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Reforma fiscal

Las rentas más altas aportan de media por el IRPF un 9% menos que en 2014

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, está dispuesta a estudiar una subida del IRPF para quienes ganen más de 150.000 euros al año. Unidos Podemos pide que esa alza de impuestos se aplique desde los 60.000 euros de ingresos anuales, pero el Gobierno más que ha duplicado la cifra de corte en las negociaciones que ambos mantienen de cara a la aprobación de los Presupuestos del Estado de 2019. Esas rentas tan altas “evidentemente no pertenecen ni  a las clases medias ni a las clases trabajadoras”, ha apuntado la ministra. Según las estadísticas de la Agencia Tributaria, en España sólo 91.408 asalariados declararon rentas por encima de los 150.000 euros en 2016. Representan apenas el 0,46% de los declarantes. En total, aportaron 10.988 millones de euros de los 70.495 millones que se devengaron en 2016, el 15,58%.

Para dar una idea de cómo se reparte el impuesto, el tramo de renta que incluye el mayor número de declarantes es el de quienes ganan entre 12.000 y 21.000 euros al año –4,75 millones de contribuyentes–, mientras que el tramo que más aporta es el de quienes ingresan entre 30.000 y 60.000 euros –25.891 millones de euros, el 36,7% de la recaudación–.

A los más ricos de entre quienes declaran el IRPF el fisco los divide en sólo dos tramos desde la reforma fiscal de 2014: de 150.000 a 600.000 euros y contribuyentes que ganan más de 600.000 euros anuales. La aportación fiscal media de los del primer tramo ascendió a 80.502 euros en 2016, un 9,13% menos que la de 2014. La contribución media del segundo tramo fue de 508.942 euros en 2016, un 9,32% por debajo de la de dos años antes. El número de contribuyentes de ambos tramos ha crecido desde 2014 un 33,4% –hay 22.892 más–, pero su aportación conjunta a Hacienda ha aumentado seis puntos menos, un 27,5%, 2.371,5 millones de euros.

Es decir, ha crecido la cifra de quienes ganan más, que también se han beneficiado de la supresión de tramos y el recorte en los tipos aprobado con la última reforma fiscal. En 2014, desaparecieron los tramos de 60.000 a 175.000 y de 175.000 a 300.000, que fueron sustituidos por los dos actuales. Además, los contribuyentes con ingresos anuales superiores a 300.000 euros pagaban antes de la reforma un tipo del 52%; desde 2016 todas las rentas superiores a 60.000 euros tributan al 45%, siete puntos menos.

Precisamente la promesa de Pedro Sánchez en la oposición incluía recuperar ese 52% para las rentas superiores a 150.000 euros.

Más contribuyentes con ingresos muy altos

El número de declarantes del IRPF con rentas más altas cayó con la crisis, hasta alcanzar un mínimo de 63.124 en 2013, cuando aportaron el 11,56% del impuesto devengado. Pero en 2016, el último año del que la Agencia Tributaria publica datos detallados del IRPF, casi se ha recuperado el número de contribuyentes ricos de 2008 –95.397– y se ha superado la recaudación de ese año en términos absolutos, aunque su aportación porcentual a los ingresos totales por el impuesto sigue casi un punto por debajo.

Según Gestha, el sindicato de técnicos de Hacienda, España ocupa el puesto 15º de la Unión Europea en cuanto a tipos máximos de gravamen en el IRPF. “Existe un claro margen para esa subida de impuestos”, asegura Gestha, que defiende el regreso de los tres tramos en la parte alta de la pirámide de rentas suprimidos en 2014.

El sindicato cifra en 400 millones de euros el aumento de la recaudación que supondría subirles el IRPF a quienes ganan más de 150.000 euros anuales. Pero pide también que se eleve el tipo a las rentas del capital por encima de los 50.000 euros de quienes ingresan más de 150.000 euros, lo que equivaldría a un aumento en la recaudación de 1.500 millones de euros. La reforma fiscal de 2014 también redujo el tipo de las rentas del capital –intereses por cuentas corrientes, dividendos, venta de acciones–, cuyo tipo máximo, a partir de 24.000 euros, se recortó del 27% al 23% a partir de 2016.

“Insolidaria” y “confiscatoria”

Mientras el Gobierno negocia con Unidos Podemos, PP, Ciudadanos y PDeCAT rechazan la subida del IRPF a las rentas más altas. El presidente del PP, Pablo Casado, la ha tachado de “insolidaria”, además de “innecesaria”. A su juicio, se trata de una medida “demagógica” que supondrá un “riesgo para la recuperación económica”. Casado resaltó en Mérida (Badajoz) que no hacen falta más ingresos, porque este año Hacienda va a recaudar más de 200.000 millones de euros. Por el contrario, cree que el Gobierno debería aprovechar la recuperación para “amortizar deuda, cumplir el déficit y hacer los deberes en un entorno internacional donde pueden subir los tipos de interés, sube el precio del petróleo y van a acabar los estímulos del BCE”.

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Tampoco le ha gustado el anuncio al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien ha tildado de “confiscatoria” y de “vieja receta agotada” la subida al 52% del tipo de las rentas más altas prometida en su día por Pedro Sánchez.

Para el PDeCAT, el alza del IRPF no es más que una propuesta “simbólica”. Al diputado Carles Campuzano no le “gustan” las medidas que estudian Hacienda y Unidos Podemos. “No es prioritario subir el IRPF, preferimos que se refuerce la lucha contra el fraude fiscal porque en España hay demasiados ricos que no pagan y demasiada economía sumergida”, explicó.

Además de a Unidos Podemos, el PSOE necesitará al PNV, ERC y PDeCAT para sacar adelante la subida de impuestos en el Congreso. El diputado del PNV Aitor Esteban declaró en julio a Europa Press que su partido no tiene “miedo a discutir sobre fiscalidad”, pero también advirtió de que el Gobierno debería consultarles antes de que “sea demasiado tarde, cuando los acuerdos los tenga tan cerrados que sean imposibles de aceptar”. “Es verdad que nuestro sistema impositivo no es régimen común, pero la decisión que se adopte en el ámbito del régimen común puede tener repercusiones en el nuestro”, indicó. Además, Esteban destacó que en el País Vasco el tipo del IRPF para las rentas más altas también es mayor, el 49%, que en el régimen común.

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