El Gobierno encara el año electoral con la promesa de crear 900 empleos diarios

El Gobierno sabe que el desempleo es su talón de Aquiles. La EPA de junio, en el año declarado oficialmente como el de la recuperación, mostró 5.622.900 millones de parados en junio, con una tasa de desempleo del 24,6%. Insoportable. Con el año electoral a las puertas, el Gobierno ha decidido mejorar todas las previsiones de creación de empleo para airearlas, aunque sea sobre el papel. El cuadro macroeconómico aprobado el viernes, la base de los próximos Presupuestos Generales del Estado, prevé un mayor crecimiento en 2014 y 2015 (1,3% y 2% del PIB), lo que permitirá crear 622.000 empleos en dos años: casi 900 empleos de media al día, una cifra redonda para un  año electoral.

Hasta el mes de junio, según el último Boletín del Banco de España, se habían creado 181.000 empleos, con un avance interanual del 1,1%. Para el conjunto del año, sin embargo, el Gobierno espera un aumento del empleo del 0,7%. Serán 274.000 empleos creados en 2014, que se sumarán, en 2015, a otros 348.000 nuevos puestos de trabajo que dejarán la tasa de paro en el 22,2% (datos EPA), cuatro décimas por debajo de la tasa registrada a finales de 2011. En el mejor de los casos, aunque se cumplieran las estimaciones, el número de parados al fin de la legislatura seguirá estando por encima de los cinco millones. Menos población activa

Más aún. El actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, puede ser el primer presidente de la democracia que se despida del cargo -si no gana las próximas elecciones- con menos gente trabajando que cuando llegó a la presidencia. En 2011, la media trimestral de españoles trabajando o buscando empleo -datos de población activa de la EPA- fue de 18.421.000 personas. El escenario que dibuja el Gobierno, en el mejor de los casos, prevé un fin de legislatura con una población activa de 17.757.000.

Para que cuajen unas previsiones que el Gobierno, a través del ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, calificó de "conservadoras", se tiene que cumplir la teoría de que una bajada de impuestos conlleva siempre un aumento de la actividad y del consumo. Es la curva de Laffer que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pondrá en marcha el próximo año con la rebaja de impuestos que recortará los ingresos en 9.000 millones de euros en dos años.

Esa mayor actividad animará la demanda interna, el nuevo motor de la economía. Las cuentas del Ejecutivo esperan que ahora que las exportaciones ya no tiran, el relevo lo tome la demanda interna, con un consumo privado disparado por encima del 2% este año y el próximo. La construcción contribuirá por primera vez de forma positiva a la economía en 2015 (más de tres puntos). La explicación puede estar en la obra pública en año de elecciones.Cambios estadísticos

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Con la previsión de aumento del PIB, más los cambios estadísticos que han sumado a la economía 26.000 millones de euros, el Gobierno tiene más holgura para calcular ingresos, gastos, y cumplir con las obligaciones de reducción del déficit público (5,5% del PIB máximo este año y 4,2% el siguiente).

El Estado se gastará 129.000 millones de euros. Supone un recorte de 4.200 millones respecto a este año.  El recorte se explica especialmente porque habrá 4.500 millones de euros menos para el subsidio de desempleo. El ministro de Hacienda atribuyó ese menor gasto en desempleo a la mejora del mercado de trabajo, con menos personas que pedrerán su empleo, antes que al recorte de prestaciones.

Por su parte, los intereses de la deuda pública totalizarán 35.500 millones de euros (un 3% menos). Los ministerios verán prácticamente congelado su presupuesto, que sumará 34.500 millones. Respecto a los ingresos, el Gobierno calcula que ingresará un 3% más que este año, en total 133.000 millones.