Macroeconomía

El Gobierno admite que el paro no bajará del 20% hasta el 2017

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saéz de Santamaría,c, acompañada por los ministros de Economía, Luis de Guindos,iz., y de Hacienda, Cristóbal Montoro, poco antes de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado este miércoles

El 26 de abril de 2013, la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro de Economía Luis de Guindos y el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro protagonizaron una cenicenta comparecencia en La Moncloa al presentar unas previsiones muy negativas en materia de empleo y crecimiento. Un año después, los mismos protagonistas comparecieron para apuntalar el mensaje del optimismo con una revisión del cuadro macroeconómico 2014-2017 con estos puntos centrales: crecimiento acelerado de la economía (1,2% en 2014 y 1,8% en 2015) y creación de 600.000 empleos en dos años que permitirá reducir el paro en 800.000 personas. La clave, tras la destrucción de más de un millón de empleos en dos años, está en la caída prevista de la población activa.

La mejora de la economía, en opinión del Ejecutivo, permitirá rebajar en 100.000 personas el número de parados que el Gobierno del PP se encontró al asumir el poder a finales de 2011. En el cuarto trimestre de aquel año, el paro acabó en una tasa del 22,85%, con 5.283.300 desempleados, según la Encuesta de Población Activa (EPA). El paro sólo bajará del 20% (19,7%) en 2017 si se cumplen las previsiones.

Con el cuadro presentado, el empleo crecerá un 0,6% este año, un 1,2% en 2015 y un 1,5% en 2016, siempre en términos de contabilidad nacional. Sin embargo, la mejora no será suficiente para compensar el desastre registrado en los dos últimos ejercicios, con más de un millón de empleos destruidos.

Matices

Los números y porcentajes adelantados estuvieron plagados de matices porque en lo referido al paro se utilizaron estimaciones basadas en la contabilidad nacional y no sólo en la Encuesta de Población Activa (EPA). "Si miramos el conjunto de la legislatura, el número de parados será inferior en 100.000 personas y la tasa de paro será también inferior", dijo Guindos. 

El empleo fue el tema central de la presentación porque la EPA del primer trimestre ha echado un jarro de agua fría sobre el mensaje de la recuperación que el Gobierno lleva meses tratando de extender. En un trimestre la EPA certificó la destrucción de 184.000 empleos. 

Con las exportaciones a toda máquina, creciendo al 5% este año y al 6% el que viene, el PIB español, según la previsión, irá de mejora en mejora en los próximos años: crecerá un 1,2% en 2014, un 1,8% en 2015, un 1,3% en 2016 y un 3% en 2017.

Optimismo a toda prueba

Con la vela del optimismo desplegada, el Gobierno se compromete a ir más allá en la reducción del déficit público este año de lo que exige Bruselas. El 5,8% previsto incialmente  llegará al 5,5% (el año 2013 cerró en el 6,62% sin tener en cuenta las ayudas a la banca). para el 2015, el objetico de déficit (4,8%) no cambia.

Tan bien va todo que no existe contradicción aparente entre la obligación de reducir el déficit y la promesa de bajar impuestos. En este sentido, Montoro adelantó que  que la rebaja de IRPF y del Impuesto de Sociedades que se hará en el marco de la reforma fiscal que se presentará en junio devolverá a los contribuyentes 7.600 millones.

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La rebaja de IRPF, según el ministro, aportará unos 5.000 millones entre 2015 y 2016, mientras que la reducción del Impuesto de Sociedades supondrá una rebaja de 2.600 millones. Además, Montoro garantizó que el Gobierno no subirá los impuestos y que cualquier incremento se deberá a la normativa comunitaria.

La revisión del cuadro macroeconómico aprobada forma parte de la actualización del Programa de Estabilidad que el Gobierno está obligado a enviar a Bruselas junto con el Plan Nacional de Reformas. Pese al optimismo oficial, tampoco se aprobó en un buen día porque los datos de comercio (Índice General del Comercio Minorista del INE) y de balanza de pagos tampoco van bien.

El índice de comercio muestra una caída de la facturación del 0,5% en marzo, mientras que la balanza de pagos, con datos del mes de febrero muestra un balance negativo por segundo mes consecutivo y el peor desde agosto de 2012, con la salida de 8.700 millones de euros.

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