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La salida de la crisis

Los nueve datos que Rajoy omitió cuando dijo que la crisis es “historia”

Rajoy: "En muchos aspectos la crisis es historia del pasado"

Hace un año fue el presidente de Telefónica, César Alierta, quien proclamó el fin de la crisis. “Ha acabado claramente en España”. Este jueves, Mariano Rajoy ha ido más allá y la ha sentenciado: “En muchos aspectos la crisis es historia del pasado”. Para apoyar la máxima, el presidente del Gobierno ha asegurado que España crea empleo “de forma incontestable” y que las empresas se están “animando” a exportar.

Sin embargo, las cifras del mercado laboral, de la economía y las estadísticas que traducen en números la realidad de la sociedad española desmienten que la crisis se haya perdido en el baúl de los recuerdos. Lejos de haber pasado a la historia, es un presente áspero y amenaza un futuro de muchos años.

5,42 MILLONES DE PARADOS, TRES MILLONES SIN PRESTACIÓN

Por ejemplo, la crisis sigue viva para los 5,42 millones de parados que contabiliza la última Encuesta de Población Activa (EPA). Son el 23,67%, más del doble de la tasa registrada en el tercer trimestre de 2008, cuando comenzó la crisis que Rajoy considera pretérita. Entonces había en España sólo 2,6 millones de parados.

Tampoco deben sentir acabada la crisis los más de dos millones de parados que no cobran ningún tipo de prestación. Porque la cobertura de las ayudas públicas a quienes carecen de trabajo ha caído desde su máximo histórico, el 80% que rozó en julio de 2010, hasta el actual 57,31%. En octubre de 2008, cuando estalló la crisis tras el hundimiento de Lehman Brothers, la cobertura alcanzaba el 66,4%. Traducido en personas: casi la mitad de los parados –registrados en los Servicios Públicos de Empleo, si se tiene en cuenta la cifra de la EPA, el número roza los tres millones– no reciben prestaciones públicas.

Es más, según la EPA, cerca de 728.000 familias carecen de ingresos –en el tercer trimestre de 2008 eran 456.000– y 1,97 millones de hogares tienen a todos sus miembros en el paro.

FUGA DE TALENTO

También creen que la crisis no va a terminar mañana los 46.685 españoles que dejaron el país durante el primer semestre de este año en busca de una oportunidad laboral que aquí se les niega. La cifra ha aumentado un 15% respecto al año anterior, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, y un 23,5% desde 2012.

A TIEMPO PARCIAL AUNQUE NO QUIERA

Para quienes tienen trabajo tampoco se ha desvanecido la crisis. La precariedad se ha instalado en el mercado laboral, estimulada por la falta de crédito a las empresas y los cambios legislativos propiciados por la reforma laboral. Así, al ya endémico abuso de los contratos temporales –el 95% de los que se firman cada mes lo son– se la ha unido el auge de los contratos a tiempo parcial, que suponen ya un tercio de todos los contratos cada mes. El problema es que, según la EPA, el 63% de ellos son indeseadosindeseados, se firman porque no se encuentra uno de ocho horas. En 2008 no eran más del 33%.

UN TERCIO COBRA MENOS DE 645 EUROS

Al encoger las jornadas, los sueldos también se resienten. La devaluación salarial ha sido un éxito en España. Hasta el punto de que el 34% de los trabajadores españoles cobra menos de 645 euros al mes, el importe del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Lo dice la Agencia Tributaria. Son 5,7 millones de personas. El 86% de los menores de 18 años empleados y el 74,7% de quienes tienen entre 18 y 25 cobra por debajo del SMI. Unas cifras poco edificantes si se añaden al 53% de paro juvenil que sitúa a España en el segundo puesto del ránking europeo tras Grecia.

A VUELTAS CON LAS HORAS

Rajoy dice que es “incontestable” la creación de empleo. Pero si se fija el foco en el número de horas trabajadas, tal y como desvela la Contabilidad Nacional, más que crearse empleo se está repartiendo. Otra de las consecuencias del auge del tiempo parcial. Así, las horas trabajadas sólo han crecido un 0,8% en el último trimestre, coincidiendo con la temporada alta turística, mientras que en el anterior se perdieron 28,5 millones en tasa anual. La economía va al ralentí y tira muy poco del empleo.

