Ayudas públicas, negocios privados

Montoro pone el broche de oro a 20 años y 3.600 millones de ayudas al automóvil con otra prórroga del Plan PIVE

Competencia amenaza con imponer una multa histórica al sector del automóvil

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha anunciado una prórroga para que el Plan PIVE 6 de ayudas a la compra de automóviles se siga aplicando en los meses de noviembre y diciembreprórroga tras agotar los 175 millones previstos para el ejercicio 2014. A la espera de otro programa de apoyo al sector con dinero público para 2015 (será el Plan PIVE 7, dotado ya con otros 175 millones), la prórroga pone un broche dorado a 20 años de estímulos a las ventas en la industria del motor.

Desde el año 1994, cuando empezaron las inyecciones de fondos públicos para renovar el parque automovilístico, el importe de las ayudas con este fin supera los 3.600 millones de euros. Los fabricantes, agrupados en la patronal Anfac, destacan que las empresas han puesto una cantidad similar a los largo de estos años para sostener el negocio "con un importante efecto transversal, tanto en la recaudación de impuestos como en negocios relacionados, como los seguros".

Sólo desde 2012 hasta la fecha, las ayudas de los Programas de Incentivos al Vehículo Eficiente (PIVE) suman 715 millones de euros. Fueron 75 millones de euros en 2012 (PIVE I), 150 millones en el PIVE 2, 70 millones en el PIVE 3, la misma cantidad en el PIVE 4, 175 millones en el PIVE 5 y 175 en el PIVE 6 –sin considerar su prórroga–. El apoyo con fondos públicos fue esencial para que las ventas crecieran en 2013 tras dos años de caídas.

Exportaciones

Las grandes multinacionales instaladas en España dedican la mayor parte de la producción a otros mercados. El 87% de los automóviles y el 67% de los componentes que fabrican los exportan. A pesar de que no parece lógico, reciben ayudas para vender en España. Los fabricantes lo justifican porque contar con ventas significativas en el país les permite ser competitivos dentro de sus propios grupos y aspirar a fabricar nuevos modelos. 

El  automóvil (9% del empleo, 1,6 millones de trabajadores entre directos e indirectos), ha capeado la crisis y las ayudas siguen siendo polémicas. ¿Por qué el automóvil, a diferencia de otros sectores, recibe apoyo público? 

El economista Jorge Blázquez Lidoy resume la controversia: "Este tipo de ayudas sólo sirve para adelantar las decisiones de compra y superar baches (de ventas)". Lógicamente, los fabricantes se resisten a que desaparezcan. "O se mantienen indefinidamente o tarde o temprano las ventas caen" concluye Blázquez Lidoy.

De momento, las ayudas duran ya dos décadas. Los 3.600 millones se han repartido en los programas Renove (1994-1997), Prever (1998-2007), Vive (2008-2010) y PIVE (2012 en adelante). Los periodos más fructíferos para la industria fueron los comprendidos entre 1997 y 2007, con medidas que costaron al Estado 1.745 millones de euros, y el periodo 2008-2010, cuando se inyectaron al sector 1.200 millones.

Transparencia

La cuenta no siempre ha sido transparente. Los 1.745 millones de euros repartidos a las empresas entre 1997 y 2007 con el Plan Prever se conocieron gracias a las preguntas de CiU en el Congreso, respondidas por el Gobierno en el año 2008. Las ayudas, detallaba la respuesta del Ejecutivo, habían ayudado a renovar la flota automovilística de más de 10 años, con la sustitución de 3.630.000 vehículos antiguos.

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El sector del automóvil es fundamental en la economía española. Un estudio de la consultora PwC sobre el sector lo demuestra: la industria automovilística supone el 10% del PIB español, emplea al 9% de la población activa y representa el 12% de la inversión en I+D+i. Pero la importancia de la industria no oculta el riesgo de que 20 años de apoyo público hayan creado adicción, como así señalan algunos analistas.

El peso del sector, importante para el empleo general y vital para algunas regiones, ha facilitado todo tipo de apoyos y ayudas a la actividad, no sólo de la Administración central, sino también de la autonómica y local. Los fabricantes han tenido siempre relaciones fluidas con los sucesivos gobiernos.

Con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, la sintonía llevó al nombramiento en enero de 2012 del director general de Anfac, Luis Valero, como secretario general de Industria y pymes. Valero dejó el cargo en enero de este año.

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