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De Tolón a Dubái: nuevas sospechas se ciernen sobre el 'capo' del fútbol africano

Ahmad Ahmad, en una imagen de la FIFA.

Yann Philippin (Mediapart)

Un cartel para hacer feliz a los enamorados del fútbol. En el partido inaugural de la Copa de África de las Naciones (CAN), Egipto, animado por la estrella del Liverpool Mohamed Salah, se enfrentó el viernes 21 de junio al Zimbabue en El Cairo (0-1). Pero la gran fiesta del fútbol africano se echó a perder por el torrente de escándalos que recaen en el organizador del evento, Ahmad Ahmad, presidente de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) desde hace dos años y vicepresidente de la FIFA.

A las sospechas de corrupción se añade el fiasco del partido de vuelta de la final de la Liga de Campeones africana entre el Espérance de Túnez y el Wydad de Casablanca, el 31 de mayo último, interrumpido por los marroquíes en un ambiente electrificado después de que el gol de empate fuera anulado por el árbitro de forma polémica y que su recurso haya fracasado porque el VAR estaba averiado. El presidente Ahmad sometió a votación de su comité ejecutivo la decisión de volver a jugar el partido, para gran enfado esta vez de los tunecinos, privados de su título. Hay que decir que la anulación de un partido por culpa de un VAR que falla no está prevista en los estatutos de la CAF.

En un hecho sin precedentes, la Confederación Africana anunció el pasado 20 de junio, durante la conferencia de prensa de inauguración de la CAN, la apertura de una investigación a su presidente. Conserva su puesto pero estará bajo control de la secretaria general de la FIFA, Fatma Samoura, al menos durante seis meses.

Como ha contado el The New York Times, la operación ha sido orquestada por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. El affaire Ahmad, con el que le une amistad, comenzaba a salpicar un poco su traje de míster Proper, ya algo desteñido por nuestras revelaciones de los Football Leaks (leer aquí). El presidente suizo de la Federación Internacional parece que ha encubierto demasiado tiempo las infamias de Ahmad Ahmad. A pesar de una descripción muy detallada recibida en marzo, ha habido que esperar tres meses para que el comité de ética de la FIFA ponga en marcha una investigación.

Este asunto se convirtió en un escándalo el pasado 6 de junio, cuando Ahmad, que es senador en Madagascar, fue interpelado en París y luego detenido e interrogado por los policías de la Oficina de Anticorrupción (OCLCIFF) en el marco de una investigación judicial abierta el 28 de mayo por la Fiscalía de Marsella por “asociación de malhechores”, “corrupción”, “abuso de confianza” y “falsificación y uso de documentos falsos”. El presidente Ahmad salió libre del interrogatorio sin cargos por el momento.

Mediapart y su socio alemán Der Spiegel han conseguido decenas de documentos confidenciales que contienen información inédita sobre el asunto.

En el centro de la investigación judicial hay contratos establecidos entre la CAF y una sociedad llamada Tactical Steel, con base en La Seyne-sur-Mer, cerca de Tolón, cuyos locales han sido registrados por la policía. Según nuestra información, la Confederación Africana ha comprado a Tactical Steel, en sólo un año y medio, equipamiento de fútbol (balones, camisetas, accesorios, etc.) por al menos 4,5 millones de dólares, entre otros el vestuario de los árbitros que oficiaron el partido de la CAN del 21 de junio en Egipto.

Las sospechas recaen en particular sobre la compra a Tactical Steel de 60.000 balones por 2,5 millones de dólares. Al menos 369.000 dólares fueron finalmente pagados por la CAF a una sociedad registrada en Dubái, controlada por el director de Tactical, Romuald Seillier, y por Laurent Emmanuelli, director del centro de formación del prestigioso Rugby Club Tolonés (RCT), cuatro veces vencedor del Top 14 y triple campeón de Europa.

Contactado por Mediapart y por Der Spiegel, Ahmad Ahmad ha declinado contestar. Romuald Seillier nos contestó al teléfono en principio, pero después no quiso responder a nuestra preguntas por escrito. Laurent Emmanuelli no ha querido comentar nada y nos ha amenazado con demandarnos. Los dos socios afirman no haber cometido ninguna irregularidad y nos acusan de estar instrumentalizados por los enemigos del presidente de la CAF (leer la totalidad de sus respuestas en el PDF del artículo original en francés al final de este texto). Romuald Sillier ha presentado una denuncia por falsificación y uso de documentos falsificados sobre la documentación, según él, “fabricada completamente”, tras haber sido publicada en parte por la prensa.

