LOS ABUSOS DE LAS EMPRESAS

Ifema, o cómo incumplir el 'compliance' en el concurso público para crear un canal ético

El recinto ferial de Ifema en Madrid.

Las personas jurídicas –empresas, organizaciones, instituciones– son responsables penalmente en España desde 2010. Desde 2015, el Código Penal las exime si, antes de que alguno de sus representantes legales o trabajadores hayan cometido un delito, tienen en pleno funcionamiento un sistema de prevención, lo que ahora se llama cumplimiento normativo o, en inglés, compliance. Así que no sólo las empresas sino también todo tipo de instituciones y organismos se han apresurado a crear mecanismos de control y vigilancia para evitar que directivos y trabajadores infrinjan sus normativas internas o incluso cometan delitos. En marzo del año pasado, además, la Ley de Secretos Empresariales traspuso varias directivas europeas y amplió los delitos fiscales, por abuso de mercado y contra la Administración Pública, entre otros, por los que puede ser condenada una persona jurídica.

La apuesta es clara. En parte por ética, en parte por la búsqueda de seguridad jurídica, empresas e instituciones se han lanzado a contratar compliance officersCuatrecasas fichó en marzo del año pasado a la exvicepresidenta el Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría para encabezar su departamento de Cumplimiento Normativo– y a crear, por ejemplo, canales internos de denuncia.

Es lo que ha hecho Ifema, la institución ferial de Madrid, controlada por un consorcio que integran la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de la capital y su Cámara de Comercio, así como por la Fundación Montemadrid, con un porcentaje menor. Con más de 400 empleados, se apuntó unos beneficios de 10,8 millones de euros en 2018. El pasado mes de mayo sacó a concurso público la implantación de un “servicio de gestión de consultas y denuncias a través de una plataforma informática de canal ético”. Un contrato de servicios, por importe de 20.000 euros, con una duración de dos años. Se presentaron dos ofertas, la de Ethics Channel SL y la de una UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Castellana Detectives y Canal Denuncias. El concurso fue adjudicado a Ethics Channel SL, que recibió 290 puntos frente a 195 en la valoración de las respectivas ofertas técnicas, mientras que la UTE había presentado una oferta económica más ventajosa, 16.100 euros frente a los 17.000 de la empresa ganadora, según la información a la que ha tenido acceso infoLibre.

Pero algo chocante había ocurrido durante el procedimiento. Una pifia que hacía dudar si el mecanismo que estaba destinado a asegurar el compliance cumplía escrupulosamente con las normas que debe proteger.

Ifema envió a la UTE desde la dirección licitaciones@ifema.es un correo electrónico –al que ha tenido acceso este periódico– el día 17 de junio, a las 14:57 horas con un “aviso de comunicación”. El título es “Emplazamiento”. Después figura la dirección de la Sala de Compras Planta -2 del Edificio Oficinas de Feria de Madrid, en la Avenida del Partenón número 5 de Madrid. Allí “se solicita la asistencia [de los representantes de la UTE] a la reunión 19/116 [el número del expediente de la licitación]: Mesa de apertura de la sección Sobre 2: Sobre de condiciones técnicas organizada en la fecha 13/06/2019 a las 13:00 se espera su asistencia”. Bajo el epígrafe “asistentes” figuran los nombres de dos vocales y la secretaria de la Mesa de Contratación con sus respectivos correos electrónicos.

Como se puede comprobar al ver las fechas, el correo fue enviado a la UTE cuatro días después de la apertura de los sobres con las ofertas técnicas. Al día siguiente, el 18 de junio, a las 15:55 horas, la UTE recibió otro correo electrónico de Ifema comunicando que la apertura de los sobres económicos se iba a llevar a cabo ese mismo día… a las 15:54 horas, sólo un minuto antes de que llegara el aviso.

No hubo respuesta en cinco meses

Sorprendidos, los representantes de la UTE piden explicaciones de lo ocurrido a la Mesa de Contratación, en un correo electrónico donde adjuntan la comunicación recibida con cuatro días de retraso. Uno de los vocales de la mesa acusa recibo y promete “revisar lo sucedido” y contestar “lo antes posible”. No hubo respuesta, sin embargo. De forma que la UTE presentó en el registro de Ifema un escrito el 27 de agosto, de nuevo pidiendo explicaciones. Tampoco se produjo reacción alguna.

Así que tres meses después, el 29 de noviembre, la UTE decide utilizar el canal de denuncias que ya había puesto en marcha su competidor, Ethics Channel SL, y dejar allí su reclamación sobre el concurso público que había perdido. Esta vez sí recibió una respuesta: “Estimado usuario. Le informamos que, tras analizar los hechos indicados en su comunicación, se ha determinado que este medio no es el canal adecuado para gestionarla”. Sin embargo, según consta en el pliego de condiciones técnicas del concurso, el canal de denuncias está al servicio no sólo de empleados y directivos, sino también de “clientes y proveedores”.

En cualquier caso, a continuación, el canal le comunica que su petición se gestionará a través del Departamento de Compras de Ifema.

En efecto, el 11 de diciembre, cinco meses después de que el jefe de Compras de Ifema prometiera una respuesta “lo antes posible”, el director de ese departamento, Francisco J. Monge, remitió a la UTE un extenso documento donde califica de “erróneo” el encabezamiento del correo y asegura que el texto posterior, donde se le cita a la apertura de sobres, no era “adecuado”. Explica que la comunicación recibida el día 17 de junio no tenía por objeto emplazar a la UTE a la apertura de sobres técnicos, sino facilitarle la relación de empresas que habían superado la fase administrativa, asunto del que se informó en la apertura de sobres del día 13 del citado mes”. En cuanto a la apertura de los sobres económicos, indica que se retrasó del día 20 al 27 de junio.

La queja “se traspapeló”

Las debilidades del canal de denuncias internas de los Legionarios de Cristo

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infoLibre ha preguntado a Ifema por las circunstancias en que se desarrolló el concurso. La institución atribuye la demora en responder a la UTE a un “fallo administrativo interno” que “traspapeló” la queja de las empresas. También distingue entre el Canal Ético, “vinculado al compliance de Ifema”, y el canal “específico de quejas y reclamaciones alojado en la web” de la institución ferial, que informa a la Dirección de Compras. Además, asegura que las fechas de apertura de sobres en los concursos que convoca Ifema se comunican “a través de su publicación exclusivamente en la web”, en la plataforma habilitada para ello, pero no “de forma personalizada”. Pese a que en este caso Ifema sí remitió por correo a la UTE no sólo las fechas de los actos de apertura de sobres, sino que incluso la emplazó a asistir.

La institución reitera las explicaciones que en su momento dio a la empresa perdedora del concurso: que el enunciado de la comunicación “a través de la plataforma” –“emplazamiento”– era “erróneo”, aunque ya no menciona nada sobre el texto posterior. Y añade que la UTE no accedió a las comunicaciones de la plataforma, puesto que aparecen como no leídas ni descargadas. Esas comunicaciones, indica, eran “de carácter informativo”, para informar del resultado de la apertura de sobres técnicos, “no de la fecha en que se realizaría la apertura de dichos sobres”.

Ifema dice que asume los “fallos técnicos” al tiempo que niega “mala fe” y mantiene su “voluntad de transparencia”. Su plataforma de licitaciones, subraya, “permite aportar luz y datos a cualquier queja”.

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