Los excesos de la banca

La revisión de créditos fiscales por la UE enturbia la compra del británico TSB por el Sabadell

Un grupo puntero en el sector eólico demanda a los cuatro grandes de la banca por el juego con productos de riesgo

La investigación abierta por Bruselas sobre la legalidad de las ayudas fiscales concedidas a la banca por España, Italia, Portugal y Grecia es tan delicada que puede afectar a operaciones de gran calado como la que ultima el banco Sabadell en Reino Unido con la compra del TSB -filial del Grupo Lloyd's- por 2.350 millones de euros. Para afrontar la operación, Sabadell ha aprobado una ampliación de capital de 1.600 millones de euros.

La entidad que preside Josep Oliu fue, junto con Bankia, una de las entidades más beneficiadas por los créditos fiscales que aprobó el Gobierno para evitar el desplome del sistema financiero. Sabadell, según los datos que maneja Carlos Sánchez Mato (Attac), tiene reconocidos créditos fiscales por 4.791 millones de euros tras la adquisición de Banco Cam por un euro en junio de 2012. InfoLibre intentó obtener la opinión del Sabadell sobre la investigación de Bruselas, sin éxito.

Aval del Estado

Los denominados activos fiscales diferidos, avalados por Estado en el proceso de rescate de la gran banca, ascendieron a un total de 40.000 millones de euros. Esa cantidad es la que permitió a las entidades pasar los exámenes de la Autoridad Bancaria Europea (Eba) y del Banco Central Europeo (BCE) y ajustar sus niveles de capital, solvencia y riesgo a las nuevas normas comunitarias (Basilea III). Gracias a los créditos fiscales, con las cuentas abrillantadas gracias a las disposiciones del Gobierno, el Sabadell ha podido salir de compras.

Toda esa fachada puede saltar por los aires si Bruselas decide tumbar las ayudas fiscales en los países del Sur. Para el Sabadell, en pleno cierre de la operación de compra del TSB -está la espera del visto bueno definitivo en Reino Unido- los recelos desvelados por el Financial Times (FT) son una muy mala noticia. La patronal bancaria AEB no valoró la información desvelada por el FT, si bien, fuentes bancarias destacaron que sería "volver al kilómetro cero de la reforma bancaria en la UE, algo impensable".

Reacción de Economía

Quien sí reaccionó fue el Ministerio de Economía. El ministro Luis de Guindos, en pugna con el de Hacienda, Cristóbal Montoro, fue quien dio forma al decreto que reconoció los activos fiscales diferidos que están bajo observación.

Economía descarta que las garantías concedidas por España a los activos fiscales diferidos de la banca para que esos activos computen como capital de máxima calidad constituyan ayudas públicas ilegales. En su opinión, las garantías no pueden considerarse como ayudas de Estado a la banca al no tratarse de un mecanismo discriminatorio, ya que cualquier empresa puede hacer uso de esta prerrogativa. Además, hicieron hincapié en que casi todos los países miembros de la UE disponen de garantías similares sobre los créditos fiscales diferidos.

El departamento admitió, según Europa Press, que ha recibido una carta de las autoridades de Competencia de la UE solicitando información, pero la valoración de Economía es que se trata de un simple cuestionario que no prejuzga ninguna conclusión.

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Para bancos y empresas

Los activos ahora en cuestión son millones que figuran en las cuentas de la banca como activos por impuestos que no tendrán que pagar en los próximos años si obtuvieran beneficios porque en el pasado tuvieron pérdidas. Los anotan bancos (y también empresas) por varias razones: haber tenido pérdidas; haber comprado sociedades que tenían números rojos o haber realizado gastos anticipados que no son deducibles en el impuesto de sociedades (como saneamientos, gastos de reestructuracion o aportaciones a planes de pensiones).

Además de avalar los activos fiscales diferidos, el Gobierno maniobró de forma que la reforma fiscal y la bajada del Impuesto de Sociedades (del 30% al 25% en dos años) no afectara a esos activos reconocidos. Por eso, la rebaja del impuesto no se aplicó a la banca, que hubiera tenido que recalcular los avales convertidos en capital. El sindicato de técnicos de Hacienda, Gestha, calculó que el Ejecutivo ahorró a la banca con la medida 6.400 millones.

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