Transporte

Fomento prepara la autorización de ‘megacamiones’ de 25 metros de longitud y 60 toneladas

Camión de más de 25 metros.

Un tren con ruedas, largo como un edificio de ocho plantas y con un peso de 60 toneladas. Es el megacamiónque el Ministerio de Fomento se propone autorizar, según ha comunicado a las asociaciones de transportistas. La propuesta está recogida en documentos y ha sido tratada en una reciente reunión del director general de Transporte Terrestre, Joaquín del Moral, con representantes del sector. Los argumentos a favor de los megacamiones son que ahorran combustible y emisiones de CO2. Pero el tema es polémico. Los megacamiones están prohibidos en Alemania, Francia, Reino Unido, Portugal e Italia y sólo circulan, bajo condiciones muy estrictas, en países del norte de Europa.

En el Plan de Medidas para el Crecimiento aprobado el viernes figura como una de ellas la "adaptación progresiva de los pesos y dimensiones de los vehículos al marco vigente en los países de nuestro entorno". "Aumentará", asegura el Plan, "la competitividad del transporte y la seguridad vial con un ahorro en costes directos de transporte de 408 millones de euros (8,8%), de 84 millones de litros de gasóleo y de 226.800 toneladas de CO2". infoLibre intentó contrastar con Fomento, sin conseguirlo, si la medida está relacionada con la autorización del megacamión. El Plan contempla también 405 millones (cofinanciados por el Banco Europeo de Inversiones y entidades privadas) para sustituir 2.500 vehículos pesados.

Las asociaciones de transportistas están siendo muy cautas en la valoración de la propuesta. Frente a las ventajas que destaca el ministerio de Ana Pastor, con reducciones de hasta el 15% en el consumo de combustible y del 5% en las emisiones de gases de efecto invernadero, organizaciones como Fenadismer (32.000 pymes de transporte por carretera) sostiene que “de generalizarse este tipo de vehículos, supondría una reducción de la flota actual superior al 15% y un importante incremento de los costes de mantenimiento de las infraestructuras viarias para adaptarlas a las nuevas magnitudes de esta categoría de vehículos”.

Sin criticar abiertamente la propuesta, la organización empresarial que preside Julio Villaescusa sí muestra su preocupación porque estos vehículos de gran peso pueden afectar las infraestructuras sobre las que circulan, con desgaste del firme, problemas en los giros en las rotondas, aceso a túneles, presión sobre los puentes...

Un tren sobre ruedas

La imagen de un tren con ruedas es común en Australia, con vías despejadas durante centenares de kilómetros, escaso trafico y largas distancias a cubrir. Sin embargo, en países como España, la situación es muy distinta. Santos Núñez, ex presidente de la Comisión de Políticas Sectoriales y Medio Ambiente del Consejo Económico y Social, critica la propuesta, entregada a las asociaciones de transportistas en mayo.

En opinión de Núñez, con la utilización de vehículos para el trasnporte de mercancías con peso y dimensiones equivalentes a un Boeing 737-300, lo que persigue el lobby de transportistas es reducir sus costes operativos, aunque sea a costa del incremento de los costes ambientales, sociales y económicos.

Alemania lo tuvo claro. En 2007, la Agencia Federal para el Medio Ambiente constató que “los megacamiones no contribuirán al transporte sostenible de mercancías. Su uso no reducirá la amenaza contra el medio ambiente ni la presión sobre las infraestructuras viarias. Al contrario, aumentarán los riesgos de seguridad – desde el punto de vista medioambiental– y generará un traspaso (negativo) del ferrocarril a la carretera”. Como la agencia alemana, numerosas organizaciones se oponen a la circulación de este tipo de vehículos.

Contra el ferrocarril

La autorización que propone Fomento es, además, una señal muy clara de que el ferrocarril pierde puntos como alternativa eficiente a la carretera en el trasporte de mercancías. La red ferroviaria convencional, sostienen los defensores del tren frente a la carretera, está infrautilizada. Tan sólo un 3% de las mercancías en España se transporta por un sistema ferroviario volcado en los servicios de Alta Velocidad.

Frente a la carretera, los defensores del ferrocarril como alternativa de transporte de mercancías destacan que con ligeras adaptaciones se podría conectar la red ferroviaria a los grandes centros logísticos españoles y a los principales puertos, convirtiendo a la Península Ibérica en el gran centro logístico del sur de Europa y el norte de África.

Para las empresas logísticas, la propuesta ministerial sobre megacamiones es providencial. Sostienen que España cuenta con excelentes autovías y muchos polígonos industrialesautovías y el plan de Fomento les dará mayor flexibilidad, un aumento de la capacidad y facilitará la rebaja de costes.

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Caída de matriculaciones

El transporte pesado de mercancías por carretera, según datos del sector, ha registrado una reducción en las matriculaciones de vehículos de más del 70% desde el inicio de la crisis. Ha pasado de los 36.000 camiones matriculados en 2007 a los 11.000 de 2013. La flota ha envejecido y ha pasado de 4,7 años de media a 7,2 años, algo preocupante para un país con un alto índice de accidentes con víctimas en la flota de camiones pesados.

El transporte pesado, según destaca Fenadismer, había sido hasta ahora el único segmento del transporte por carretera que no ha estado amparado por ningún plan público de ayudas, del que sí disfrutaban los vehículos ligeros y las furgonetas. 

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