PREVISIONES MACROECONÓMICAS

El FMI se empeña en dictar recetas neoliberales para España

La directora del FMI, Christine Lagarde.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE rebajaron este miércoles sus previsiones macroeconómicas para España. La expansión mundial ha tocado techo, asegura el club de los 35 países más ricos del mundo, y a partir de ahora las crecientes tensiones comerciales, las condiciones financieras más restrictivas y la subida del precio del petróleo van a ralentizar el crecimiento del PIB de los países más avanzados en medio punto, del 2,5% al 2%, en 2020. Las economías de la eurozona también moderarán su expansión con la misma intensidad, hasta el 1,5% ese año, debido a una demanda exterior más débil y a la mayor incertidumbre política. Lo mismo ocurrirá con España, que seguirá creciendo pero a menor ritmo: según calcula el FMI, un 2,5% este año, un 2,2% en 2019 y un 1,8% en 2020. La OCDE casi coincide –2,6%, 2,2% y 1,9%–. Ambos pronósticos recortan los cálculos emitidos anteriormente por ambos organismos internacionales. El grupo de los más ricos lo llama “aterrizaje suave”, sin dramatismos, pero también advierte de que el diseño de esa operación por los gobiernos siempre ha sido un ejercicio “delicado”.

El FMI, que ha elaborado un informe tras la última visita de sus funcionarios el pasado mes de septiembre, señala que el crecimiento del PIB y del empleo en España superará el previsto en la zona del euro por cuarto año consecutivo, pero advierte nubes en el horizonte, y no sólo porque los vientos de cola –la bajada del precio del petróleo, las políticas monetarias expansivas del BCE– hayan dejado de soplar. El anémico crecimiento de la productividad, el envejecimiento demográfico y el elevado paro estructural frenan la expansión potencial de la economía española, asegura el organismo presidido por Christine Lagarde. Si se añaden la amenaza del nuevo proteccionismo internacional –la guerra de aranceles en ciernes–, el Brexit, el contagio de Italia, el perjuicio que pueden sufrir los grandes bancos españoles por su exposición a los países emergentes –Argentina, Turquía, Brasil– y la crisis de confianza por el conflicto en Cataluña, la recuperación económica tras la prolongada crisis puede resultar más corta de lo deseable.

El informe alaba el impulso reformista que desde 2013 cambió el mercado laboral, las pensiones, el sistema financiero y los impuestos, y lamenta que haya perdido fuelle en los últimos años. A su juicio, que se detuvieran las reformas estructurales ha impedido que siga cerrándose la brecha de ingresos que separa a España de los países más ricos del euro. De ahí que el FMI inste al Gobierno a reanudar desde ya, en los Presupuestos del Estado para 2019, el “ajuste fiscal”.Presupuestos del Estado para 2019 “Es crítico que se cumpla en 2019 el objetivo de déficit del 1,8% [el previsto en los Presupuestos para ese año]”, urge el documento, para lo cual recomienda mantener un recorte de al menos el 1,5% anual del PIB “hasta que se alcance el equilibrio estructural y la deuda se sitúe en una clara tendencia decreciente”.

No obstante, el FMI también pide a España que compagine ese ajuste fiscal con las políticas necesarias para reducir la desigualdad. Como, según destaca, la ratio española de ingresos respecto al PIB está siete puntos porcentuales por debajo de los países del euro, el Gobierno aún tiene margen para aumentarlos y financiar políticas sociales y distributivas, “en particular, para crear oportunidades para los jóvenes”. Para ello sugiere reducir las exenciones fiscales y aumentar los impuestos medioambientales y especiales, así como subir el IVA de los productos que ahora disfrutan del tipo reducido. Según sus cálculos, esas medidas tributarias supondrían un aumento de los ingresos fiscales de entre el 2% y el 3% del PIB. Pero, al tiempo, el FMI critica los impuestos incluidos en el proyecto de Presupuestos para 2019 y recomienda que tanto la tasa Google como el impuesto sobre las transacciones financieras tasa Googleno se pongan en marcha hasta que se aprueben de forma conjunta en el resto de la UE.

Cambios en el sistema de pensiones

Pero el capítulo más amplio de recomendaciones del FMI se refiere al mercado de trabajo y al sistema público de pensiones, en lo que constituye una enmienda a la totalidad a las políticas laborales anunciadas por el Gobiernopolíticas laborales anunciadas por el Gobierno.

