REFORMA FISCAL

Montoro hace caja rápida con las empresas pero sin tapar los agujeros del impuesto de sociedades

El ministro de Hacienda, Cristóbal, tras el Consejo de Ministros.

El ministro Cristóbal Montoro no quiso conceder a los periodistas este viernes que el Gobierno incumple sus promesas electorales subiendo impuestos. Y quizá tenga razón. Porque de las cuatro medidas para aumentar la recaudación en el impuesto de sociedades que esbozó tras el Consejo de Ministros, sólo dos suponen en realidad un aumento de la carga impositiva. Las limitaciones a la compensación de bases imponibles negativas y a las deducciones por doble imposición internacional servirán para hacer caja de forma inmediata, el año próximo, pero no elevan la carga tributaria. “Sólo difieren en el tiempo la recaudación, no la acrecientan”, resume el secretario general del Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo.

El Consejo de Ministros aprobó un real decreto con un paquete de medidas fiscales pensadas para aumentar en 2017 la recaudación en 7.000 millones de euros, de los cuales 4.300 millones provendrán de los cambios aplicados al impuesto de sociedades y otros 350 del aumento de los impuestos especiales –tabaco y alcohol–.

Por lo que se refiere al impuesto de sociedades, se limita la compensación de bases imponibles negativas –pérdidas– de ejercicios anteriores a un 25% para las empresas que facturen más de 60 millones de euros, y a un 50% para las que facturen entre 20 y 60 millones. También se limitan las deducciones por doble imposición, a un 50% de la cuota íntegra para las compañías con una cifra de negocio neta superior a 20 millones. Por este concepto, las empresas se apuntaron beneficios fiscales en 2014, el último año del que la Agencia Tributaria ofrece datos, de 1.647 millones de euros, de los que el 63,95% correspondieron a compañías con más de 180 millones de facturación. Ese mismo ejercicio las empresas compensaron bases imponibles negativas por importe de 19.940 millones de euros.

“No son medidas estructurales”, explica José María Mollinedo. Sino que permiten a las empresas diferir en el tiempo sus créditos fiscales. Por eso Montoro recalcó que el tipo nominal seguirá en el 25% establecido en la última reforma fiscal. “Lo que estamos promoviendo es acercar el tipo real y el nominal, pero no puedo decir cuál va a ser la consecuencia última de las medidas”, respondió el titular de Hacienda cuando se le preguntó por el tipo efectivo que iba a resultar de los cambios en el impuesto. El ministro se limitó a cifrar en 25.000 millones de euros el objetivo de recaudación para 2017. “Aún muy lejos”, precisó, “de los 44.000 millones de 2007 porque el lastre de la crisis aún merma la recaudación del impuesto”.

Coincide con el responsable de Gestha Gonzalo Pino, secretario Política Sindical de UGT. “[Las medidas aprobadas] son un parche, positivas pero insuficientes”, advierte. A su juicio, las deducciones son agujeros en la recaudación que no deberían limitarse sino “suprimirse”.

También ha aprobado el Gobierno que las empresas incorporen ahora, por un importe mínimo y de forma lineal durante cinco años, el deterioro del valor de sus participaciones de capital, al tratarse de “pérdidas estimadas y no realizadas que minoraron la base imponible” en años anteriores. Es decir, se ha reducido a cinco años la posibilidad de diferir la reversión de ese deterioro de valor. Además, no serán deducibles las pérdidas sufridas en la venta de una filial, por ejemplo. Gracias al primer mecanismo, las empresas se apuntaron beneficios fiscales por importe de 9.070 millones de euros en 2014. El 64,36% de esa cantidad procede de compañías que facturan más de 180 millones al año. Gracias al segundo instrumento, las empresas consiguieron un beneficio fiscal de 33.751 millones de euros en 2014. De ellos, el 69,67% provino de compañías con más de 180 millones de euros.

