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Borrell se ha dejado revestir, a partir de aquella brillante intervención en la manifestación nacionalista española contra el nacionalismo catalán en Barcelona, de una áurea de moralidad intachable y de una innegable racionalidad en sus juicios. De hecho, todavía se permite en sus opiniones ese tono paternalista de senador romano que habla a la chusma gesticulando y sujetándose la túnica con los dedos. Pero el personaje se ha comido a la persona. Ya lo atisbamos cuando justificó de manera tan chusca la venta a Arabia Saudí de aquellas bombas “inteligentes”. Continuaba el tono de senador patricio, pero afloraba la contradicción y, lo que es peor, la falsedad e impostura del político. Ahora, con el mismo tono moralizante, dice que “no le parece políticamente CORRECTO recurrir a un Gobierno del que forma parte”. Vaya. Sin embargo, sí le parecía CORRECTO ganar una pasta cometiendo un delito. En fin. Acudan a aquel discurso de Barcelona, donde el prócer romano nos dio lecciones de moralidad democrática agitando banderas. TU QUOQUE BRUTE FILI MI?
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Las vendió por 9.000 y semanas después solo hubiers obtenido 4.000. O sea que por esod 5.000 le multsn con 30.000, tofo ello sabiendo que eran de su exmujer, que de lo suyo no vendió nafa y lo perdió todo. Esa multa es una venganza contra uno los políticos mejor preparados y mas decentes.
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www.infolibre.es ISSN 2445-1592
Si el titular es correcto, ¿a que espera el Sr Borrel para dimitir?
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