Brufau prepara una gran inversión de Repsol para sofocar la tensión creciente con Pemex

Ningún presidente de una empresa cotizada en Bolsa puede sentarse encima de 10.000 millones de euros y contemplar cómo crece la hierba alrededor. Los principales accionistas de la petrolera Repsol están convencidos de que el presidente de la compañía, Antonio Brufau, con más de 10.000 millones de euros en la cartera tras las últimas operaciones realizadas, prepara una compra de activos importante. Pero no es sólo lógica empresarial y de mercados. La operación, sostienen las fuentes consultadas, servirá además para sofocar el nuevo enfrentamiento abierto con la petrolera estatal mexicana Pemex, propietaria de un 9,4% del capital de Repsol, tras la renovación de la cúpula de la petrolera y el nombramiento del nuevo consejero delegado, Josu Jon Imaz.

Pemex jugó un papel fundamental en la presión para que Repsol cerrara el enfrentamiento con el Gobierno argentino por la expropiación de YPF y considera frustrados todos los compromisos supuestamente aceptados por la petrolera, con acuse de recibo del Gobierno español. La compañía estatal mexicana amenaza con abandonar la compañía porque no ha logrado que Repsol nombre un consejero delegado de consenso y porque se ha quedado sin designar un director general en el comité de dirección.

La tensión en alza entre Repsol y Pemex es un segundo capítulo en el intento que ya protagonizaron los mexicanos hace dos años para mover la silla a Brufau en alianza con la constructora Sacyr. La ruptura de aquella alianza y la firma de la paz, sostienen fuentes de uno de los grandes accionistas nacionales de la petrolera, conllevó el compromiso facilitar las inversiones en refino de Pemex en España y el de aumentar las inversiones de Repsol en el Golfo de México. Para cerrar el conflicto de 2011, Pemex y Repsol firmaron en enero de 2012 un  pacto que incluyó el compromiso por 10 años de Pemex de no bajar del 5% ni de exceder el 10% del capital de la española.

Compromisos incumplidos

Pemex considera que aquellos compromisos se han incumplido y ha trasladado a La Moncloa todo su enojo por las últimas decisiones adoptadas por la cúpula de Repsol. Lo ha hecho a través del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Pemex no confirma la información, si bien fuentes cercanas a la compañía mexicana admiten que Feijóo ha trasladado el parecer de la empresa a altas instancias del Gobierno en distintas ocasiones.

La tensión entre Pemex y Repsol ha ido en aumento en las últimas semanas. El consejero de la petrolera mexicana en Repsol, Arturo F. Henriquez, viajó junto al presidente de Endesa, Borja Prado, al partido de fútbol que enfrentó al Real Madrid y al Bayern de Munich en Alemania unas horas antes de que Repsol anunciara el nombramiento de Josu Jon Imaz como nuevo número dos de la compañía. En el acto que celebró los 25 años de Repsol en los mercados, la representación de la embajada mexicana fue de segundo nivel.

En este ambiente de enfrentamiento, el secretario español de Cooperación Internacional, Jesús Gracia, anunció que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, visitará España los días 9 y 10 de junio. Antes de la visita, Pemex certificará en el consejo de la empresa de construcción naval Hijos de J. Barrera (la compañía que adquirió a finales de 2013) que sigue en pie el encargo de los dos floteles (hoteles flotantes que se acoplan a las plataformas petroleras) por importe de cerca de 600 millones de euros.

Brufau ganó casi 5 millones al frente de Repsol en 2013

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En primer plano

Tras el cierre del pleito con el Gobierno argentino por la expropiación de YPF, Repsol se ha colocado en primer plano de actualidad tanto por méritos propios como ajenos. La compañía anunció el nombramiento de un consejero delegado que fue una sorpresa; vendió el paquete de acciones (11,6%) que mantenía en la que fue su filial y convirtió en moneda parte de los bonos argentinos que compensaban la expropiación. Al mismo tiempo que Pemex amagaba con abandonar la compañía y OHL negaba su intención de sustituir a los mexicanos. Otro gran accionista, Sacyr (9,2% de Repsol), sopesa según El Confidencial desprenderse de parte de su acciones en la petrolera.

Para Pemex, la visita del presidente Peña Nieto a España es un momento crucial. Por parte de Repsol no hay valoraciones. Días antes de la visita de Estado, el miércoles 28 de mayo, está previsto que se reúna el consejo de administración de la petrolera española. Fuentes de la compañía sostienen, únicamente, que Brufau "intentará reconducir" el enfrentamiento con el accionista mexicano.