La organización europea
Changing Markets Foundation ha realizado el informe
Moda sucia: la contaminación en la cadena de suministros del textil está intoxicando a la viscosa, en cuya versión española ha colaborado Ecologistas en Acción, en el que denuncia el
impacto mortal que suponen
los desechos de productos químicos peligrosos y los gases tóxicos de las fábricas asiáticas. La fundación ha recogido pruebas en algunas zonas de
Indonesia, China e India, que muestran la
contaminación en la producción de la viscosa, sustancia muy utilizada en la cadena de suministros textiles.
El estudio subraya las relaciones existentes entre fábricas contaminantes y las mayores cadenas de ropa europeas y norteamericanas, como H&M, Zara/Inditex, ASOS, Levi's, United Colors of Benetton y Dockers, entre otras. Concretamente, señala que H&M compra directamente a siete de las fábricas contaminantes que se han investigado e
Inditex a cuatro.
Esto mostraría que, aunque varias de estas marcas se han comprometido a utilizar pulpa de madera ecológica para producir la viscosa, los procesos de fabricación que se utilizan
siguen ignorándose en buena medida y apenas se tienen en cuenta a la hora de elegir a las empresas que abastecen el producto. Mientras tanto,
el mercado de la viscosa aumenta. Se estima que crecerá
de 13.450 millones de dólares en 2016 a 16.780 millones de dólares para 2021. Además, se encuentra muy concentrado. Solo
once empresas controlan el 75% de su producción mundial.
La responsable de campaña de
Changing Markets,
Natasha Hurley, ha declarado que el informe revela que "algunas de las mayores marcas de moda están haciendo la
vista gorda a las prácticas dudosas de sus abastecedores". Y ha reclamado que, en un momento en el que la contaminación del agua es vista cada vez más como un riesgo empresarial, "los minoristas deberían
priorizar en sus planes de negocio
un cambio hacia
modelos de producción más sostenibles".
Además de las investigaciones sobre el terreno, el documento ha contado con las respuestas de las marcas a una serie de cuestionarios planteados por Changing Markets y por la organización
Ethical Consumer. El director de esta última,
Rob Harrison, ha lamentado que dos tercios de las empresas contactadas
"no hayan respondido a las encuestas", incluidas algunas grandes como
"Topshop, Asda y Sainsbury's".
Harrison ha manifestado que las marcas con "grandes márgenes de beneficios" tienen que
"hacerse responsables de la salud de sus trabajadores y trabajadoras" y, para dar muestra de ello, deberían ofrecer
"los nombres de sus suministradores". Si no lo hacen, el director considera que será "muy probable", en línea con la tendencia europea, que "sus clientes terminen por buscar marcas que se ajusten mejor a sus valores".
Ecologistas en Acción pide a los actores implicados que la producción de viscosa adopte
"sistemas de ciclo cerrado" y deje de "
verter productos químicos tóxicos en los alrededores de las fábricas". Asimismo, solicita que las marcas de moda impongan
"
políticas de contaminación cero en todos los eslabones de la cadena de suministros" y realicen
"auditorías regulares" que aseguren su cumplimiento.
En la misma línea, la confederación de grupos ecologistas demanda a los actores políticos que exijan
"transparencia" en todo el proceso de abastecimiento e introduzcan
"criterios ambientales" en las regulaciones del sector
y refuercen las ya existentes. Y reivindica que los consumidores tengan la opción de
"comprar prendas que demuestren claramente que en su elaboración
no se ha utilizado viscosa contaminante".
Don Amancio dona aparatos para combatir el cáncer en España, para compensar el cáncer que provocan sus productos en los países que los fabrican.
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