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ECONOMÍA

El desplome de los precios debilita el discurso de la recuperación

Enero registró la mayor caída de precios en 50 años

El ajuste brutal de la economía ha fabricado parados, ha deprimido el consumo y ha hundido los precios. Entre enero de 2013 y enero de 2014 los precios han crecido en España un 0,2%. Es la inflación más baja desde que se elabora la serie (1961). En principio parece una buena noticia. Al fin y al cabo, la inflación ha sido siempre el caballo de una economía poco competitiva.

Pero el hundimiento de los precios, además de poner en evidencia el discurso oficial de la recuperación, tiene efectos muy negativos en un contexto de crisis. Por citar tres: no contribuye a aliviar la carga de la deuda (280% del PIB), puede retrasar las decisiones de inversión y consumo de empresas y de familias y se come buena parte de la competitividad frente al exterior ganada mediante despidos y rebajas salariales. Sucede porque los precios de la eurozona (inflación en el (0,7%) también bajan. Al final, se agita la pesadilla del descenso continuado de precios (deflación). En enero, sólo subieron los alimentos y la luz. Toda una señal.

"Es peligrosísimo" asegura el economista Emilio Ontiveros (Analistas Financieros Internacionales). "Estamos ante un escenario de inestabilidad que, con tipos de interés próximos a cero, supone toda una manifestación de impotencia de las políticas (de ajuste y asusteridad) que se han aplicado".

Optimismo forzado

El análisis de Ontiveros choca con el discurso oficial del Gobierno. Tanto el Ministerio de Economía, a través del secretario de Estado, Fernando Jiménez Latorre, como el de Hacienda, através de la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fenández Currás, se apresuraron a destacar los aspectos positivos de la contención de precios. Según Latorre, las bajas tasas de IPC contribuirán a mantener el poder adquisitivo y, al final, a animar el consumo.

"Las rentas de los que tienen trabajo y un sueldo no sufren con la inflación baja" admite Ontiveros "pero eso sería muy positivo en un contexto de tasa de paro del 5%, en la situación actual, con un 26% de paro y crecimiento por debajo del 1% es para preocuparse".

Julio Rodríguez (Economistas Frente a la Crisis) comparte la preocupación. "El Fondo Monetario Internacional" explica "ha advertido en su último informe de actualización del riesgo de deflación en la eurozona. Es algo muy negativo que resalta la necesidad de adoptar políticas más dinámicas". 

El papel del BCEPero ¿quién tiene que adoptar esas políticas más dinámicas?

Fundamentalmente el Banco Central Europeo (BCE) que, ahormado por las tesis de Alemania, se enfrenta a un triple problema que no sabe resolver. al menos de momento: caída de precios, contracción del crédito y fragmentación financiera.

El BCE tiene como mandato estabilizar los precios en la eurozona en torno al 2%. "Estamos lejos del objetivo" asegura Ontiveros "por lo que el escenario es de inestabilidad". El BCE, considera el presidente de AFI "no está funcionando bien, su función de fontanero del crédito no es eficaz".

En general, el río de dinero barato ofrecido a la banca, no llega a las empresas necesitadas, especialmente, a las pequeñas y medianas. En España, las pymes pagaban intereses del 4,9% (datos de noviembre) frente al 2,9% de una empresa de similar tamaño en Alemania. 200 puntos de diferencia.

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Amagar sin dar

La acción del BCE, que amaga con forzar a la banca a abrir la mano del crédito penalizando sus depósitos en la entidad, levanta muchas críticas. Economistas como José Carlos Díez critican con dureza la acción del supervisor que, en contra de lo que están haciendo los bancos centrales de EE UU y de Japón, está recortando su balance (recursos y liuidez) hasta un 25% en los últimos ejercicios.

Pese a todo, economistas como Ángel Laborda, director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorro, asegura estar más sorprendido que preocupado por la evolución de los precios. "Si la inflación creciera en lugar de estar contenida, la situación sería mucho peor" explica Laborda en referencia a las consecuencias de las subidas de precios para las capas de la sociedad más afectadas por los seis años de crisis.

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