Facua-Consumidores en Acción ha remitido una denuncia contra cinco salas de
cine de Kinépolis por prohibir a los usuarios
el acceso con bebida y comida adquiridas fuera de las instalaciones. La empresa tiene actualmente salas abiertas en Alicante, Granada, Valencia y Madrid.
La asociación remitió una queja por escrito a la Delegación General de
Consumo de la Comunidad de Madrid (CAM) argumentando que en las instalaciones que Kinépolis tiene en Alcobendas "también se prohibe el acceso a las proyecciones" si se trae comida y bebida que no se haya comprado en la propia sala. Una restricción que, según Facua,
"se mantiene en todos los cines de la empresa". En un comunicado, la asociación de consumidores explica que desde Kinépolis confirmaron que "la normativa interna es aplicable en todos los cines del grupo".
En el mismo comunicado Facua sostiene que
"no permitir la entrada en el cine con comida y bebida del exterior constituye una cláusula abusiva" conforme a lo estipulado en el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias.
Según la asociación de consumidores, en el artículo 82.1 se recoge que son abusivas aquellas estipulaciones que causen
"un desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las partes que se deriven del contrato".
Facua ha venido tramitando quejas contra otras salas de cine españolas que mantienen vigente el mismo tipo de restricción.
La semana pasada la asociación denunció a los siete cines del grupo Galicine, que fue precedida por otras denuncias similares de Facua como el caso de los Cines Ábaco de San Fernando (Cádiz) o los Cines Dreams Palacio de Hielo de Madrid.
ir al cine a comer palomitas o cualquier otro producto, es una ofensa al cine como septimo arte, es machacar al espectador que ama el cine y quiere aislarse y concentrarse, en fin el que quiera comer que se vaya a un pesebre (perdon) pero que no se vaya al cine a molestar
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En eso estoy de acuerdo, a mi me molesta mucho el olor de palomitas, pero claro... al que le molestan es a mi... a lo mejor el que se sienta junto a mi le encanta... igual piensa que una buena película sin oler a polomita o saboreal una bebida dulce pierde todo el encamto... puede que tenga yo razón... puede que sea él... ¿qué criterio ha de primar?... ¿el mio?... ¿el suyo?... ¿tengo derecho a imponerme y obligar a los demás a someterse a mi idea?... No, no creo... mejor que cada uno elija... mejor será que yo busque cines sin palomitas y él con ellas...
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en esto como en todo hay que posicionarse y yo me posiciono que no quiero palomitas, usted posicionese y actue en consecuencia pero no haga del comer palomitas un debate filosofico, en este debate entre el bien y el mal debemos considerar tambien el derecho a hacer ruido en las calidas noches de verano aunque no se deje dormir al vecindario, o el dejar las puertas de las viviendas abiertas para que el aroma a repollo cocido inunde las escaleras, o el desenvolver caramelos en los conciertos molestando a los forofos de la musica, o el hablar y reirse a voces en los restaurantes, o el no lavarse, o el no utilizar el cepillo de dientes, o el alimentarse a base de grasas saturadas, es decir segun usted todo es valido, un cordial saludo
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