ABUSOS LABORALES

Trabajadores discapacitados de una subcontrata de la Biblioteca Nacional llevan cuatro meses sin cobrar

Trabajadores discapacitados de una subcontrata de la Biblioteca Nacional llevan cuatro meses sin cobrar

Son titulados en Biblioteconomía y Documentación, trabajan para la Biblioteca Nacional, el gran custodio del patrimonio bibliográfico español, pero no cobran desde el mes de agosto. Sus nóminas, entre 700 y 900 euros netos. Además, son discapacitados. La docena de trabajadores de Innova Data Center subcontratados por la Biblioteca Nacional para catalogar sus fondos musicales y de Bellas Artes, sufren en silencio los impagos de cuatro meses. Carecen de representación sindical, pero ya han presentado una demanda en los juzgados de lo Social de Madrid.

Innova Data Center es un Centro Especial de Empleo (CEE), una fórmula creada en 1985 para dar trabajo a personas con discapacidad. Estas empresas deben incluir en su plantilla un 70% de discapacitados para obtener tal calificación, que otorga la Consejería o el Ministerio de Empleo. Para conseguir la inserción laboral de estos trabajadores, los CEE reciben subvenciones –un 50% del Salario Mínimo Interprofesional por mantener esos empleos– y bonificaciones de las cuotas a la Seguridad de hasta el 100% por todos los conceptos. La contratación de discapacitados también permite deducciones fiscales en el impuesto de sociedades de 6.000 euros por trabajador. En 2014, hasta noviembre, los CEE contrataron a un total de 55.110 trabajadores, según las estadísticas del Ministerio de Empleo.

Todos esos incentivos públicos permiten a los CEE presentar en los concursos públicos ofertas económicas muy bajas sustentadas en costes salariales inferiores a los del resto de las empresas. Así, Innova Data Center se ha hecho con los dos contratos citados en la Biblioteca Nacional de España: 150.049 euros –la mitad del precio de licitación– por la catalogación de 11.000 documentos del Departamento de Música y Audiovisuales –partituras, discos, CD, DVD–, y 102.003 euros –una rebaja del 32% sobre el precio inicial– por el procesamiento de la colección de dibujos, grabados y fotografías de la institución. Para el primero trabajan siete personas, cinco para el segundo.

También es la encargada de gestionar el Archivo de la Ciudad de la Justicia de Málaga, dependiente de la Junta de Andalucía. Y del Bibliometro de Madrid, el servicio de préstamo de libros gratuito del Metro, al igual que del Archivo Regional, ambos adjudicados por la Comunidad de Madrid. En todos estos servicios los trabajadores cobran con retraso o no cobran. Otro tanto ocurre en el Archivo Histórico Nacional, dependiente del Ministerio de Educación.

Este mes, todo solucionado

El director general de Innova, José Enrique Mestre, atribuye a “diferentes problemas” con las administraciones el impago de las nóminas. “A veces las subvenciones no se pagan o no se pagan en tiempo y forma”, explica. Y no todas las administraciones, locales, autonómicas o la estatal, de las que depende la empresa, “tienen las mismas formas de pago”, añade. No quiere precisar más. A los trabajadores, revelan fuentes de UGT, el sindicato que ha denunciado el caso, se les habló de la existencia de “un embargo”.

Mestre asegura también que ha pagado parte de los salarios debidos en diciembre y que este mismo mes “quedará todo solucionado”. Fuentes de UGT aclaran que en diciembre sólo abonó la nómina de septiembre y únicamente a los cinco trabajadores de Bellas Artes; los del Departamento de Música no cobraron nada. Y este mes aún no les han ingresado nada a ninguno de los dos departamentos. “En noviembre también les dijo el director que todo estaría solucionado en diciembre”, advierten las mismas fuentes.

Para los de música, en efecto, debería quedar todo resuelto este mes: ese contrato de Innova expira el próximo día 20. Y aunque, en principio, era prorrogable por otro año más –fue adjudicado el pasado febrero–, la Biblioteca Nacional ha decidido no ampliarlo. Tampoco se le prorrogará el de Bellas Artes, que caduca en mayo. Según un portavoz de la institución, el motivo es que la Biblioteca Nacional “no puede seguir contratando a una empresa que no paga a sus trabajadores”. Según José Enrique Mestre, los motivos de la renuncia son “variados”. También dice que tanto en el Archivo Histórico Nacional como en el Bibliometro, los problemas con las nóminas “se están solucionando”. Y que “la mayoría” de los 128 trabajadores discapacitados de Innova Data Center –el 75% de su plantilla– “cobran religiosamente” sus salarios.

Por su parte, la Biblioteca Nacional recalca que ha “cumplido de forma escrupulosa y puntual sus obligaciones contractuales” con Innova y que “a fecha de hoy [por ayer]” no tiene pendiente ningún pago a la empresa. Además, está estudiando “vías legales por si pudiera derivarse alguna responsabilidad” de los incumplimientos salariales de Innova.

