un 11,15% respecto a agosto y un 3,81% respecto a los nueve primeros meses del año pasado.

En una nueva muestra de que la dualidad –una mayoría de contratos temporales precarios frente a una minoría de indefinidos protegidos– es una peculiaridad tercamente incrustrada en el mercado laboral español, los temporales continúan siendo el 92,31% de los contratos que se firman. Por el contrario, si en 2009 los indefinidos equivalían al 9,48% de la contratación, el pasado septiembre se quedaban en el 7,69%. De esa cifra, sólo 7.249 son contratos de apoyo a los emprendedores, creado por la reforma laboral.

Los que sí están disparados son los contratos en prácticas, que suben un 23,47%, y sobre todo los de formación, que aumentan un 97,54% en comparación con septiembre de 2012.

Un 33,42% de contratos a tiempo parcial 

Pero el problema se agudiza cuando se le suma el dato de que, entre los temporales, cada vez son más los contratos a tiempo parcial, que suman ya el 33,42% de ellos. Además, éstos aumentan a mayor ritmo que los de jornada completa. Respecto a agosto, según las cifras del Ministerio de Empleo, los contratos a tiempo parcial se han disparado un 35,84%, y un 12,8% respecto al mismo mes de 2012. Los temporales de jornada completa crecen un 28,47% comparados con agosto y un 10,22% comparados con 2012.

Otra cifra que revela la precarización de las condiciones laborales es el hecho de que la caída de la contratación indefinida se ceba en las mujeres, que han firmado un 17,7% menos de este tipo de contratos respecto a septiembre del año pasado. Los hombres, en cambio, un 2,9% más. Es más, en septiembre sólo ha subido el paro femenino, 26.862 mujeres que se han registrado en las oficinas de empleo, mientras que el masculino ha disminuido en 1.290 personas. Lo mismo ocurre si se toman las cifras en términos anuales: el desempleo de las mujeres crece en 55.161, mientras que el de los hombres se reduce, con 36.085 hombres menos registrados. También apunta en esta dirección que el sector donde más han disminuido los contratos fijos sea el de los servicios, fuertemente feminizado: un 10,5%.

Un 4,2% más de parados sin prestación

Pese a que el paro registrado se mantiene en 4,72 millones de personas, sólo 2,87 millones perciben una prestación por desempleo. Su tasa de cobertura no deja de caer. En agosto –los datos llevan siempre un mes de retraso respecto a los de paro– se situó ya en el 64,46%, un 4,2% menos que hace un año. Descienden tanto las prestaciones contributivas como los subsidios, y sólo aumenta la Renta Activa de Inserción, la que cobran los mayores de 45 años y parados de larga duración en situación de especial necesidad. Ya hay 1,14 millones de personas que cobran el subsidio porque han agotado la prestación contributiva, un síntoma de que crece el paro de larga duración. Esta última la perciben sólo unos pocos más: 1,43 millones de desempleados.

Así, el gasto en el conjunto de las prestaciones se redujo en agosto un 7,1% en comparación con el mismo mes de 2012, y alcanzó los 2.463 millones de euros. Para 2014, los Presupuestos Generales del Estado consignan un 5,6% menos para esta partida de lo gastado hasta julio, cuando se inyectaron más de 4.000 millones para cubrir unas necesidades superiores a las inicialmente previstas.

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Caída de la población activa y de la relación cotizante/pensionista

Entre los beneficiarios de las prestaciones por desempleo, los extranjeros han caído un 12,9% anual. Otro tanto ha ocurrido con los afiliados extranjeros a la Seguridad Social, que descienden un 0,7% y acumulan ya cuatro meses de descenso. En España hay 1,596 millones de inmigrantes ocupados, la cifra más baja desde 2005. Estos números confirman el descenso de la población activa, resultado del efecto desánimo: la falta de oportunidades laborales hace regresar a los extranjeros a sus países de origen. Mientras se mantenga el fenómeno, el paro se reducirá aunque la creación de empleo sea mínima.

El Ministerio de Empleo también publica, junto con la cifra de afiliación a la Seguridad Social, el número de pensionistas y el cociente entre ambos. Se trata de un dato fundamental en el actual debate sobre la reforma de las pensiones. En septiembre esa relación ha bajado a 2,29 cotizantes por cada pensionista, no sólo por el aumento de estos últimos, sino también por la debilidad de la ocupación. El número total de afiliados, 18,96 millones, ha retrocedido a los niveles de 2005. De ellos, además, están ocupados sólo 16,24 millones, más o menos los que había en 2002. Por el contrario, los desempleados –que también cotizan, aunque mucho menos– suman 2,72 millones, casi como en 2011. Sin embargo, el número de pensionistas, 8,269 millones, ha alcanzado su récord histórico. El cociente de 2,29 es el mismo de 2000.

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