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SOMBRAS DE LA RECUPERACIÓN

El récord de precios e ingresos del turismo llega con unos salarios un 3,8% por debajo de los anteriores a la crisis

El turismo español echa las campanas al vuelo con el comienzo de la temporada alta. Tras un comienzo de año que, según el lobby de las grandes empresas del sector, Exceltur, ha sido el “mejor de los últimos 15 años”, prevé que el PIB turístico crecerá un 3,8% al final del ejercicio, un punto más que el conjunto de la economía española. Así, el 66,4% de los empresarios turísticos anticipa que este año aumentarán sus ventas y más de la mitad cree que subirán sus beneficios. La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticas (CEHAT) augura que las reservas superarán el 90% de la ocupación este verano.

El optimismo se asienta, además, en un 2015 en el que los ingresos por habitación disponible, que es como mide el sector su rentabilidad, superaron las cifras anteriores a la crisis. Sobre todo, en los hoteles urbanos, donde aumentaron un 11,5% el año pasado, por un 8,5% en los hoteles vacacionales. Los ingresos por habitación en este último tipo de establecimientos se han disparado un 31,6% desde 2008.

La recuperación de la rentabilidad se debe a dos factores: el aumento de la demanda y la subida de precios. En los hoteles urbanos, la ocupación creció un 6,4% el año pasado y los precios, un 4,9%, según las cifras de Exceltur. Es decir, el precio medio de una habitación en uno de estos establecimientos es de 83,3 euros, aún un 6% por debajo de 2008. En los hoteles del litoral, la ocupación creció sólo un 1,4%, pero los precios aumentaron mucho más, un 7,2% en 2015. El precio medio de una habitación en este tipo de alojamiento cuesta de media 82,2 euros, un 22,5% más que en 2008.

El Gobierno utiliza las cifras récord del sector –este ejercicio se superarán los 70 millones de turistas– como ejemplo de la mejora económica general que atribuye a su labor durante los últimos cuatro años. La propia Exceltur no duda en reconocerse como “motor” de la recuperación, no sólo porque ha “encadenado 10 trimestres consecutivos de aumentos del PIB por encima del 3%”, sino también porque lidera la creación de empleo: es el responsable de uno de cada cinco nuevos puestos de trabajo en el primer trimestre de este año.

Salarios bajos, tiempo parcial, temporales en fraude

En efecto, según las cifras de afiliación a la Seguridad Social, la hostelería aporta 1,21 millones de cotizantes al cierre del pasado mayo, 172.000 más de los que tenía ese mismo mes en 2008, antes de la crisis. Sólo en el último año, el empleo en el sector ha crecido un 6,5%. El problema, coinciden en destacar los sindicatos CCOO y UGT, es que ese aumento está aún por debajo de lo que han subido los precios y los ingresos por habitación. Además, está basado en empleos precarios y de muy baja calidad. El turismo no sólo es el motor de la economía, sino también el paradigma de los múltiples defectos del mercado laboral español. Es el reino de los contratos temporales y a tiempo parcial, de los salarios bajos, de las horas extraordinarias que ni se pagan ni cotizan a la Seguridad Social…

El resultado es que, a diferencia de los precios y los ingresos, los sueldos del sector que da trabajo a un 13% de los españoles no han recuperado los niveles anteriores a la crisis. De hecho, según la última Encuesta de Coste Laboral, en el primer trimestre de este año el salario medio en la hostelería asciende a 1.044,86 euros brutos al mes, que no sólo es el más bajo de todas las ramas de actividad sino que también está un 3,8% por debajo del que se cobraba en el primer trimestre de 2009. Como buena prueba de la precariedad salarial de estos trabajadores basta con acudir a las cotizaciones que pagan a la Seguridad Social, tal y como las refleja la citada encuesta. Éstas también son inferiores ahora a las que ingresaban antes de la crisis en un 1%.

“No es de recibo que, siendo la locomotora de la economía española, los trabajadores del turismo tengan unas condiciones laborales tan precarias”, protesta Ginés Díez, secretario general de la Federación de Servicios de CCOO en Baleares. El 40,47% de los contratos temporales firmados en el sector tienen jornada a tiempo parcial, casi cinco puntos por encima de la media española, según el Informe de la actividad turística y el empleo en 2015 elaborado por CCOO. Díez asegura que la mayor parte de los contratos temporales están suscritos en fraude de ley; es decir, cubren necesidades permanentes y por tanto, deberían ser indefinidos, o bien cubren necesidades permanentes pero periódicas, y deberían ser fijos discontinuos.