También con la CNMV y la Agencia Española de Medicamentos

En cambio, las deudas con sus trabajadores no han impedido a Innnova seguir ganando concursos públicos. Acaba de obtener el servicio de grabación de datos de la Agencia Española de Medicamentos. Y es sustancioso: 3,02 millones de euros por un contrato de dos años. Innova se presentó en una UTE (Unión Temporal de Empresas) con Fucoda SA, otro Centro Especial de Empleo perteneciente a la ONCE. No es el primer contrato que firma con esta agencia dependiente del Ministerio de Sanidad. El pasado abril suscribió otro para gestionar los servicios de asistencia auxiliar a sus laboratorios: 445.004 euros por dos años445.004 euros. Se presentó con la Federación Provincial de Asociaciones de Minusválidos Físicos y Orgánicos de Córdoba (Fepamic). Y en enero se hizo con el escaneado y archivo de la documentación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): 147.784 euros 147.784 euros por un año de contrato, prorrogable por otro más.

Es más, Innova ha recurrido otros concursos públicos en los que se la excluyó por presentar lo que se conoce como baja temeraria, una oferta económica anormalmente baja. Su argumento para defender la validez del escaso importe presentado era precisamente el “menor coste salarial” que soporta por su condición de Centro Especial de Empleo, beneficiado por tanto de cuantiosas subvenciones y bonificaciones en los contratos.

Subcontratas públicas que no pagan en cuatro ministerios

Innova no es sino un caso más de las múltiples subcontratas de la Administración pública con impagos de nóminas que están proliferando con la crisis y con los recortes presupuestarios. Los organismos públicos licitan a la baja los contratos. Las empresas presentan ofertas económicas aún más escasas. En cuanto consiguen los contratos presentan Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). Así ha ocurrido con las contratas de limpieza viaria, basuras o mantenimiento de jardines del Ayuntamiento de Madridmantenimiento de jardines, por ejemplo. También ocurre que las administraciones pagan con retraso o no pagan a las empresas, que automáticamente dejan de ingresar las nóminas a sus trabajadores. Los informáticos del Ministerio de Empleo, los operarios de mantenimiento de las comisarías de la Policía Nacional, las trabajadores de la limpieza del Ministerio de Defensa… Son sólo algunos casos.

En todos ellos se repite el esquema: las administraciones no se hacen responsables de las irregularidades laborales cometidas por las empresas que contrata. En el caso de la Biblioteca Nacional, el último párrafo del pliego de condiciones técnicas del concurso lo deja claro: “Cualquier conflicto o incidencia que afecte a las relaciones laborales entre la empresa y sus empleados no compete a este organismo autónomo y deberá ser resuelto por los implicados”. Sin embargo, el Estatuto de los Trabajadores declara la responsabilidad solidaria del “empresario principal”, la Administración en este caso, por “las obligaciones de naturaleza salarial contraídas por los contratistas y subcontratistas con sus trabajadores durante el año siguiente a la finalización del encargo”.

Es más, la administración puede amonestar y rescindir el contrato a la empresa si ésta no cumple las condiciones firmadas. Pero no siempre lo hace: los empleados de Innova siguen trabajando pese a no cobrar, por lo que el servicio no se resiente y la Biblioteca Nacional no ha tenido motivo de queja durante cuatro meses. Ha esperado a que expirase el contrato. Tampoco Defensa ha adoptado aún ningún tipo de medida contra Cleanet, la empresa que limpia sus cuarteles y oficinas, pese a que la plantilla está en huelga. Interior sí terminó rescindiendo su contrato con Arción, tras meses de conflicto y con un ERE de por medio. Y en Empleo, algunos informáticos optaron por llevar el asunto a los juzgados. Trabajaban para una subcontrata de una contrata del ministerio.

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Casi la mitad, trabajadores externos

Además, Innova pertenece al numeroso grupo de empresas externas que utiliza la Biblioteca Nacional desde hace años. Hasta el punto de que a los 426 funcionarios de la institución hay que añadir casi 300 trabajadores contratados por empresas privadas. Antes de la crisis ambas plantillas llegaron a rozar el millar de personas, repartidas casi al 50%, explican fuentes de UGT. La mayoría de los externos realiza trabajos propios de la institución. Desde la catalogación hasta el servicio de atención en sala o de información y carnés. “En general, todos los turnos de tarde de los procesos técnicos los llevan a cabo trabajadores externos”, añaden.

El motivo del descenso del número de trabajadores externos no es otro que los recortes. Para 2015 la Biblioteca Nacional cuenta con una presupuesto de 29,26 millones de euros, un 44,7% menos que en 2009, cuando disponía de casi 53 millones para gestionar sus 30 millones de publicaciones. Así, por ejemplo, el mismo contrato de catalogación que en 2009 salió a concurso por 4,63 millones de euros por dos años, fue adjudicado el pasado mes de julio por sólo 975.206 euros, y por un año, a otra empresa, Castor Informática. Ésta despidió a la plantilla de la anterior, Ever Team, 58 trabajadores indefinidos, y ha empleado a una nueva, pero con contratos de obra y servicio y una reducción salarial del 22% respecto a sus antecesores. Lo cuenta el blog Todo sobre mi ERE, que ha creado el Colectivo de Bibliotecarios Externos de la Biblioteca Nacional, los despedidos por Ever Team.

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