En todos estos casos, por tanto, se trata de “operaciones estratégicas” que las mayores compañías ejecutan para apuntarse pérdidas fiscales en España aunque no sean reales, “sólo contables”, apunta José María Mollinedo. Cristóbal Montoro aseguró ante los periodistas que el “gran esfuerzo” necesario para reducir el déficit y cumplir con Bruselas recaerá en las “grandes empresas, no sobre las familias, autónomos y pymes”.

Tabaco, alcohol, medio ambiente, refrescos

Según los técnicos de Hacienda, este paquete de medidas es “un primer paso”, pero apenas representan un 9,5% del diferencial de recaudación entre España y la Unión Europea, que calculan en 54.000 millones de euros. UGT, por su parte, eleva la cifra hasta los 70.000 millones, con una presión fiscal 6,9 puntos del PIB por debajo de la media de la zona euro. Gestha utiliza una media ponderada de la presión fiscal en la Unión Europea a 28 miembros. Según sus cuentas, España recauda por el IRPF 17.673 millones de euros menos que la media de la UE-28, 5.000 millones menos por las rentas de capital y 4.346 millones de euros menos por el impuesto de sociedades. Es decir, con los 4.300 millones que el Gobierno prevé recaudar de más el próximo año se cubriría de un plumazo la brecha fiscal con Europa. Pero siempre que las medidas no fueran coyunturales.

Otro tanto ocurre con los impuestos del tabaco y el alcohol, con los que la UE recauda 512 millones de euros más, y con los impuestos medioambientales, con los que también ingresa 247 millones de euros más. Para las bebidas alcohólicas, el Gobierno sube un 5% el tributo, pero sin tocar ni la cerveza ni el alcohol. Para el tabaco, crece un 2,5% la fiscalidad de los cigarrillos y un 6,8% la de la picadura de liar.

Además, Montoro quiere ingresar 200 millones de euros gravando las bebidas azucaradas, aunque no ha precisado en qué porcentaje. Y modificar los impuestos medioambientales, para cumplir, dijo, las recomendaciones de la Comisión Europea, sin precisar más pero remitiéndose a una futura “negociación política”.

Finalmente, Hacienda prorrogará durante 2017 la exigencia del impuesto sobre el patrimonio, cedido a las comunidades autónomas. Gestha asegura que éstas podrán recaudar por este concepto 937 millones de euros. Pero no todas las comunidades lo cobran. Según destaca el sindicato, la Comunidad de Madrid deja de ingresar cada año 660 millones al eximir del pago del impuesto a 15.532 contribuyentes que acumulan el 25,2% del patrimonio registrado en España.

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Rebaja del IRPF en el horizonte

Gonzalo Pino aplaude que el Gobierno aplique medidas para aumentar la recaudación, pero también cree que no solucionan el problema de ingresos que aqueja al sistema. La última reforma fiscal hundió la recaudación del impuesto de sociedades en 2015: aunque las empresas ganaron 209.361 millones de euros, casi lo mismo que en 2006, antes de la crisis, sólo pagaron 20.649 millones por el impuesto de sociedades, un 44,5% menos que entonces. En 2016, hasta julio, los ingresos por el impuesto de sociedades acumulados ascendieron sólo a 433 millones de euros, siete veces menos que en 2015siete veces menos que en 2015. Así que en octubre el Gobierno tuvo que aprobar medidas de urgencia para intentar cumplir el objetivo de déficit: elevó los pagos a cuenta y recuperó el pago mínimo adelantado que había suprimido en 2012. Así pretendía recaudar 8.000 millones de euros.

El propio Cristóbal Montoro reconoció entonces que se había “pasado de frenada” al bajar el impuesto de sociedades. Este viernes, tras negar por segunda vez que el PP esté incumpliendo su programa electoral de bajar impuestos aprobando el paquete fiscal descrito, prometió –“No les quepa la menor duda”, subrayó a los periodistas– que bajará el IRPF a lo largo de lo que queda de legislatura. Gonzalo Pino, por su parte, le reclama una “reforma fiscal integral” que vaya mucho más allá de las medidas puntuales aprobadas este viernes.

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