Las secuelas de la crisis

6,5 millones de familias viven de una pensión, un 14% más que antes de la crisis

Manifestación de pensionistas ante el Ayuntamiento de Bilbao.

Seis millones y medio de hogares tienen como principal fuente de ingresos una pensión, ya sea contributiva –como las de jubilación, invalidez o viudedad– o no contributiva. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares, el 35,1% de los hogares –de los que hay un total de 18,5 millones, según la Encuesta de Población Activa– vivían de un pensionista en 2017. Este porcentaje es 2,4 puntos superior al de 2012 y 4,4 puntos mayor que antes de la crisis. Es decir, el número de familias que dependen de una pensión ha crecido un 7,34% en los últimos cinco años y un 14,33% desde 2007.

La Encuesta de Presupuestos Familiares constata que en el 28,7% de los hogares el “sustentador principal” es un jubilado o prejubilado: 5,3 millones de familias dependen de los ingresos de alguien que ya no trabaja. Esa cifra ha crecido un 6,3% desde 2007.

También viven a expensas de una prestación por desempleo o un subsidio social un 4,3% de lo hogares, 796.777 familias, un poco menos de la mitad que en 2012, pero aún casi el doble que en 2007, cuando sólo eran el 2,3%. De hecho, un parado es el sustento principal del 6% de los hogares, igualmente el doble que antes de la crisis. Que dependan de un inactivo –un estudiante o una persona dedicada a las labores del hogar– son aún más, el 7,2%, un porcentaje que apenas ha variado desde 2012 y ha crecido siete décimas desde 2007.

Entre las familias que tienen a un ocupado como principal fuente de ingresos, el 81,7% depende de un asalariado. Esta cifra no ha dejado de aumentar desde 2006, el año más antiguo del que ofrece datos la encuesta: un 4%. Por el contrario, el porcentaje de empresarios sin asalariados es ahora el menor de los últimos 11 años, un 12,2%. Desde 2006 ha caído 1,8 puntos, un 14,7%. Y desde 2012, pese a las campañas e incentivos diseñados por el Gobierno para promover el emprendimiento, la proporción de autónomos se ha reducido un 7,5%, el doble de lo que ha disminuido el porcentaje de empresarios, un 3,7%.

3,8 millones de hogares no llegan a mileuristas

La encuesta revela también que el 41,2% de los hogares españoles ingresa menos de 1.500 euros netos al mes: 7,63 millones de familias. Y de ellos, 3,8 millones –el 20,7%– viven con menos de 1.000 euros mensuales, lo que supone que su peso ha caído en la escala salarial un 5,6% durante la crisis. Otro 41,1% percibe entre 1.500 y 3.000 euros, lo que se traduce en un recorte del 2,8% desde 2007.

El grupo de familias que tiene más de 3.000 euros de ingresos mensuales representa el 17,8%, después de haber crecido casi tres puntos desde 2007: son un 18,6% más que antes de la crisis. Y, entre ellos, los hogares que viven con más de 5.000 euros netos al mes son los que más han aumentado su peso proporcional: un 47,8% desde 2012 y un 21,4% desde 2007.

La encuesta también permite conocer el nivel educativo de quienes aportan el sustento principal de las familias españolas. En casi la mitad de ellas, el 48,7%, se trata de alguien que no ha superado el bachillerato o la FP de grado medio. En el 28,5% de los hogares, el grupo más numeroso, el mayor aportador de ingresos no tiene más que la primera etapa de la ESO. De un licenciado, ingeniero o doctor dependen el 14,9% de los hogares, y de un diplomado o ingeniero técnico, un 8,6%. De un trabajador con una FP de grado superior, un 9%. El peso de estos tres últimos grupos no ha dejado de crecer en la última década. El que más, el de los titulados de FP de grado superior, nada menos que un 45% desde 2006. Los licenciados e ingenieros han aumentado su proporción en un 33%.

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Las diferencias de gasto

Las familias gastaron una media de 29.188 euros en 2017, un 2,4% más que el año anterior descontada la inflación. Pero esa cifra esconde grandes disparidades. Así, el 20% de los que menos renta disponen para gastar dedicaron el 60% de su presupuesto a pagar la vivienda, el agua, el gas y la luz, así como la alimentación, casi el doble de lo que destinó el 20% de las familias con mayor potencia de gasto, un 36%. Por el contrario, estos últimos invirtieron el doble que los más pobres a transporte –un 16,7%– y restaurantes y hoteles –12,1%–.

Otro tanto ocurre con el gasto en las comunidades autónomas. El mayor gasto medio por persona correspondió en 2017 al País Vasco, con 14.175 euros mensuales, así como a Madrid –13.708 euros– y Navarra –13.325 euros–. El gasto medio de los vascos es un 20,9% mayor que la media nacional, mientras que el de Extremadura resulta ser un 21,1% inferior. Esa comunidad tiene el menor gasto medio de todo el país, 9.257 euros al mes.

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