Historia de una canción

'Madrid' de Xoel López: “Es una oda, pero sin peloteos”

A Xoel López (A Coruña, 1977) Madrid le engullió, le curtió y le arañó, pero, sobre todo, le dio la oportunidad de convertirse en lo que siempre había querido ser. En todo lo que soñaba aquel rapaciño que con once años se ponía frente al espejo con una raqueta y simulaba tocar la guitarra ante un estadio lleno de gente. Aunque casi todo el mundo piense que sigue viviendo en Galicia, Madrid es su casa. Su ciudad imán. El lugar en el que ha formado una familia y al que le dedicó uno de sus grandes temas después de “ponerle los cuernos” con Buenos Aires. “Estuve viviendo allí cinco años y cuando volví quise escribirle una canción a Madrid como si fuese una especie de reconciliación con una exnovia”, explica con un marcado acento gallego que nunca ha perdido.

Y eso que llegó por primera vez a la capital hace más de dos décadas. En el coche de sus padres repleto de maletas para estudiar en la universidad Magisterio en inglés e intentar, a la vez, abrirse paso en el mundo de la música: “Ya había sacado un par de discos, pero la sensación que tenía en A Coruña es que era más difícil poder trascender, que era más difícil visualizar la idea de ganar dinero con esto”. Cuatro años después, la morriña que le asoló los primeros días tras su llegada había quedado atrás. Xoel se había mudado para vivir solo, era independiente económicamente y había conseguido dedicarse plenamente a la músicadedicarse pl: “Estar aquí fue importante. Había industria, discográficas, músicos, compositores, técnicos de sonido… Esta ciudad me dio la oportunidad de hacer cosas y de que llegasen al público”.

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El chaval gallego que escuchaba a los Beatles y al que la guitarra le llamaba “como una sirena” cuando se sentaba a estudiar, cruzó el Puente de los Franceses y ya no regresó. Madrid le engulló, pero también le abrazó. Le curtió, pero también le besó. Le arañó, pero también le esculpió. “Estas ideas un poco antagónicas que expreso en la canción sobre lo bueno y lo malo son una gallegada. Creo que refleja una visión muy gallega de la ciudad, es decir, las cosas no son ni blanco ni negro, sino también un poco grises”. Porque Madrid tiene muchas cosas buenas, “la mayoría”, pero también, una parte más difícil y dura: “Quería hacer una oda a la ciudad, pero sin peloteos. Aquí hay mucha competencia y es muy cara. Lo que llaman calidad de vida y tal, se encuentra en otros lugares, pero si vienes con ganas de currar y con expectativas artísticas es el mejor sitio”.

La ciudad de los aventureros

La grabación de su último disco, Si mi rayo te alcanzara (2020), le pilló en medio del estado de alarma y el confinamiento, pero, sin duda, lo que más le ha frustrado este último año es la imposibilidad de conocer gente nueva. Algo que Madrid siempre le ha brindado. “De repente, te ves en una mesa con cinco personas diferentes que no conocías. Es fácil crear nuevas amistades. Para los aventureros, es la ciudad”. Puede que por eso, tantos “provincianos” que llegaron como él intentando cumplir sus sueños se hayan sentido identificados con la canción: “Me dicen que he conseguido plasmar esa dualidad de sentimientos que despierta Madrid. Algo tan gallego como: ‘Madrid, no sé si subes o si bajas’. En el fondo, es eso”.

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