La explotación de las camareras de piso

Santos Nogales, secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo de UGT, explica que se están firmando subidas salariales en torno al 1% en los convenios colectivos sectoriales de la hostelería. Pero denuncia las maniobras de las patronales para saltárselos. La más utilizada es la “externalización” de servicios enteros, como las camareras de piso o incluso los cocineros. Las cadenas hoteleras subcontratan estos departamentos con empresas multiservicios, que no aplican los convenios del sector servicios y pagan sueldos un 30% por debajo de lo que establecen éstos.

En Baleares el convenio sectorial prohíbe expresamente este tipo de prácticas, como también los de Canarias y Málaga, por ejemplo, pero no así los de Madrid, Cataluña o Andalucía. “En Madrid hay dos cadenas hoteleras en las que, salvo el director y el jefe de recepción, el resto del personal es externo, cocineros incluidos”, apunta Santos Nogales. Según detalla, además de menores salarios, estas camareras de piso tienen más carga de trabajo, mayores jornadas y no saben hasta 24 horas antes si van a tener que acudir al día siguiente. “Son como los contratos de cero horas”, denuncia Ginés Díez, muy polémicos en Reino Unido y, al menos en teoría, ilegales en España. Por sueldos no superiores al salario mínimo –655 euros al mes– una de estas trabajadoras tiene que hacer “entre 60 y 80 camas, o de 25 a 30 habitaciones” en una jornada laboral. Sólo en Baleares, donde la hostelería ocupa a unas 125.000 personas, las camareras de piso suman 30.000 trabajadoras.

Pero no se trata sólo de que las empresas turísticas paguen poco, sino que también son las que más han bajado los sueldos. La Encuesta del Coste Laboral revela que la hostería y el comercio han recortado los salarios un 1,3% y un 1,4% respectivamente el último año, sólo superados por la construcción, un 2,2%. Muy lejos, por tanto, del 9,5% que han crecido los costes salariales en la industria extractiva y del 7,6% de las actividades inmobiliarias. Por establecer una comparación ilustrativa, los mayores salarios de España son los pagados en el sector financiero, 4.132,07 euros brutos al mes, y en las compañías eléctricas, 4.596,6 euros, tres veces la cantidad media que cobran los asalariados en la hostelería.

Horas extra ilegales

Otra razón que explica el hundimiento de los salarios en el sector turístico es el bloqueo que han sufrido los convenios colectivos durante la crisis. Según el citado informe de CCOO, el pasado febrero 19 convenios provinciales y autonómicos estaban sin firmar, y otros 10 más van a negociarse a lo largo de este año, por lo que más de medio millón de trabajadores carecían de convenio. El convenio de la hostelería madrileña, que cubre a 150.000 trabajadores, lleva bloqueado desde 2012, recuerda Santos Nogales.

Ginés Díez va más allá y destaca que en Baleares, a más de 80.000 trabajadores de la hostelería, el 64%, “no se les aplica correctamente el convenio”, que no sólo ha prohibido la subcontratación de las camareras de piso sino que, además, regula el trabajo de los fijos discontinuos, cuyos contratos tienen una garantía mínima de ocupación de seis meses al año.

Otra lacra que redunda en la precariedad salarial en el turismo son los excesos de jornada. Un clásico del fraude laboral y a la Seguridad Social: contratos a tiempo parcial que esconden jornadas completas, pagadas en negro o directamente gratuitas. En Baleares, advierte Ginés Díez, las horas extraordinarias ilegales trabajadas en el sector equivalen a 20.000 puestos de trabajo adicionales, de los que 5.000 corresponden a camareras de piso.

Buena prueba de que la bonanza de la actividad, y de resultados, no se está trasladando a las plantillas es la denuncia que acaba de interponer CCOO ante la Inspección de Trabajo de Baleares. Un total de 35 hoteles que han subido de tres a cuatro estrellas no han repercutido en sus trabajadores las correspondientes alzas salariales que el convenio establece para este ascenso de categoría. Así se ha escamoteado a unos 2.500 trabajadores una mejora de sueldo de 60 euros mensuales, explica Ginés Díez.

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