Todo empezó en marzo último con la rebelión de dos dirigentes de la CAF, el liberiano Musa Bility y el secretario general egipcio Amr Fahmy, que dio parte de Ahmad al comité de ética de la FIFA. En menos de un mes el jefe del fútbol africano cesa a los dos denunciantes acusándoles de mala gestión, si dar más detalles. Amr Fahmy no ha querido hablar con nosotros.

Las primeras acusaciones sobre Ahmad, desveladas en marzo por la revista argelina Botola y la web InsideWorldFootball están por su parte bien respaldadas. Documentos confidenciales, también conseguidos por Mediapart, muestran que Ahmad untó bien a los presidentes de las federaciones africanas para favorecer su futura reelección, un gran clásico en la FIFA y en sus confederaciones continentales.

Después de diciembre de 2017, dos meses después de su elección, Ahmad hizo aprobar el pago anual de 100.000 dólares a cada federación nacional, de los cuales 20.000 euros destinados a cubrir los gastos personales de sus presidentes. Algunos lo rechazaron y otros, como los presidentes de las federaciones caboverdiana y tanzana, pidieron a la CAF que los fondos fueran transferidos a sus cuentas personales. Lo mismo para el patrón del fútbol namibio, suspendido por corrupción por su federación en octubre pasado por haber aceptado ese dinero.

Ahmad invitó también el año pasado a los presidentes de federación musulmanes a una simpática peregrinación a Arabia Saudita que costó al menos 40.000 euros a la CAF, según nuestros documentos. Ahmad ha afirmado a France Football que los gastos habían sido pagados por los saudíes y en parte por “sus propios recursos”.

El malgache, de 69 años, exministro y hoy senador en su país, se cuida bien. Ha hecho que la CAF compre vehículos de lujo destinados a la presidencia por valor de 474.000 dólares, entre los cuales hay tres Range Rover en la delegación de El Cairo y un Mercedes en Madagascar. La CAF “tiene los medios para asignar vehículos de calidad a sus altos dirigentes”, ha justificado.

Ahmad es asimismo objeto de denuncias por acoso sexual presentadas por cuatro trabajadoras de la CAF. “Si deseo una chica, la cortejo, eso es todo. Si ella me quiere, salgo con ella, si no me quiere, todo se para”, desmintió a France Football.

Pero también está el asunto de las compras a la sociedad Tactical Steel, convertida de la noche a la mañana en el principal proveedor de la CAF. La historia comienza en diciembre de 2017, cuando la Confederación Africana decide comprar los equipamientos (camisetas, botas, chaquetas, etc.) para el Campeonato de África de las Naciones (CAN), que va a jugarse sólo dos meses más tarde en Marruecos. A la vista del plazo de entrega, Adidas y Nike responden que no pueden suministrarlos. Sólo Puma acepta, concediendo como bonificación a la CAF un descuento del 60%.

Pero el 20 de diciembre, el pedido es anulado de golpe, sin dar ninguna explicación al fabricante alemán. Me quedé mudo, me sentí como un idiota”, escribe a la CAF el responsable de marketing de Puma.

Varios correos electrónicos confidenciales muestran que la decisión fue tomada personalmente por el presidente Ahmad. Tras desmentir cualquier implicación, ha reconocido que tomó esa decisión. Asegura que no actuó por favoritismo, sino por la “corrupción” en su servicio de marketing y porque Puma podía no entregar a tiempo.

Ahmad Ahmad encargó entonces a su director de gabinete, Loic Gérand, que encontrara una empresa para comprar el material a Adidas. Gérand, que tuvo una sociedad de saneamiento en La Seyne-sur-Mer, se dirigió a uno de sus amigos y ex vecino de la zona industrial: Romuald Seillier.

