Las comisiones de Asuntos Económicos y de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo han pedido
obligar a las multinacionales que operan en la UE y tienen unos
ingresos globales que superen los 750 millones de euros anuales a
hacer públicos sus datos fiscales correspondientes tanto a cada país del bloque comunitario donde tengan actividad, como en otros países de fuera de la UE.
La propuesta ha sido aprobada con
38 votos a favor, 9 en contra y 36 abstenciones. Sin embargo, no fue posible alcanzar un acuerdo para empezar las negociaciones sobre esta nueva normativa con el
Consejo de la UE —la institución comunitaria que representa a los Estados miembros—, por lo que será necesario realizar una
nueva votación en la próxima sesión plenaria de la
Eurocámara.
El motivo de esta discrepancia es que las comisiones parlamentarias
han aprobado una cláusula, con los votos a favor del Partido Popular Europeo (PPE) y de la Alianza de Liberales y Demócratas Europeos (
ALDE), que permite a las compañías acogerse a una excepción mediante la cual
podrán evitar revelar información que sea comercialmente sensible.
El PPE ha defendido que esta cláusula podría ejecutarse
"bajo estrictas condiciones" y necesitaría la
autorización de la Comisión Europea cada año. "Queremos hacer visible cómo las compañías
multinacionales trasfieren sus beneficios para rebajar los impuestos. Pero las empresas compañías que operan fuera de Europa no deben ser obligadas a revelar todo si sus competidores no lo hacen", ha explicado el eurodiputado del PPE
Dariusz Rosati.
El grupo de Socialistas y Demócratas (S&D) ha acusado al PPE y a
ALDE de
bloquear una transparencia fiscal "profunda" y de "diluir" el texto para hacerlo
"completamente inefectivo”, por lo que finalmente se ha abstenido en la votación.
"Queríamos una legislación fuerte para garantizar que las
multinacionales pagan sus impuestos en Europa. Sin embargo, el PPE y los liberales han intentado poner
tantas lagunas en la legislación que ya no es adecuada para los objetivos", han señalado los
socialdemócratas Evelyn Regner y
Hughes Bayet.
Del mismo modo, el grupo de Los Verdes se abstuvo en la votación de sobre la propuesta y votó en contra del mandato para comenzar las negociaciones con los Estados miembros. El eurodiputado de ICV se ha mostrado "preocupado" por la posibilidad de que
"se permita a las empresas solicitar exenciones anuales ilimitadas".
"Creemos que los europeos esperan con toda razón una
acción contundente a favor de la justicia fiscal. De esta forma, los Verdes nos negamos a respaldar el mandato para iniciar las negociaciones con el Consejo Europeo y la Comisión y seguiremos desafiando esta decisión en el Parlamento", ha defendido.