MACROECONOMÏA

El Gobierno espera que el BCE actúe contra la deflación y apuntale un crecimiento incierto

El BCE empieza a pensar en la rebaja de tipos de interés

El Gobierno mira hacia Francfurt. De ese lugar, sede del banco Central Europeo, espera que lleguen buenas noticias en cuestión de horas. El jueves, el BCE decidirá si imita las políticas de mano abierta de otros bancos centrales como los de EE UU y Japón para animar la economía europea o, por el contrario, permanece de brazos cruzados mientras los precios se desploman en un contexto de crecimiento anémico. Para España es crucial que el BCE actúe porque la recuperación de la economía todavía sólo es una realidad sobre el papel.

El gran miedo es la deflación. El BCE tiene como mandato mantener la inflación bajo control en torno al 2% y ese objetivo, hoy día, está muy lejos. En la eurozona, la inflación se situó en marzo en una media del 0,5%. En España, los precios cayeron a tasas negativas (-0,2%): La caída, forzada por el desplome del consumo; empujado a su vez por el desplome de los salarios, consecuencia de una reforma laboral que mantiene el paro por encima del 25% de la población activa, es una muy mala noticia. Aunque aparentemente suponga un alivio para los bolsillos más exhaustos, el desplome de los precios frena el crecimiento y dificulta el control de la deuda, camino del 100% del PIB.

Aunque el Gobierno revisará al alza este mes, las previsiones de crecimiento para todo el año (del 0,7% adelantado al entorno del 1,5%), la clave está en Francfurt. Porque pese al optimismo que el Ejecutivo gasta a espuertas, los números son muy machacones, además de preocupantes. 

Últimos datos

Basta un rápido repaso de los últimos datos de coyuntura para entender la angustia gubernamental. El crédito a empresas y familas aceleró su caída en febrero (-5,4%), según el Banco de España y los precios se han hundido, incluidos los industriales (-2,9% en febrero, la mayor caída en cinco años), lo que agita el riesgo de deflación. Además, las ventas al por menor siguen a la baja (un 0,5% en febrero), tras un cuarto trimestre del año pasado muy flojo. ¿Más?, las pernoctaciones en hoteles se han reducido en los dos últimos meses respecto al mismo periodo del año anterior. ¿Más aún? En 2013, sólo el desafe entre ingresos y gastos procedentes de impuestos (9.000 millones), más los desvíos en los ingresos a la Seguridad Social (8.000 millones) delimitan un agujero muy preocupante de 17.000 millones de euros.

Frente a esa retahíla de malas nuevas, el Gobierno esgrime un optimismo forzado al máximo en el que incluso los incumplimientos se transforman en datos "en línea" con los objetivos. Así ha sucedido, por ejemplo, con el déficit público de 2013. El objetivo (6,5%), se ha incumplido. Sin tener en cuenta las ayudas a la banca, el déficit se situó en el 6,62%. Esas décimas son las que permiten al Gobierno sostener que cerró el año "en línea" con las exigencias de Bruselas.

Todo ello, además, a pesar de que la cocina de los ajustes funcionó a todo ritmo. Según publicó la agencia Bloomberg, el Gobierno adelantó en 2013 la fecha de cierre de gastosagencia Bloomberg del presupuesto al 25 de noviembre, En 2012 fue el 3 de diciembre y en 2011 fue el 30 de diciembre. Aunque fuentes del Gobierno restan trascendencia a ese adelanto, es un elemento más en las sospechas que rodean a las cifras oficiales, pendientes de ratificación en Bruselas.

Deuda pública

Con este panorama no es de extrañar el ansia con que el Gobierno mira hacia el BCE. Una frase del economista José Carlos Díez ayuda a ilustrar la angustia que trata de difuminar el Ejecutivo. "España" sostiene el economista "no tiene riqueza, ahorro interno y credibilidad fiscal para tener una deuda pública del 100%".

Y ese porcentaje está a punto de ser alcanzado En dos años, la deuda pública española se ha incrementado en 250.000 millones. En el caso de España, adeudar el 100% del PIB equivale a deber 1,02 billones de euros que suponen cada año el pago de 36.590 millones de euros (presupuesto 2014) sólo en intereses.

La deuda pública arranca 2014 con un nuevo récord

La deuda pública alcanzó en enero 979.316 millones de euros (95,7% del PIB), pero superará el billón de euros en torno al verano. Son 21.744 euros por español. Organismos como el Instituto de Estudios Económicos (IEE) y la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) coinciden en que en 2015 la deuda superará el 103% del PIB.

Las cifras de endeudamiento, que en porcentaje son las más altas en un siglo, situarán a España entre los diez países de la OCDE con deuda por encima del 100% de su PIB. España acompañará a Japón (233% del PIB), Grecia (189%del PIB), Portugal e Italia (140%); Irlanda (126%), Islandia (124%), Francia (116%); Reino Unido (113%): EE UU (1105) y Bélgica (104%).

La situación es delicada. Si el Eurogrupo no logra cambiar el paso en las decisiones del BCE, el riesgo de impago de la deuda en países como España puede dejar de ser una hipótesis lejana. Economistas Frente a la Crisis aboga, por ello, porque la UE tome ya medidas y modifique el Pacto de Estabilidad para incentivar la inversión pública, mutualice riesgos financieros y libere la política monetaria del BCE de las restricciones que imponen los países del Norte que encabeza Alemania.

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