FINANCIACIÓN EUROPEA

España, entre los países que menos dinero piden al ‘fondo Juncker’ para sanidad y educación

España, entre los países que menos dinero piden al 'fondo Juncker' para sanidad y educación

La lista de proyectos españoles que aspiran a conseguir financiación del Fondo Juncker, el plan de inversiones de 315.000 millones de euros hasta 2017 con el que Bruselas pretende estimular la anémica economía comunitaria, ha dejado insatisfechos a casi todos. En realidad, España es el único país de la eurozona que no ha publicado una relación detallada de proyectos: frente a las 60 páginas de Bélgica, por ejemplo, el Gobierno español ha incluido sólo medio folio agrupando las futuras inversiones en los seis capítulos posibles. A tenor de esas cifras globales, lo que sí se descubre es que en infraestructuras sociales –educación, salud, servicios urbanos– apenas le interesa pedir fondos: sólo 5.163 millones de euros, un 9,7% de los casi 53.000 millones que solicita a Bruselas. Grecia ha presentado 26 proyectos en ese apartado, por importe 11.260 millones de euros –el doble que España–, el equivalente al 15% de su programa de inversiones.

Así, España es uno de los países que menos se interesa por este tipo de inversiones. Francia (7.300 millones), Alemania (5.700 millones), Bélgica (9.380 millones), Italia (14.264 millones) y Suecia (7.390 millones) la superan. Y eso suponiendo que la cifra facilitada en la página web de la Comisión Europea sea la correcta. Porque no sólo la lista es inexistente y los capítulos genéricos, sino que además la cuenta de las infraestructuras sociales contiene un error: la suma de la partida dedicada a educación (1.548 millones), sanidad (345 millones) y servicios urbanos (200 millones) asciende a sólo 2.093 millones, no a los 5.163 que figura como subtotal. La oficina de la Comisión Europea en Madrid ha rectificado a infoLibre la cifra del primer epígrafe, educación, que ahora pasa de 1.548 millones de euros a 4,617.20 millones.

En cualquier caso, y pese a los recortes en el gasto social realizados por el Gobierno, las prioridades de éste, al menos en lo que al Fondo Juncker se refiere, se centran básicamente en el campo de la energía. Para proyectos de electricidad y gas, también de eficiencia energética, se solicita un total de 25.133 millones de euros, casi la mitad de los proyectos. Se trata de conexiones eléctricas y gasísticas con Portugal, Francia o las islas Canarias. Fueron los únicos planes que el comisario de Energía, Miguel Arias Cañete, acertó a detallar ante los periodistas el pasado 30 de noviembre en Madrid.

Pero el Gobierno español también solicita 11.181 millones para la economía digital y del conocimiento –infraestructuras tecnológicas, investigación y desarrollo– y otros 6.115 millones de euros más para transportes. Además de 5.351 millones para recursos naturales, medio ambiente y lucha contra el cambio climático. En resumen, la menor partida corresponde a las infraestructuras sanitarias y educativas.

Prudencia, no secretismo

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha atribuido la omisión de la lista a una cuestión de “prudencia”, para no generar falsas expectativas y ha negado ningún tipo de “secretismo”, informa Europa Press. Tampoco tiene relación alguna, recalcó, con las elecciones autonómicas de mayo de 2015. “En estos momentos, el Gobierno español estaría predispuesto sin duda a participar, aunque lógicamente nos tienen que detallar más los elementos tanto desde el punto de vista financiero como de los proyectos de inversión”, explicó Guindos al término del Ecofin, la reunión de los ministros de Economía y Finanzas. Además de pedir dinero para sus proyectos, los Estados miembros han sido invitados por la Comisión para que aporten a su vez al fondo, con vistas a engordar aún más los 315.000 millones de euros que su presidente, Jean-Claude Juncker, pretende reunir en tres años.

Según dijo Guindos, España quiere saber antes “cuál es el tratamiento [de su aportación] desde el punto de vista del procedimiento de déficit excesivo”. Aunque Bruselas ya ha dejado claro que la contribución de los Estados miembros no computará como déficit. El Gobierno, añadió el ministro, también pide saber “cuáles van a ser las ventajas de hacer aportaciones en términos de capital”.

Guindos cree que la lista de proyectos remitida por el Gobierno español “va mucho más allá que un PLan E”, en referencia a la iniciativa de obras públicas promovida por el anterior Ejecutivo socialista. Incluso ha marcado distancias con otros Estados miembros que, según dijo, han presentado un “aluvión de proyectos que no cumplen las condiciones”.

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Medio billón en tres años

En total, los Estados han enviado 2.000 proyectos, que suman unas necesidades de inversión de 1,3 billones de euros. De ellos, en los próximos tres años deberían ponerse en marcha iniciativas por valor de 500.000 millones.

El Fondo Juncker, que será aprobado en el Consejo Europeo los próximos 18 y 19, tiene como semilla 21.000 millones de euros de fondos públicos comunitarios, sacados de partidas ya presupuestadas –16.000 millones– y del Banco Europeo de Inversiones (BEI) –5.000 más–, que deberán multiplicarse hasta alcanzar esos 315.000 millones proyectados. La Comisión Europea dice que existe demanda de inversiones y liquidez en el mercado. Así que pretende con esos 21.000 millones ofrecer una garantía al sector privado, un “colchón de absorción de riesgos”, que permita movilizar esa liquidez y reconducirla a proyectos viables económicamente y de interés general para los países. Los proyectos serán examinados y aprobados por comisiones de expertos independientes para cada sector. El mecanismo debería entrar en acción en junio de 2015.

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