Directo
Ver
La gran paradoja del 21A: un Parlamento más soberanista, una ciudadanía menos independentista

La salida de la crisis

Las cifras de la industria desmienten el cambio en el modelo de crecimiento

Los precios industriales moderan el crecimiento en febrero

La realidad desbarata la propaganda. La cifra de negocios de la industria descendió un 2,5% en enero respecto al mismo mes de 2013, mientras que las entradas de pedidos del sector retrocedieron un 1,6%, también en tasa interanual, según datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con el dato de enero, la facturación de la industria encadena seis meses de tasas interanuales negativas. Los datos desmienten el discurso de cambio de modelo en el crecimiento de la economía que esgrime el Gobierno.

La oficina estadística comunitaria, Eurostat (sin considerar la energía) apunta a una caída del sector industrial en España de entorno al 30% entre 2008 y 2012, y lo sitúa en el 13,3% del producto interior bruto (PIB), frente a un 18% en Europa.

Con todos los esfuerzos volcados en destacar la buena marcha del sector exportador, la evolución del sector industrial revela que la incipiente recuperación, en el mejor de los casos, tiene los pies muy poco firmes. Es cierto que la balanza de pagos ha mejorado y que se ha reducido el déficit comercial, pero el punto fundamental del proceso es la caída de las importaciones. Menos actividad, menos consumo, menos compras en el exterior. En 2013, el déficit comercial se situó en 11.551,3 millones de euros, debido al crecimiento del 5,1% de las exportaciones y a la disminución en un 0,9% de las importaciones.

Datos de Comercio

Los mismos datos de la secretaría de Estado de Comercio muestran que el modelo español de crecimiento está lejos de relacionarse con la industria o la inversión en I+D. La inversión extranjera apunta al ladrillo y a los servicios. En 2013, mientras la inversión extranjera creció un 42% en banca y seguros y más del 66% en actividades inmobiliarias, en la industria se hundió un 38,5%.

Los datos reflejan el verdadero punto fuerte de la economía española en estos momentos: una gran oferta de activos, sobre todo inmobiliario, a precios de derribo.

La gran diferencia entre la evolución de sectores como el financiero y el industrial, donde se registra un grave impacto en el empleo, ha llamado la atención de muchos estudiosos, incluidos los de la Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana (ATTAC). "La banca, que incubó, desarrolló y propagó la crisis financiera, se ha recuperado formidablemente gracias a las generosas inyecciones de dinero público" sostiene la organización. "Pero la economía real" -prosigue- "esa que genera empleo y mejora el ingreso, sigue en declive".

Según la agencia estadística europea Eurostat, la producción industrial de la zona euro cayó un 0,8% en 2013. Así, el pasado fue otro año de retroceso tras la caída del 2,5% por ciento de 2012.

Estancamiento

Para España, el estancamiento industrial es un golpe donde más duele, el empleo. Desde 2008, el sector ha destruido 940.500 empleos asalariados, lo que significa superar en seis años las cifras alcanzadas durante toda una década de reconversión industrial, una poda  que se llevó por delante desde 1976 hasta 1985 un total de 813.000 puestos de trabajo, según los registros de la Encuesta de Población Activa (EPA).

La realidad de la industria está lejos de ser el motor exportador que va a salvar una economía sin pulso interno, tal y como defienden los tecnócratas del Ejecutivo. Lo explica así Jorge Blázquez Lidoy (Economistas Frente a la Crisis):  las exportaciones y la actividad industrial, que en la última década "iban a la par", se han desacoplado.

"Las exportaciones", explica Blazquez Lidoy, "crecen pero no se comportan como sector tractor de la economía". En otras palabras, el sector del que más presume el Gobierno, el exportador, que supone un 33% de la riqueza del país (PIB), no basta para empujar hacia la salida de la crisis.

"Solo parte de la industria tiene capacidad exportadora", sostiene el economista Antonio González, para concluir que la mayor parte de la actividad industrial está enfocada hacia una demanda interna que se ha hundido y que sufre la "restricción del crédito por la falta de capitalización del sector bancario".

Filiales industriales

La industria acelera su caída y suma seis meses en negativo

La industria acelera su caída y suma seis meses en negativo

Buena parte de esa capacidad exportadora a la que alude el economista recae, además, en filiales industriales de empresas foráneas. Esas filiales suponen la cuarta parte del total de empresas extranjeras en España. En número son pocas (1,75% del total de la industria), pero controlan el 37,2% del volumen de negocio industrial (213.719 millones) y el 35% del empleo (427.643 personas). Son fundamentales, además, en una actividad vital, la investigación. Según la consultora PWC son responsables de más de un 26% de la inversión en I+D ejecutada por el sector empresarial y del 30% de la inversión financiada.

Las multinacionales son, de hecho, la base del puntal exportador sobre el que el Gobierno trata de desarrollar el mensaje de la recuperación. Exportan, sobre todo, un puñado de compañías grandes, automovilísticas, químicas, farmacéuticas y alimentarias que han acudido a España atraídas, sobre todo, por la disminución de costes laborales.

El proceso lo explicó de forma rotunda el presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, en un acto celebrado en Navarra para presentar el documento elaborado por el Consejo Empresarial para la Competitividad, "España emprende y exporta". "Exportamos porque somos competitivos y estamos a un nivel de salarios por unidad del año 99" mientras que en otros países los salarios han ido creciendo, destacó Fainé.

Más sobre este tema
stats