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El grupo lácteo Lactalis montó un entramado financiero opaco en Luxemburgo y Bélgica

Logo del Grupo Lactalis.

Era una ocasión única para formular la pregunta molesta, pero Le Journal du dimanche no se arriesgó. “Lactalis no le oculta nada a las autoridades”, zanjó Emmanuel Besnier, máximo responsable del gigante de los productos lácteos en su primera entrevista ofrecida, el 13 de enero, a raíz de la contaminación de sus leches infantiles. “En ningún momento tuvimos intención de ocultar los hechos”, añadió al periódico.

En realidad, sí. Lactalis oculta algo a las autoridades. Y desde hace tiempo. Pese a que su cifra de negocios asciende a 17.000 millones de euros, el gigante lácteo no cotizado en bolsa, no presenta sus cuentas y asegura pagar las multas por eta infracción. El pasado 25 de enero, se presentaba en la Asamblea Nacional francesa una enmienda, conocida como Lactalis, destinada a endurecer las sanciones en caso de no depositar las cuentas. Fue rechaza.

Lactalis eligió ser “una empresa discreta”, se justificó su responsable. Y desde hace diez años, la multinacional francesa se ha ido progresiva y parcialmente expatriando, multiplicando la adquisición de empresas en el extranjero y las triquiñuelas fiscales. Estas operaciones entre Bélgica y Luxemburgo llaman la atención en un momento en que Lactalis ya está siendo investigada por “poner en riesgo la vida de los demás”, “fraude agravado” y “la no ejecución de la retirada de un producto perjudicial para la salud”, en el caso de la salmonelosis.

El brazo armado de Lactalis en el extranjero, Besnier S.A. (BSA) International, con sede en Ixelles (Bélgica) ha visto cómo sus fondos propios pasaban de 100 millones de euros en 2005, a 1.200 millones en 2006 y después a 2.100 millones en 2014. Una decisión que le permitió pagar sólo 7,23 millones de impuestos al fisco belga entre 2004 y 2014...

Pero es en Luxemburgo donde se han llevado a cabo las operaciones más opacas. Una empresa para la que trabajan dos únicos empleados a tiempo parcial, Nethuns, tal como revelaba el viernes Mediacités y Ebdo, tenía como objetivo contribuir a la “financiación de las entidades del grupo Lactalis”. Esta estructura se dedicó, entre 2016 y 2017, a montar un mecano financiero particularmente complejo y opaco de 2.000 millones de euros, que se tradujo a fin de cuentas en el traspaso de mil millones de euros a otra empresa de gestión de Lactalis en Bélgica. Mientras que otra empresa, Ekabe International, cuya actividad ha seguido Les Jours, explota las marcas del grupo –y acumula los beneficios de su utilización– a un tipo impositivo reducido.

El apetito internacional del grupo, ya presente en 141 países, se agudizó en los años 2000, después de la muerte de Michel Besnier, hijo del fundador de la empresa. Emmanuel Besnier, tercero del clan, se benefició en octubre de 2003, junto con su hijo y su hermana, de un extraordinario beneficio fiscal: el pago diferido y fraccionado de los derechos de sucesión de su padre, por un montante de 119,4 millones de euros y cuyo último pago data del 28 de mayo de 2017.

Lactalis está en manos de dos holdings, BSA y Claudel Roustang Galac –por la quesera adquirida en 1985–; a su vez propietarios de los holdings de los hermanos y hermana Besnier –Jema 1 y Jema 2–, que por sus estatutos tenían prohibido ceder sus participaciones antes de 2017.

La compra de Puleva

Desde entonces, Lactalis multiplicó sus compras en el mundo entero, a razón de varias marcas por año. En 2003, el queso italiano Invernizzi; en 2004, el grupo se extiende a Kazajastán (Ucrania) y a Moldavia; en 2005, se hizo con un quesero británico, McLelland. Galbani, líder italiano del mercado en los quesos de pasta blanda, cae en 2006. En 2007, Lactalis compra la empresa croata Dukat. En 2008, los yogures polacos Jovi, la quesera suiza Baër. En 2010, se queda con Forlasa, Puleva en España. En 2011, engulle Parmalat en una OPA. La operación Parmalat obliga al grupo a un breve ejercicio de transparencia: mientras que su cifra de negocios asciende entonces a 10.400 millones de euros, su endeudamiento alcanza los 2.700 millones. La primera fase de la OPA –la compra del 29% del grupo italiano– le hace subir a 3.600 millones de euros. El aumento de capital le hace endeudarse por 1.400 millones más.

