Sector eléctrico

Las eléctricas fuerzan otra negociación con Hacienda mientras se disparan los precios

La subida de la luz revela las trampas del sistema que fija los precios

El mercado eléctrico es muy complejo, cierto. Pero las anomalías se detectan rápido. Sobre todo si se miden en euros. El pasado viernes, al última hora, una enmienda del PP en el Senado taponó la solución, simple pero efectiva, diseñada por Industria para impedir que el agujero del sistema eléctrico (26.000 millones de euros), volviera a crecer en 2013: traspasar 3.600 millones de los Presupuestos al sistema eléctrico. Inmediatamente, los precios de la electricidad en el mercado mayorista (pool) se  dispararon. Pero mientras los precios suben, las negociaciones entre Industria, Hacienda y las grandes eléctricas se mantienen abiertas.

La tensión en el sector eléctrico ha subido muchos grados desde el viernes. Casi tanto como los precios, aunque las negociaciones continúan. Fuentes empresariales y del Ministerio de Hacienda confirman que hay reuniones previstas para concretar qué parte de los 3.600 millones de euros de déficit de 2013 se recuperan en 2014 y lo que es más importante, cómo se recuperan.

Asumida la mala nueva de que no cobrarán los 3.600 millones esperados de forma inmediata, las eléctricas (con las grandes, Endesa e Iberdrola al frente) presionan para lograr, al menos, que se puedan colocar en el mercado los derechos de cobro (titulización), que el Estado los garantice y que no tenga coste alguno para las compañías.

Mientras se conovocan reuniones, los precios suben como la espuma. Es un asunto muy sensible ya que en dos semanas se celebrará la subasta trimestral de energía

que determina la mitad de la tarifa regulada que pagan la mayoría de los hogares.

La subida de precios que se registra en el mercado mayorista diario (pool), según algunos expertos, es "anómala". El precio del megavatio hora llegó el martes a 87,63 euros, el más alto en siete años. En apenas unas horas (del domingo 1 de diciembre al lunes 2) se registraron subidas del 40%, de 50 a 70 euros el megavatio hora. Desde el viernes, también se observan aumentos de precios de hasta el 20% en el mercado de futuros, algo que no es habitual.

La escalada empezó la pasada semana. De pronto, la media semanal de precios (semana del 24 de noviembre), que era de 43,91 euros MGWh, pasó a 50,05 euros. Incluso se registraron puntas de precio para determinadas horas de 110 euros (22.00 horas del Domingo 1 de diciembre).

No se trata solo del mercado diario. Las subidas afectan también al mercado de futuros. Jorge Morales de Labra, empresario, integrante de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético destaca que incrementos como los observados "no los suele haber nunca". El hecho de que, además, se vea afectada la negociación en el mercado de futuros demuestra, en su opinión "que se percibe algo raro".

El calificativo de "raro" para explicar el clima que vive el sector es acertado. Para empezar, fuentes del Ministerio de Hacienda aseguran que no está cerrada la negociación con las empresas para determinar qué parte del déficit de 2013 recuperan el próximo ejercicio y cómo lo recuperan.

Las mismas fuentes añaden que los 3.600 millones que reclaman las empresas, tres décimas de PIB, eran necesarios para cuadrar el déficit en el 6,5% que exige Bruselas. Esas décimas, explican, se han sacado de un sector como el eléctrico, que no está tan mal (por cotización en Bolsa, beneficios y deuda) como sus quejas pueden dar a entender.

Eléctricas: no hay nada extrañoLas eléctricas, por su parte, sostienen que no hay nada extraño. Separan las negociaciones de la subida de los precios.

Explican que hay tres centrales nucleares paradas (Almaraz II y Vandellós II de forma programada), una de ellas, la de Trillo por avería. A esas instalaciones inactivas (3.000 MGW de potencia) habría que añadir, explican, la falta de viento de los últimos días y el frío, que tira de la demanda.

Pero las explicaciones de las empresas llevan a más preguntas. Por ejemplo, quién acepta paradas programadas de instalaciones nucleares en semanas en las que es previsible una notable caída de las temperaturas (y aumento de la demanda) y quién gestiona y con qué criterios, instalaciones como las hidroeléctricas que podrían actuar como moderadoras de los precios en un momento concreto.

La respuesta a la primera pregunta es simple: Las paradas programadas de las centrales se deben comunicar por las empresas al Consejo de Seguridad Nuclearparadas programadas con cuatro meses de antelación para que sean autorizadas. La segunda cuestión es más complicada. En general, las centrales hidroeléctricas y sus embalses las manejan las empresas concesionarias de las instalaciones (Iberdrola es la que más instalaciones controla). Por supuesto, las empresas regulan el uso del agua para rentabilizarla (turbinarla) con el máximo beneficio.las manejan las empresas concesionarias

En estos momentos, según documentos confidenciales de Red Eléctrica de España (REE,) de fecha 14 de noviembre, a los que ha tenido acceso InfoLibre, los embalses están llenos. Por encima del máximo estadístico de reservas. Hay mucha agua. Tanta que las reservas del conjunto de los embalses superan la media estadística al situarse en el 56,3%. Pero el agua no se está utilizando para generar electricidad, lo que tiene un impacto negativo sobre los precios.

Comparación con Portugal

Ese impacto  se puede apreciar al comparar los precios del kilovatio en Portugal y en España, que son mercados interconectados. Los embalses portugueses dependen del agua que les llega de aguas arriba (de los ríos españoles) y la están utlizando en lugar de embalsarla. Por eso los precios se han desacoplado de los españoles y el lunes, por poner un ejemplo, el precio del kilovatio se situó 10 euros por debajo del cerrado de mañana en el mercado español (81,51 euros).

La marcha de los precios preocupa y mucho en el Ministerio de Industria. El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, aseguró el martes que "el Gobierno nunca va a permitir una subida del 12% o del 14%" nunca va a permitir en el recibo eléctrico, por lo que esta medida resulta "impensable".

Industria, también a través de su máximo responsable, José Manuel Soria, ha hecho hincapié en que los 3.600 millones de déficit tarifario que se registrarán en 2013 en contra de lo previsto, se pagarán en 15 años, con lo que las subidas, si las hay, no tendrían que ser ni cuantiosas ni inmediatas.

Más desfase

El presidente de la Fundación Renovables, Javier García Breva, no cree la versión de Industria. En su opinión, el desfase acabará recayendo sobre el consumidor que paga ya tarifas muy caras (las terceras más caras de Europa) y que observa cómo en un solo año, 2013, el recibo se ha encarecido hasta en cuatro ocasiones (enero, julio, agosto y octubre). "Cuando acabe el año" pronostica García Breva "el déficit superará los 4.500 millones". 

García Breva no está solo en la crítica. El presidente de Economistas Frente a la Crisis, Jorge Fabra, coincide en señalar dónde se encuentra el problema: problemalos costes que se reconocen a las empresas eléctricas. Ambos creen que no son costes reales.

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Pero como ha demostrado la reforma del sector planteada por Industria, introducir racionalidad en el funcionamiento del sistema eléctrico es muy complicado. Y muy delicado.

Hasta 2009, las compañías eléctricas podían contabilizar como ingresos los costes que se les reconcían y que no cobraban. Ahora, esa deuda la tienen que contabilizar como déficit. Eso afecta a su calificación de solvencia (rating) y las puede colocar en el radar de grupos con ambición.rating)

Ese es el problema, justo cuando las compañías llevan a cabo una carrera para reducir deuda (50.000 millones en conjunto), en un contexto de caída de la demanda (-2,4% acumulada en el año).

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