Casi lo reconoció la propia ministra de Empleo, Fátima Báñez, cuando el miércoles reveló en el Senado que la Inspección de Trabajo ha detectado en lo que va de año un 60% de trabajadores que han hecho horas extras ilegales. Antes lo había denunciado CCOO: cada semana se realizan 11,5 millones de horas ilegales. Abundando en el dato, más de la mitad de la horas extra que se trabajan en España no se cobran. Lo explican los inspectores de Trabajo: la economía sumergida se está desplazando hacia formas de abuso cada vez más recurrentes entorno a los contratos de tiempo parcial. Precariedad, economía en negro, abuso laboral como síntoma de la pervivencia de la crisis.

EL CONSUMIDOR NO CONSUME

Con el nivel de los salarios y las testarudas cifras de paro, el consumo interno no termina de remontar. El último boletín del Banco de España asegura que los indicadores de confianza de los consumidores y del comercio minorista han caído respecto al tercer trimestre del año. En noviembre, de hecho, la confianza de los consumidores ha retrocedido 3,2 puntos respecto a octubre, con lo que encadena dos meses consecutivos de descenso y agudiza su caída hasta niveles inferiores a los registrados en mayo, según las mediciones del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

LA DEMANDA ELÉCTRICA NO TIRA, LOS PRECIOS DE LA LUZ SE DISPARAN

Otro indicador que desmiente la salida de la crisis es la demanda eléctrica. Revela el nivel de actividad económica. El pasado mes de noviembre ha descendido un 3,2% respecto al año pasado, y un 9% respecto al mismo mes de 2008, nada más estallar la crisis. Los datos de Red Eléctrica Española revelan que, en estos 11 meses del año, el consumo no ha variado con respecto a 2013. La demanda eléctrica en este periodo ha sido de 222.008 GWh, un 1,1% menos que en el mismo periodo del 2013.

Por el contrario, los precios de la luz no dan tregua a los consumidores españoles. Según la asociación de consumidores Facua, el usuario medio paga por la electricidad 383 euros más al año que en 2004, un 72,3% más.

PENSIONES BAJO MÍNIMOS

Como la crisis no abandona la tasa de paro, las cotizaciones a la Seguridad Social se resienten. Por tanto, también sus cuentas, que un año más siguen en números rojos. La consecuencia es que las pensiones, como ocurrirá siempre que la Seguridad Social tenga déficit –así lo dicta la reforma de las pensiones aprobada en 2013– sólo subirán este año, por segundo ejercicio consecutivo, un 0,25%. Según las previsiones del propio Gobierno, la Seguridad Social seguirá teniendo déficit hasta 2020. Es decir, a los pensionistas les esperan, al menos, seis años de subida mínima. Las pensiones españolas se encuentran entre las más bajas de la Unión Europea, sólo por delante de Grecia y Portugal.

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LA BRECHA DE LA DESIGUALDAD

A tenor de los últimos datos publicados por dos organismos internacionales, la OCDE y la OIT, dar por acabada la crisis resulta, quizá, precipitado si se tiene en cuenta que España es el país desarrollado donde más ha crecido la desigualdad. Así, las rentas más bajas han perdido durante la crisis hasta un 43% de su capacidad adquisitiva, por culpa del paro y de las rebajas salariales. Las rentas más altas, por el contrario, apenas han perdido un 3% de su poder de compra.

La subida de los salarios debería tapar parte de esa brecha, pero la resistencia de los empresarios puede prolongar aún más la práctica congelación de sueldos de los últimos dos años. Estos días la patronal negocia con los sindicatos la renovación del acuerdo salarial que firmaron en 2012. UGT y CCOO piden un alza que estimule el consumo interno, pero la CEOE quiere mantener la “moderación salarial” de esa crisis que Mariano Rajoy considera algo del pasado.

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