La recapitalización de BSA International en 2006 y la creación de la empresa pantalla Nethus, el 20 de diciembre de 2006, se enmarcan en los proyectos expansionistas del grupo. El capital social autorizado de Nethuns queda fijado, desde el comienzo, en 1.300 millones y su actividad limitada a la financiación de las entidades del grupo Lactalis.

Oficialmente, Nethuns pertenece a una filial luxemburguesa de la Sociedad General, la Société Générale Bank & Trust (SGBT), una de cuyas misiones es “acompañar el crecimiento de los grandes grupos internacionales”. Pero Nethus dice en sus balances que es una “filial indirecta” de BSA, el principal holding francés que controla el grupo Lactalis. En resumen, la empresa Nethus pertenece en realidad a Lactalis y la Société Générale Bank & Trust sólo tiene el papel de fiduciario del grupo lácteo. Dos responsables de la SGBT y el actual director financiero de Lactalis, Olivier Savary, son sus administradores.

Nethuns es un banco interno de Lactalis, cuya actividad aumenta progresivamente. A finales de 2015, la sociedad luxemburguesa había recibido préstamos por importe de 2.000 millones de euros de la Société Générale. Volvió a prestar ese dinero a las filiales operacionales del grupo lácteo, que le pagan intereses por el préstamo. ¿Se trata de una operación de optimización fiscal vinculada a estos flujos de financiación? Lactalis no ha respondido a las preguntas de Mediapart, socio editorial de infoLibre.

Más allá de ese papel clásico de banquero interno, Nethuns se ha entregado, como desveló Ebdo, a una operación financiera tan compleja como opaca. Una extraña cacería contable con la Société Générale, a base de transferencias de acciones y de créditos, por la nada desdeñable cita de 2.000 millones de euros.

En enero de 2016, el microbanco de Lactalis aumenta su capital en 20.000 euros. El montante de esta suscripción la paga el accionista único, Société Générale Bank & Trust (SGBT), por “aportación en efectivo” de una deuda de 2.176.671.348 euros (los préstamos que concedió a Nethuns). Simultáneamente, la Société Générale Bank & Trust transfiere 490 acciones de Nethuns a la filial belga de Lactalis, BSA International. Un año después, casi la mitad de estas mismas acciones las adquiere Nethuns a BSA International por mil millones de euros.

En resumen, la operación parece haberse traducido en una transferencia de mil millones de euros, salidos de los préstamos otorgados por la Société Générale, desde la empresa pantalla luxemburguesa de Lactalis hacia otra empresa fantasma del grupo lácteo en Bélgica. ¿Para qué sirvió esta operación? ¿Por qué haber recurrido a un montaje financiero tan complejo? De nuevo, Lactalis no ha respondido a las preguntas de Mediapart.

La actividad de Ekabe International, la otra pata luxemburguesa de Lactalis, es más clara. Ekabe es el nombre de una lechería luxemburguesa que compró Lactalis, que se convierte en 2003 filial de Ekabe International y ella a su vez filial de BSA International. Su objeto social es la “cesión de derechos intelectuales incluidos marcas y patentes” y “la compra y la venta de espacio publicitario en cualquier formato por cuenta de las empresas del grupo”.

Durante varios años, la sociedad pantalla hizo de intermediario entre dos centrales de compra de espacios –por ejemplo, los grupos Carat, Publicis o Vizeum– y las filiales de Lactalis, lo que permite al grupo emitir facturas luxemburguesas, con menos carga impositiva, antes de abandonar la actividad en 2012. Pero Ekabe International registró las marcas del grupo en el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INPI), sobre todo las marcas españolas Puleva y Sanutri o las francesas Primevère Essentiel, Primevère au Miel, Primevère Semi Épaisse. La explotación de estas marcas, alrededor de unas 40 en total, valoradas en 189 millones en las cuentas de la sociedad pantalla luxemburguesa, aportó 100 millones de euros entre 2012 y 2015 y apenas le costó 2.800 millones de impuestos sobre los resultados... ___________

Detectado en Euskadi un segundo caso de un bebe con salmonelosis tras consumir leche Lactalis

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Traducción: Mariola Moreno

Leer el texto en francés:

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