Este empresario, que dice emplear a 300 trabajadores, dirige el grupo de calderería Acti, presente sobre todo el sector marítimo. “Trabajo con la Marina (…), hago el mantenimiento de los mejores barcos de la flota francesa” basada en el puerto de Tolón”, indicó a Mediapart. Otra de sus sociedades, Tactical Steel, fabrica racks de halterofilia (ver foto de abajo). En resumen, que Seillier no tiene ninguna experiencia en la provisión de equipamientos de fútbol, pero acepta el reto. “En mi vida sólo he hecho que afrontar desafíos muy difíciles”, dice.

 

Captura de la web de Tactical Steel.

Pero a nadie se le puede exigir lo imposible. El 17 de diciembre, Romuald Seillier avisa a la CAF que los equipamientos no están disponibles en Adidas, como la firma había hecho saber. La CAF tuvo pues que elegir otros artículos, diferentes de los que quería al principio. Habría que preguntarse por qué el presidente Ahmad estaba tan interesado en que el proveedor fuera Adidas.

369.335 dólares transferidos a una sociedad offshore de Dubáioffshore

El giro de 180º a última hora ha costado caro en todo caso a la CAF. Según nuestros documentos, ésta compró 26.000 artículos a Tactical Steel por 1,25 millones de dólares, cuando Puma facturaba 250.000 dólares por 16.000 productos.

Romuald Seillier dice que en realidad entregó más de 38.000 artículos y que los costes se explican por el desafío logístico impuesto por la CAF: tuvo que fletar aviones para recoger productos en diversas fábricas, serigrafiar las camisetas (que Puma no hacía) y después entregarlas con urgencia a Marruecos.

Sin embargo, algunas prestaciones plantean una pregunta. Una factura conseguida por Mediapart muestra que Tactical Steel obtuvo 54.000 dólares para pagar los salarios de tres personas que trabajaron “una semana” en Marruecos para distribuir los productos en la competición, lo que corresponde a un salario mensual de 72.000 dólares para cada uno (ver abajo el documento). Romuald Seillier no contestó con precisión pero dice que contrató “entre tres y cinco personas durante cinco semanas”.

En paralelo, la empresa de Romuald Seillier consiguió de la FIFA una licencia para producir balones oficiales, que mandó fabricar “a una empresa extranjera” de la que se niega a dar el nombre. Pero resulta que en febrero de 2018, un mes después del campeonato, la CAF encarga a Tactical Steel 60.000 balones de entrenamiento que quiere regalar a las 54 federaciones africanas y que deben entregarse en cada país. En total 2,5 millones de dólares de los cuales 1,77 millones por los balones y 738.670 dólares de gastos logísticos. Una cantidad que parece muy elevada, sobre todo porque no había, en esta ocasión, ninguna urgencia en entregar los balones.

A finales de abril, Tactical Steel envía las facturas, de las que la CAF paga la mitad a primeros de mayo. Pero a finales de octubre, Tactical cambia de plan y pide que los fondos sean transferidos a otra sociedad, ES Pro Consulting, creada en febrero de 2018, justo después del encargo de los balones. Esta sociedad está domiciliada en Acti, la empresa de calderería de Romuald Seillier en La Seyne-sur-Mer, y pertenece al 50% a Seillier y a Laurent Emmanuelli, exdefensa izquierdo que estuvo en el Stade francés, el ASM Clermont y el Rugby Club Tolonés, del que hoy dirige el reclutamiento y el centro de formación.

Pero no es la única rareza. Romuald Seillier envía a la CAF dos facturas el 21 de octubre. La primera, de 885.060 dólares correspondiente a los balones, está emitida por ES Pro Consulting y la factura de entrega de 738.670 dólares es emitida por ES Pro Consulting Limited, registrada en Dubái (paraíso fiscal conocido por su opacidad) y titular de una cuenta bancaria en el Banco Islámico de Abu Dabi (ver el documento que sigue).

 

La similitud de las facturas es preocupante. Ambas sociedades tienen el mismo nombre, el mismo encabezamiento e indican también el mismo contacto: el número de móvil francés de Laurent Emmanuelli (ver la comparación aquí)

ES Pro Dubái tiene toda la apariencia de una sociedad pantalla. Mediapart ha hecho comprobaciones en su sede social de Dubái, un pequeño edificio de un piso frente al mar. Los empleados de la sociedad que hay en la planta baja confirman que la sede de ES Pro está efectivamente allí, en las oficinas del primer piso, que están totalmente vacías y cerradas y que no han visto a ningún trabajador de ES Pro desde hace mucho tiempo.