Los autores del informe defienden las reformas de las pensiones acometidas en 2011 y 2013, tanto el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) –un 0,25% mientras la Seguridad Social tuviera déficit– para actualizar las prestaciones desligándolas de la inflación como el Factor de Sostenibilidad, que las recorta según la esperanza de vida. El primero ha sido eliminado y el segundo aplazado de 2019 a 2023. Las pensiones han vuelto a actualizarse ya este año de acuerdo con el IPC y la comisión del Pacto de Toledo también ha acordado recuperar la inflación como mecanismo para que las pensiones no pierdan poder adquisitivo. Sin embargo, el FMI critica que vuelvan a vincularse “de forma permanente” las pensiones y el IPC porque supondrá, dice, aumentar hasta en un 4% del PIB en 2050 el gasto destinado a ese capítulo. Pero no sólo recomienda que se añada a la inflación otros parámetros de sostenibilidad, sino que se hagan más cambios en el sistema: ampliar el periodo de cálculo de la pensión a toda la carrera de cotización del trabajador, aumentar la edad jubilación según lo hace también la esperanza de vida, subir la cotización mínima de los autónomos y la base máxima de cotización, y crear planes suplementarios de ahorro obligatorios. El FMI insiste en una idea que ya ha reflejado en anteriores documentos, que el recorte en la cuantía de las pensiones públicas es inevitable: “Debería decirse claramente [a los ciudadanos] que será muy difícil evitar por completo una reducción futura de las pensiones reales, a menos que se produzcan cambios fundamentales en las cotizaciones y en el mercado laboral”.

El español no es un mercado laboral sano

El organismo internacional también defiende la reforma laboral de 2012, a la que atribuye la “mayor flexibilidad salarial” conseguida desde entonces. A su juicio, un logro que debe conservarse, tanto como la prevalencia del convenio de empresa sobre el sectorial. Los sindicatos y la patronal debaten con el Gobierno en las mesas del Diálogo Social cómo subir los salarios, deprimidos durante la crisis, y cómo recuperar la prioridad del convenio sectorial. La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, se ha mostrado a favor de esta última medida, a la que se opone la CEOE. El FMI pide “reformas laborales adicionales” que permitan subidas salariales siempre que estén “alineadas con la productividad” y alaba el acuerdo salarial alcanzado por patronal y sindicatos para los dos próximos años, pero ataca el aumento del salario mínimoel aumento del salario mínimo del 22% pactado por el Gobierno con Podemos porque “podría poner en riesgo los empleos de los jóvenes y menos cualificados”.

También critica el abuso de los contratos temporales en España, pero para acabar con él recomienda reducir las indemnizaciones por despido de los contratos fijos, en lugar de aumentar las de los eventuales. E incluso ofrece como posible solución la “mochila austriaca”, un porcentaje de la cotización empresarial que acumula cada trabajador a lo largo de su vida laboral y que, si es despedido, sustituye a la indemnización. El empleado también puede hacer efectiva la cantidad acumulada si deja voluntariamente su puesto y quiere invertirlo en formación, por ejemplo. Es una propuesta incluida en el programa electoral de Ciudadanos, que copia el sistema instaurado en Austria en 2003. Además, el FMI invita a simplificar las causas de nulidad de los despidos –que supone la readmisión del trabajador– en los tribunales, lo que supone un coste añadido para los contratos indefinidos, según el organismo internacional.

El informe considera que la reforma de 2012 no ha conseguido hacer del español un mercado laboral “sano”, como demuestran el abuso de la temporalidad y unos niveles de paro estructural “obstinadamente altos”, de entre un 12% y un 16%. El FMI culpa de esos porcentajes a las “rigideces” del mercado laboral, entre las que destaca la escasa movilidad de los trabajadores entre comunidades autónomas. Mientras en España sólo se trasladan de residencia por motivos laborales el 0,3% de la población en edad de trabajar, en Alemania son el 1,2% y el 2,4% en el Reino Unido. Así que el organismo internacional pide incentivos en forma de ayudas para cubrir los gastos del traslado y de vivienda.

Brecha en productividad y en cualificación profesional

El FMI recorta su previsión de crecimiento mundial para 2019 y alerta de una recuperación "precaria" en 2020

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Igualmente se encuentra España lejos de Europa en lo que a productividad se refiere, con una brecha del 10% respecto a Alemania. Además, las diferencias entre comunidades autónomas son considerables, de hasta el 60% entre la más y la menos productiva, Madrid y Castilla-La Mancha. Para aumentar la productividad, el FMI quiere que se permita crecer a las empresas y se mejore su capacidad de innovación. Porque otro lastre que aleja a España de Europa es la inversión en I+D. Mientras el gasto nacional, tanto público como privado, en este capítulo se queda en un 1,2% del PIB de media desde 2000, en Alemania y Francia superan el 2%, subraya el informe.

Otro tanto ocurre con la cualificación de los trabajadores. El porcentaje de los menos cualificados es similar en España y en el resto de la zona euro, perolos sobrecualificados españoles son mucho más numerosos, un 25% de los asalariados. Ese desajuste, además, se ha agravado durante la recuperación, cuando la creación de empleos se ha concentrado en ocupaciones que requieren estudios medios. El FMI insta al Gobierno a mejorar las políticas a activas de empleo, que en España “reciben pocos trabajadores, tienen escasa financiación y no son suficientemente conocidas”.

El informe también se preocupa por los bancos, que han mejorado su funcionamiento tras la crisis, pero que aún no alcanzan las ratios de capital de sus competidores europeosratios. De ahí que el organismo internacional les invite a reforzar sus reservas de capital de máxima calidad para que puedan protegerse de posibles amenazas procedentes de los mercados emergentes, así como a llevar a cabo una gestión rigurosa de los riesgos asociados a los tipos de interés, que subirán en cuanto el BCE normalice su política monetaria.

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