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Los abusos de las empresas

La amenaza de cierres y despidos de Alcoa enfrenta a Industria con Red Eléctrica y Competencia

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, acompañado por el delegado del Gobierno, Samuel Juárez, durante una visita a la planta de Alcoa en Cervo (Lugo).

La multinacional estadounidense del aluminio Alcoa mantiene la presión sobre el Ministerio de Industria. La amenaza es clara: O consigue ayudas para pagar menos por la electricidad que consume en el proceso de producción o cierra las plantas de Avilés (Asturias)  y A Coruña (Galicia). Los rehenes del pulso son 800 empleados, 400 en cada planta.rehenes del pulso Las dos plantas sobre las que pende la amenaza  quedaron fuera de la subasta convocada a mediados de noviembre por Industria para determinar la cuantía de las ayudas eléctricas que recibirán grandes empresas en 2015. La subasta, con un presupuesto inicial de 550 millones cerró con un ahorro de 200 millones. Pero desató las presiones de la multinacional. Ahora, todo apunta a que la presión ha dado fruto y a que Industria convocará otra subasta para que Alcoa consiga la rebaja. Un proceso a medida.

La polémica, teñida de ribetes políticos, ha provocado el desmarque del gestor del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE) de las decisiones de Industria. Tampoco la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC), encargada de velar por la igualdad de condiciones entre empresas, quiere verse salpicada. REE sostiene que su labor se limita a gestionar la logística de la polémica subasta, mientras que Competencia dice que sólo es el árbitro de un juego cuyas reglas las marca el departamento que dirige José Manuel Soria. Industria, por su parte, se remite a las declaraciones del ministro.

Sin embargo, no es tan sencillo. Tras la primera y polémica subasta, REE apuntaba  hacia Competencia para arreglar el entuerto. En el documento en el que REE daba cuenta de la validación de la subasta, la compañía aclaraba que Competencia podía "establecer condiciones adicionales para participar en la hipotética subasta extraordinaria. Incluso recomendar un precio de salida diferente". Una patata caliente para el superregulador.

Competencia sólo valida

Frente a la versión de REE, la portavoz de la CNMC es rotunda en la explicación: "Lo único que hace Competencia, exclusivamente, es validar la subasta tras comprobar que el proceso competitivo ha sido correcto y se han respetado las reglas y el derecho". ¿Quién decide las reglas (y el precio)? "Industria" sostienen en la CNMC.

Al margen de las diferencias en la Administración, Alcoa se mantiene firme en sus peticiones y presiones. Necesita ayuda para pagar la luz que tiene contratada con todas las grandes eléctricas. Para pagar menos, Industria tiene que convocar una nueva subasta. Se trata de poner precio a la ayuda -el llamado servicio de interrumpibilidad por el que las grandes empresas se comprometen a desenchufar sus instalaciones de la red en caso necesario-. El servicio no se ha utlizado desde hace cinco años y es poco probable -salvo sorpresa- que se tenga que utilizar en un sistema que registra sobrecapacidad. Pero las empresas lo cobran como ayuda más o menos encuabierta, en un sistema autorizado por Bruselas.

El apoyo a la producción, vía interrumpibilidad, ha costado a todos los consumidores –por peajes de la factura eléctrica– 3.000 millones de euros desde 2008. Ha sido el particular Plan Pive de las multinacionales. Más caro si cabe porque los sucesivos planes de ayuda a la venta de automóviles "sólo" han costado 3.600 millones en 20 años.

Las pérdidas de la multinacional

"Pedimos el mismo trato que tiene otras compañías en países de nuestro entorno" asegura una portavoz de la multinacional Alcoa. "Alcoa arrastra unas pérdidas de 100 millones acumuladas en los últimos cinco años y necesita apoyo para hacer frente a unos pagos de energía que sólo en tres plantas (A Coruña, Avilés y San Ciprián, Lugo) ascienden a 400 millones anuales".

Las cifras son importantes, pero provocan mucho recelo en todas las empresas y organismos públicos. Según las fuentes consultadas, Alcoa ha elegido cuidadosamente las plantas -las más "sensibles" política y sindicalmente- para meter presión al Gobierno central a través de los Ejecutivos autónomos, del PSOE en el caso de Asturias y del PP en el caso de Galicia.

El grupo socialista ha presentado una moción en el Congreso para que se inste al Gobierno a diseñar una segunda subasta de energía, "de tal manera que permita a la empresa Alcoa poder obtener los lotes energéticos de 90Mw necesarios para que sus fábricas en Asturias y A Coruña pueden seguir siendo competitivas en cuanto al coste de la energía".

Contra el sistema de Soria

La moción carga contra el sistema de subastas a la baja diseñados por Industria. Según los socialistas, "el actual sistema de subasta tiene un gran riesgo de amenazar su posiciòn competitiva, ya que está diseñado para minimizar la retribución por prestación de servicio , pero dificulta e impide una verdadera planificación, lo que unido a la volatilidad de los precios, imputa a la industria unos costes del sistema más caros que en el resto de Europa".

Vicente Álvarez Areces, senador socialista y expresidente del Principado de Asturias, cree que habrá una nueva subasta a partir del día 15 de diciembre. La pelota, en su opinión, está "en las manos de REE, que articula la subasta" para que siga las instrucciones de Industria y evite que mutlinacionales como Alcoa cierren y se instalen en otra parte.

Mientras se concreta la nueva subasta para cubrir las peticiones de Alcoa, los trabajadores de la planta de A Coruña, según Europa Press, mantienen también sus medidas de presión para evitar despidos. Los empleados están impidiendo la salida de producción de la fábrica como parte de las actuaciones que están llevando a cabo para exigir una solución que evite el despido colectivo anunciado por la empresa.

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El vicepresidente del comité de empresa, Juan Carlos López, ha precisado que también mantienen, de forma ininterrumpida, concentraciones ante la planta, entre las 08.00 y las 22.00 horas. Sobre la situación de la fábrica, ha dicho que "el suministro de materias primas está entrando, pero se está hablando con los camioneros para que no se saque producción", ha sentenciado.

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