Pocas cosas han cambiado menos que el
nervioso ritmo de creación y destrucción de empleo del mercado laboral español. Ni la crisis ni las reformas laborales han modificado el patrón que fuerzan cada año
la extrema temporalidad y el carácter estacional de la actividad productiva y de los contratos que la sustentan. Agosto siempre es un mal mes para el empleo por el cierre de la temporada de verano, de modo que la tradición marca que
el 31 de agosto sea una de las fechas en que más puestos de trabajo se destruyen. Este año, de hecho,
ha batido el récord desde al menos 2008, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo. Ese día se dieron de baja en la Seguridad Social
363.017 personas, 49.876 más que el 31 de agosto de 2017 y 29.900 más que el 31 de agosto de 2015, las fechas en que más empleo se eliminó durante la última década.
Ni siquiera en los peores años de la crisis, de 2009 a 2013, se produjeron tantas bajas de afiliación en ese día como en estos dos últimos años. Entonces fueron muchos los empleos destruidos, más de 230.000, pero quedan lejos de los niveles de 2017 y 2018. La razón está en el mecanismo con que se crea mayoritariamente el empleo en España: contratos temporales para actividades estacionales.
La preponderancia del turismo y las actividades a él ligadas producen un
boom del empleo en los meses de verano, pero también su desaparición con la llegada del otoño. Además,
cada vez hay más contratos más breves. Si a estos dos factores se le suma la
desaceleración económica, el resultado es la abultada cifra de bajas en los registros de la Seguridad Social.
En cualquier caso, el 31 de agosto no es el día en que más despidos se han producido en España este año.
El pasado 2 de julio la Seguridad Social registró nada menos que 504.630 bajas. Pero también se produjeron 519.126 altas, por lo que el saldo del día fue positivo. Por el contrario,
el 31 de agosto el neto fue de destrucción de empleo, pues sólo se dieron 58.375 altas.
Detrás de este vaivén mensual de altas y bajas se hallan los
14,52 millones de contratos que se han firmado desde enero hasta agosto. En 2017 el año terminó con nada menos que
21,5 millones de contratos registrados en los servicios públicos de empleo. Así que puede que este ejercicio sean más.
El 90% de ellos son temporales. Aun así, el motor en agosto estaba gripado: se firmaron 1,6 millones de contratos,
un 23,20% menos que el menos anterior. Otra señal del tío vivo laboral. De esa cifra, 1,4 fueron temporales.
Si se examina la pérdida de empleo por sectores, la
educación se situó a la cabeza en agosto, con 57.706 bajas. Las
actividades artísticas y de entretenimiento, y el comercio suman 28.389 empleos destruidos. Sólo un poco por debajo se encuentran los despidos en la industria –23.632– y la construcción –20.261–. También se quedaron sin trabajo 18.035 administrativos. Cuestión aparte es cuántos de todos los trabajadores que fueron dados de baja en julio o agosto
volverán a ser dados de alta en septiembre. Una práctica habitual –y fraudulenta– en el sector educativo que
el Tribunal Supremo echó abajo en una sentencia del pasado mes de junio.
Sube el paro
Con el fin del verano, también sube el paro. El número de los desempleados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (el antiguo Inem) subió en agosto en 47.047 personas respecto al mes anterior, lo que pone fin a
una sucesión de seis meses consecutivos a la baja. De esta forma, la cifra total de parados registrados se sitúa en
3.182.068 personas, según el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Además, este aumento del paro en agosto es
superior al registrado el año pasado ese mismo mes, que fue de 46.400 personas.
200.256 parados menos en el último año
Trabajo resalta el dato del paro en términos desestacionalizados, porque supone un descenso de 2.819 personas. En el último año el desempleo ha bajado en
200.256 personas, lo que sitúa su nivel de bajada interanual en casi el 6%.
Por sectores económicos de procedencia de los trabajadores, el paro registrado
disminuyó en la agricultura (-4.562 personas) y en el colectivo Sin Empleo Anterior (-5.505). Subió, sin embargo, en industria (+8.110), en construcción (+9.246) y, donde más, en el sector servicios (+39.758), que aporta el 85% de los desempleados.
Respecto a la contratación, el ministerio también destaca que en agosto se han registrado un total de
153.921 contratos de trabajo de carácter indefinido, el número más alto de contrataciones indefinidas celebradas en un mes de agosto de toda la serie, pero aun así un 19% menos que los firmados en julio.
Es inhumana la legislacion laboral que tenemos, que deja millones de personas fuera de poder tener una vida digna, lo que va contra unos minimos derechos humanos. ¿Para cuando una reforma laboral humana?
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