El juicio colectivo por el caso de las preferentes de Bankia ha arrancado este jueves.
Más de 800 personas se han personado en los juzgados de Plaza de Castilla para
presenciar la vista previa, tras la cual se espera que el juzgado de lo mercantil número 5 de Madrid
deje el caso visto para sentencia. La Asociación para la Defensa de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (
Adicae) representa en el proceso a
2.163 afectados por estos productos financieros, vendidos por la antecesora del banco, Caja Madrid. De media, cada uno reclama unos
30.000 euros, lo que suma unos
64 millones de euros reclamados en total.
Adicae pide una acción de cesación en la venta de las
preferentes: es decir,
que no se vuelvan a ejecutar este tipo de prácticas, consideradas abusivas por numerosos tribunales desde que los consumidores comenzaron a demandar a las entidades bancarias. Además,
solicita una indemnización a los afectados que cubra las cantidades invertidas junto a los intereses acumulados, explicó uno de los abogados en defensa de los preferentistas, Antonio Castro.
El presidente de Adicae, Manuel Pardos, compareció ante los medios a las puertas de los juzgados para explicar las esperanzas de su organización una vez comenzada la vista. "Esperemos que clara y descaradamente
se declare esta estafa de las preferentes", afirmó. Pardos aseguró que, pese a que Bankia "da por resuelto el caso con el
arbitraje de consumo, aquí vemos a miles de personas que siguen pendientes de solución de este caso tan claro de fraude". Hizo referencia al caso de las cláusulas suelo, revitalizado este miércoles con
el pronunciamiento del abogado del TSJE, para denunciar que espera que este juicio por las preferentes "
acabe con la etapa negra de la banca en España". "Si de verdad quiere ser una banca del siglo XXI, tiene que ganar confianza, y solo la puede ganar con transparencia y con un trato justo a los consumidores", insistió.
Castro defendió ante los medios que en un caso de "engaño masivo" como el que les ocupa,
la mejor estrategia es la acción colectiva, en lugar de las demandas individuales de los afectados que, según la asociación, es el método preferido por las entidades para capear el temporal. "Son las mismas irregularidades" las que afectan a todos los consumidores, incidió.
Cuatro años de tensa espera
Los preferentistas que han acudido a la vista en Plaza de Castilla se mostraron a partes iguales
ilusionados por el posible final feliz para ellos
del procedimiento y
cansados de lo dilatado del proceso colectivo, que arrancó hace cuatro años. "Parece mentira que, siendo tan evidente, haya que pasar por todo esto", se quejaba Elena, una de las afectadas que hacía cola para entrar en la sala de los juzgados, la mayor de toda la ciudad. "Y lo que nos quedará", añadió María Teresa.
"Nos han robado tranquilamente, está la cosa clara", denunciaba otro preferentista, Juan Ignacio. "Cuando vamos al banco a reclamar, nos dicen que hay que pasar un juicio, donde un juez te dice que te pagarán las partes proporcionales que ellos quieran, y que encima tienes que pagar los intereses.
Han estado lucrándose, robando y yéndose de vacaciones". "Alegan que somos muy listos. Si no lo lees, era muy goloso, un 10% de intereses…". Elena añadió: "Los que te vendían las preferentes
eran gente de tu confianza, de tu banco, que tratabas con ellos". Hablan continuamente de robo y se sienten estafados y humillados.
Pedro, que también hacía cola para entrar a la sala, explicaba que los 2.163 defendidos por Adicae
se sienten agradecidos a la asociación por impulsar la demanda colectiva. "Ahora son importantes porque se está demostrando que si no existieran nadie nos iba a defender. Ni los partidos, ni el Gobierno", aseguró.
Más de 800 afectados se citaron a las 9 en los juzgados de Plaza de Castilla para acudir a la vista previa del
primer juicio colectivo por el caso de las preferentes de Bankia. Ataviados con las camisetas amarillas de Adicae,
intentaron entrar por todos los medios a la sala, en la que no cabían todos. Finalmente, unos 100 se quedaron fuera, esperando el final de la sesión: para el final del proceso
habrá que esperar a la sentencia del titular del juzgado, el magistrado Teodoro Ladrón.
700.000 afectados
Entidades financieras como Bankia o Catalunya Caixa vendieron durante décadas acciones preferentes, un producto financiero de alto riesgo, a unos 700.000 clientes, cuantificados por el Parlamento Europeo.
Se vieron atraídos por sus aparentes beneficios, ya que ofrecían hasta el 10% de intereses. En la mayoría de los casos, los inversores
creyeron que se trataba de productos de renta fija –considerados seguros, ya que se puede predecir el porcentaje de rentabilidad que generarán los ahorros– cuando en realidad se trataba de productos de
renta variable –en los que el nivel de incertidumbre es mucho mayor–.
Varios preferentistas han salido ganando de sus litigios individuales contra los bancos. Las sentencias han considerado que las entidades
debían haber informado adecuadamente de los riesgos que entrañaba la contratación de estos productos financieros.
A veces me da rabia ser civilizado. No digo lo que me gustaría hacer a Blesa y sus secuaces porque caerían sobre mis hombros el ángel marcelo y su protegido. Baste decir que añoro a los jacobinos.
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