Concursos de acreedores

Un centenar de administradores copan el negocio de los concursos de acreedores en los juzgados

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, esta semana durante su intervención en un encuentro empresarial.

Son en torno a 5.000 en toda España, aunque menos de un centenar pueden presumir de llevar más de 20 asuntos. Los eligen los jueces entre abogados, economistas, titulados mercantiles y auditores y están en la picota porque su trabajo está considerado un chollo muy bien remunerado. Son los administradores concursales. Su labor consiste en controlar las empresas en dificultades (declaradas en concurso) hasta llegar a un convenio con sus acreedores o liquidarlas. Tanto sus retribuciones como el sistema de elección tienen los días contados, aunque están dispuestos a plantar cara. 

El Gobierno considera el sistema en el que se mueve hoy la administración concursal un coto cerrado y oscuro que favorece prácticas discutibles. Así lo denunció públicamente, entre otros, el ex fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo. Por ello, la reforma de la Ley de Reestructuración y Refinanciación (Real Decreto-Ley 4/2014) quiere crear una especie de órgano colegiado o registro de administradores encargado de elegirlos.

Pero los administradores concursales se resisten. Los más activos han creado una asociación para oponerse a los planes que diseña el Ministerio de Economía y que, en palabras del diputado del PP Vicente Martínez Pujalte, cambiarán el sistema de elección, remuneración y supervisión de los administradores.

En la asociación están algunos de los administradores concursales más conocidos, según fuentes del colectivo, como Gregorio de la Morena, Alejandro Latorre o Rafael Martín Rueda. La idea de los promotores de la asociación es participar en el debate de la norma que está en tramitación en el Parlamento y disolverla una vez se apruebe la ley.

Relaciones

Pero lo más importante del debate es que pone de manifiesto cómo "trabaja" la administración concursal. En la elección, reconocen fuentes del colectivo, es fundamental la capacidad de relación con jueces y funcionarios y la habilidad para estrechar lazos con los grupos más activos en cada sector. ¿Corrupción y comportamientos poco éticos? "No más que en otros sectores", señala uno de los miembros del colectivo incluidos en la asociación.

Pero lo cierto es que los administradores concursales son un grupo amplio, pero no abierto. Su éxito y sus encargos dependen de las relaciones que establecen en seminarios -"se celebran 10 al mes" sostiene un miembro del colectivo-; relaciones de confianza como las establecidas por un profesor universitario que da clases a futuros jueces y tiene un notable número de asuntos entre manos o la asistencia a másteres  que imparten fundaciones especializadas (Fundación para la Investigación sobre el Derecho y la Empresa o la Fundación Instituto de Derecho Concursal). En algunos casos, el motor de esas fundaciones lo componen antiguos magistrados que se conocen al dedillo los pasillos de los juzgados.

En lo alto de la lista

Algunos de los miembros de las fundaciones, como Pedro Martín Molina (presidente de Fundieco y socio en Estudio Legal y Económico) están en el "top" de la actividad concursal. El Ranking Infocif sitúa a Martín en el número dos de la lista de administradores con más empresas entre manos (143). El primer puesto lo ocupa, de forma destacada, Interconcursal SLP (285), una asociación de despachos profesionales independientes en la que participan administradores que también ocupan puestos destacados en el ranking a título individual como es el caso de Gregorio de la Morena o Edorta Etxarandio.

La forma en la que se establecen las relaciones juez-administrador y el hecho de que apenas un centenar de administradores (ya sean individuales o sociedades) copen el trabajo ha desatado numerosas críticas. Entre ellas las del ex fiscal de la Audiencia Nacional, Ignacio Gordillo.

Fagor solicita el concurso de acreedores con una deuda de más de 800 millones

Como Gordillo, el Gobierno, apoyado en este caso por el PSOE, considera que es el momento de introducir cambios. También en las retribuciones. Los administradores cobran un porcentaje sobre el activo y el pasivo de las empresas quebradas que administran. Sólo en 2013, las empresas que entraron en concurso de acreedores fueron 8.934, con una media de activos de 7,3 millones de euros. Es mucho dinero en juego.

Sin embargo, un administrador de los que participan en la asociación puntualiza: "No todos los concursos dejan 800.000 euros en una primera fase como podría ser el caso de una de las autopistas quebradas... En el 50% de los casos no podemos cobrar cantidad alguna y lo que parece lógico es que unos casos compensen otros". Las cifras que reconoce manejar este administrador están, en todo caso, muy lejos de la media que denunció el ex fiscal Gordillo para estos profesionales: 250.000 euros.

Al margen del debate sobre formas de elección y retribuciones, lo cierto es que de Badajoz a Salamanca, pasando por Valencia o Cataluña la polémica en torno a los administradores concursales está a la orden del día. 

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