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La gran paradoja del 21A: un Parlamento más soberanista, una ciudadanía menos independentista

La salida de la crisis

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“No tenemos intención de trabajar con una comisión [la Troika] que no tiene razón de existir". Yanis Varoufakis, el nuevo ministro de Economía griego extendió en una frase el certificado de defunción de una institución, la Troika, que ha supervisado la aplicación de las políticas de austeridad en los países con más problemas: Grecia, Irlanda, Portugal, Chipre y España. Varoufakis, experto en la teoría de juegos, critica a la Troika, formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con los pies bien asentados. El Parlamento Europeo, la institución que representa la voluntad de los ciudadanos europeos aprobó en 2014 dos informes que ponen en evidencia los medios y las formas que utilizan "los hombres de negro" de la Troika.

La ruptura de Grecia con la Troika -no así con las instituciones europeas-, fue escenificada por Varufakis ante la atónita mirada del presidente del Eurogrupo (Estados que comparten el euro), Jerome Dijsselbloem. No fue un brindis al sol. En apenas unas horas, voces autorizadas en Bruselas, aseguraban que disolver la Troika puede formar parte de la negociación con Grecia sobre el rescate y el pago de su deuda (176% del PIB).

Préstamos bilaterales

La Troika fue creada por los Jefes de Estado y de Gobierno de la zona del euro el 25 de marzo de 2010 para establecer un programa conjunto y conceder préstamos bilaterales condicionales a Grecia, basándose asimismo en las recomendaciones del Consejo Ecofin (ministros de Economía de la UE). Luego, actuó también en Portugal, Irlanda y Chipre, los países rescatados del Sur.

La institución sufre "fuego amigo" prácticamente desde su puesta en marcha por su falta de transparencia, funcionamiento opaco y desdén hacia la opinión pública. Esta no tiene acceso directo a sus informes, comunicados o a las actas de las reuniones con los Gobiernos con los que negocia.

Destacados representantes de la Comisión Europea (Vivian Reding, vicepresidenta en 2013 o el comisario Günther Oettinger) cuestionaron la eficacia de la Troika. Reding llegó a asegurar en el diario griego Kathimerini“Los ciudadanos europeos no confían en la Troika. Y tienen razón. Decisiones fundamentales como el despido de miles de empleados públicos no pueden adoptarse a puerta cerrada. Tienen que ser debatidas en el Parlamento Europeo, que ha sido elegido directamente en unas elecciones”.

Informes del Parlamento

La acción de la Troika ha estado muy alejada de los deseos de Reding, de los ciudadanos y del Parlamento Europeo. Dos informes aprobados por los eurodiputados describen -y critican- el comportamiento de una institución que nació como un instrumento técnico de resolución de problemas y se ha convertido en un órgano de decisión plagado de contradicciones, opaco y muy criticado por los ciudadanos.

El informe más duro sobre la Troika es el titulado Papel y actividades de la Troika en relación con los países de la zona euro, aprobado en marzo de 2014. Basta con una sola  de sus conclusiones para entender la contundencia con la que el nuevo ministro griego Varoufakis despachó el futuro de la Troika. "La distribución desigual de responsabilidades entre las tres instituciones independientes que componen la Troika, sumada a mandatos divergentes y estructuras de negociación y toma de decisiones con diferentes niveles de responsabilidad, se ha traducido en una falta de control adecuado y responsabilidad democrática de la Troika en su conjunto".

En el informe, redactado  por los eurodiputados Othmar Karas (PPE) y Liem Hoang-Ngoc (S&D), se detallan algunos hechos sorprendentes. Por ejemplo, el informe recoge que "el antiguo Presidente del Eurogrupo -se refieren al actual presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker- reconoció ante el Parlamento Europeo de que el Eurogrupo apoyó las recomendaciones de la Troika sin examinar en profundidad sus implicaciones políticas específicas".Legitimidad democrática

Tras lamentar además "que la Troika carezca de medios de legitimidad democrática a escala de la UE como consecuencia de su estructura" los autores del informe aprobado por la mayoría del Parlamento sostienen que la Troika viene muy bien a algunos Estados para eludir sus responsabilidades.

El Parlamento, asegura el informe "lamenta el modo en que se está presentando a las instituciones de la UE como chivo expiatorio responsable de los efectos adversos del ajuste macroeconómico ajuste macroeconómicode los Estados miembros cuando, en realidad, los Ministros de Economía de los Estados miembros son los responsables políticos de la Troika y de sus actividades".

El segundo informe (Aspectos laborales y sociales del papel y las actividades de la Troika), aprobado también en 2014 y trabajadoi por el eurodiputado Alejandro Cercas, examina las consecuencias de los planes de ajuste aplicados por la Comisión, el BCE y el FMI en Europa.

Desequilibrios sociales

En el documento destaca una solicitud: pide a la Comisión y al Consejo que presten tanta atención a los desequilibrios sociales y a subsanarlos como prestan a los desequilibrios macroeconómicos, y que velen por que las medidas de ajuste busquen garantizar la justicia social y permitan un equilibrio entre el crecimiento económico y el empleo.

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Los dos documentos -el primero reconoce que la intervención de la Troika evitó el desplome de los países rescatados- sugieren que la inercia ha llevado a los "hombres de negro" a actuar al margen de la ciudadanía, con actuaciones poco explicadas y falta de legitimidad.

Como consecuencia, la Troika aparece como un ente insoportable que ocupa espacios que no le corresponden. Así se entiende que en Portugal se acuñara el término "entroikado" como sinónimo de afectado por la crisis y que en Grecia un sindicato policial amenazara con detener a uno de los "jefes de negro" -Servaas Deroosem, mano derecha de Olli Rhen en Bruselas- si aparecía por el país.

ATTAC (asociación que abogapor el control de los mercados) resume así la acción de la Troika contra la que ha cargado de frente Grecia: "La realidad es que la Troika ha marcado una línea radical de empobrecimiento y desigualdad social, que ha roto los equilibrios internos que habían alcanzado los países calificados como periféricos, contribuyendo a la socialización de las pérdidas de los bancos". En palabras del presidente de Economistas Frente a la Crisis, Jorge Fabra, "las políticas de la Troika llevan consigo el germen de su propio fracaso".

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