La crisis griega

Tsipras descarta que Grecia pueda salir del euro porque “el coste es demasiado grande”

Una gigantesca bandera griega en la manifestación de este lunes en la plaza Syntagma, en Atenas.

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El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha descartado este lunes que Grecia pueda salir del euro empujada por sus acreedores internacionales –Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional– porque "el coste es demasiado grande".  

"No creo que quieran echarnos del euro porque el coste para ellos es demasiado grande", ha dicho en una entrevista en la televisión griega, indicando que los planes de la antigua troika serían más bien "acabar con la esperanza de que pueda haber políticas diferentes en Europa".

A este respecto, ha revelado que "las respuestas iniciales a la petición para extender [el programa de ayuda financiera a Grecia] no fueron negativas". "La decisión del Eurogrupo [de no hacerlo] fue una sorpresa", ha admitido.

Así, "aunque la propuesta final de Grecia había sido aceptada, las instituciones la rechazaron socavando con ello la perspectiva de un acuerdo". "Su propuesta, además, venía con una exigencia: teníamos que aceptarla en 48 horas", ha contado.

Tsipras ha interpretado esta actitud como "un intento de bloquear cualquier alternativa política". "Las instituciones no estaban interesadas en encontrar puntos comunes, sino en imponer medidas extremas", ha afirmado.

A este respecto, ha criticado la primera consecuencia de la ruptura de relaciones con la UE y el FMI, esto es, el cierre de los bancos griegos, lamentando que les han abocado a ello y asegurando que volverán a abrir sus puertas cuando vuelva la liquidez del BCE.

En este contexto, ha insistido en defender su decisión de convocar un referéndum para el próximo 5 de julio con el fin de que sean los griegos quienes decidan sobre la receta de los acreedores, que consiste en una prórroga de cinco meses y una financiación de 15.500 millones de euros para hacer frente a próximos vencimientos de deuda.

"El pueblo griego dará su opinión y su voz será escuchada porque tienen derecho a decidir sobre su futuro", ha dicho, llamando a sus conciudadanos a votar no "con todas sus fuerzas" para "reforzar la posición del Gobierno en las negociaciones" con UE y FMI.

Interrogado sobre qué hará con los resultados de referéndum, ha aseverado que los respetará "sean cuales sean", aunque ha matizado: "los respetaremos pero no los llevaremos a cabo" en caso de que triunfe el sí. En consecuencia, se ha comprometido a dimitir si gana esta opción.

En la hipótesis que baraja Tsipras –que el no se imponga con una mayoría abrumadora–, incluso se ha mostrado dispuesto a reanudar las negociaciones con sus socios europeos y con el FMI para buscar una salida consensuada a la crisis griega.

"Estaremos dispuestos a alcanzar un acuerdo sostenible después de la victoria del no en el referéndum", ha avanzado. "Insistiremos en negociar porque, aunque estamos cerca en cuestiones fiscales, otras aún están lejos" de resolverse, ha apuntado.

Por tanto, no ha cerrado la puerta a hablar con cualquiera que esté dispuesto a ello. "Mi teléfono está siempre encendido. Llame quien llame lo cogeré", ha prometido, a pesar de su tensa relación con algunos líderes europeos.

Si eso pasa, Tsipras se ha mostrado convencido de que las cosas se acelerarían. "Si el mismo lunes hubiera una oferta, Grecia pagaría su deuda el martes", ha dicho aludiendo a un escenario poco probable en estos momentos.

"Tenemos la justicia de nuestro lado. Si logramos superar el miedo, entonces ya no habrá nada que temer", ha zanjado tras una larga entrevista seguida con gran interés por la comunidad internacional a la espera de conocer cuál será el final de la crisis griega.

Los efectos del corralito

Miles de griegos han llenado en la tarde de este lunes la céntrica plaza Syntagma de Atenas para respaldar el no a la propuesta de los acreedores en el referéndum del próximo domingo y apoyar así la línea del Gobierno. La concentración se ha celebrado el primer día del corralito en un ambiente festivo. A diferencia de otras marchas, sobre todo las del partido comunista donde se exigía la salida de la eurozona, esta abogaba por la permanencia en el euro, pero dentro de una Europa diferente.

Los ciudadanos griegos, mientras, han vivido este lunes con nervios e incertidumbre las primeras 24 horas de corralito, después de la entrada en vigor de un decreto gubernamental que anoche anunciaba el primer ministro, Alexsis Tsipras, sobre el cierre de los bancos y mercados hasta el 7 de julio. La imposición del control de capitales ha ido acompañada por el cierre de la Bolsa helena hasta la próxima semana, un periodo que se podría prolongar o reducir en el transcurso de los días. El decreto limita la retirada de efectivo a 60 euros diarios por persona. La activación de los cajeros estaba fijada para doce horas después de la publicación del decreto, que tuvo lugar ayer antes de medianoche. Este mediodía, los cerca de 5.500 cajeros automáticos del país han empezado a funcionar de forma gradual y, en algunas zonas de la ciudad, la cola es de hasta una veintena de personas.

"Tenemos miedo de que los cajeros se queden sin dinero", comentan quienes esperan. Vaskosos, un estudiante de Doctorado en Política bromeaba con uno de sus compañeros de facultad: "Tenemos que enviar nuestro dinero a Londres, allí estará seguro". Ambos piensan que la situación no se alargará más de dos días y que los líderes europeos "encontrarán una solución".

La imposición del decreto, además, permite el pago con tarjeta de débito o crédito, así como las transacciones online, tan solo dentro del país.

Los turistas quedan exentos de tales medidas, pudiendo retirar efectivo y efectuar pagos con tarjeta sin restricciones. No obstante, en Grecia, el pago con tarjeta de crédito no está tan extendido como en otros países. Por ejemplo, pocos taxistas aceptan tarjeta y muy raramente se puede pagar por esta vía en los restaurantes locales o cafeterías. "Estos acontecimientos tendrán un impacto negativo directo sobre el turismo", ha señalado en un comunicado la Cámara Hotelera.

De las medidas decretadas también quedan excluidos los pensionistas. La mayoría cobran su pensión en la jornada de hoy, la primera del corralito. Muchos de ellos no cuentan con tarjetas sino cartilla, lo que dificultará, sin duda, el pago de sus pensiones.

Hasta este mediodía no han conocido cuándo y cómo cobrarían su pensión. Finalmente, unas 140 sucursales del Banco Nacional de Grecia estarán operando durante esta tarde para atender a todos los jubilados.

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Paralelamente, el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, ha anunciado una serie de medidas para "normalizar" la vida cotidiana de los griegos, que estarán en vigor hasta la semana próxima. Así, los ciudadanos tendrán acceso gratuito a los medios de transporte públicolos ciudadanos tendrán acceso gratuito a los medios de transporte público, incluido el tranvía, el metro y los autobuses urbanos. El billete sencillo cuesta 1,20 euros.

No por ello, sin embargo, se ha producido el colapso del servicio público de transportes en Atenas, que hasta ahora funciona con total normalidad. Es más, a esta hora apenas hay tráfico, algo poco usual. Las taquillas siguen dispensando billetes y abonos, pero desde el Ministerio se ha asegurado que no habrá ningún control.

Todo ello está dejando sorprendidos a los ciudadanos griegos, que empiezan a dividirse entre los partidarios a "dar una lección de democracia" y apoyar las medidas del Gobierno, y quienes promueven la "propaganda del miedo", explica Maria, docente y simpatizante de Syriza. Perderemos el domingo, pero habremos hecho lo correcto", concluye.

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