ES Pro Dubái cobró 369.335 dólares de la CAF el 6 de noviembre de 2018, la mitad de la cantidad facturada. Nuestros documentos no dicen si han cobrado el resto.

Romuald Seillier confirma que ES Pro Dubái cobró para asegurar la entrega de los balones. La sociedad tiene, según dice, “una verdadera actividad” logística y justifica su implantación en Dubái porque sería “imposible” para una sociedad francesa efectuar entregas en los países africanos no francófonos, donde los franceses no serían “recibidos con los brazos abiertos”. Añade que ES Pro Dubái está “fiscalmente declarada en Francia” y que tiene “un empleado” en Dubái.

Laurent Emmanuelli, director del centro de formación del RCT, nos ha dicho que se reservaba sus respuestas para la justicia: “Contestaré formal y rigurosamente todas las alegaciones, incluso las posibles acusaciones que puedan ser dirigidas contra mí”.

Tactical Steel ha conseguido en todo caso otros contratos con la CAF en 2018, como los equipamientos del campeonato africano de beach soccer en Egipto y los de la CAN femenina en Ghana.

En estas dos competiciones hubo algunos fallos. Para la CAN femenina, una parte de las camisetas de los árbitros no llegaron. “La competición había ya comenzado”, se quejaba a Tactical un trabajador de la CAF el 19 de noviembre, dos días después del inicio del torneo. Lo mismo con una parte del material del campeonato de beach soccer en Egipto, que fue entregado después del torneo. Esto no ha impedido a la CAF de recurrir de nuevo a Tactical para la CAN 2019 que acaba de empezar.

Ahmad Ahmad, vicepresidente de la FIFA, se ha convertido en una enorme china en el zapato para el presidente de la organización Gianni Infantino, que es uno de sus protegidos. Este affaire es un desmentido más de las promesas del suizo, que había jurado limpiar la organización después de los escándalos de corrupción que terminaron con el mandato del ex presidente Sepp Blatter. La FIFA “ha dejado de ser tóxica, criminal”, dijo todavía Infantino el 5 de junio en París, con ocasión del congreso que le reeligió por aclamación.

Ahmad Ahmad ocupó sus primeros puestos en la FIFA en 2013, cuando no era más que presidente de la Federación Malgache de Fútbol. Un año más tarde estaba envuelto en el Qatargate. Correos desvelados por el Sunday Times muestran que reclamó dinero para asegurarse su reelección a la mano derecha del ex vicepresidente qatarí de la FIFA, Mohammed Ben Hammam, presunto jefe del sistema de corrupción que ha permitido a Doha conseguir el Mundial de 2022.

Eso no impidió a Gianni Infantino cobijar al malgache bajo sus alas y colocarle en la comisión de asociaciones de la FIFA. “Estoy plenamente disponible para trabajar con usted en esta noble misión (…) respetando las reglas y la ética de esta institución”, había prometido.

Sin embargo, unos meses más tarde estalla un escándalo desde la elección de Ahmad en marzo de 2017 para dirigir la CAF. Infantino le utilizó para destituir al todopoderoso Issa Hayatou, uno de los últimos supervivientes de la era Blatter, que mandó la confederación africana durante veintinueve años y tuvo la osadía de no apoyar a Infantino en 2016 en el momento de su elección para dirigir la FIFA.

Como ha revelado The Guardian,  Infantino y su secretaria general Fatma Samoura fueron pronto acusados de haber manipulado la elección prometiendo a presidentes de federaciones africanas acelerar el pago de fondos de la FIFA si votaban a favor de Ahmad. El investigador en jefe del comité de ética de la FIFA, Cornel Borbely,  se encarga del asunto. Inmediatamente es cesado por Gianni Infantino en mayo de 2017 y sustituido por una mujer cercana al presidente a quien al  parecer encarga enterrar los asuntos sensibles. (leer nuestra investigación aquí).

Infantino pronto entendió que África era indispensable para asentarse en el poder. Con 54 asociaciones de las 211, el continente pesa un cuarto de los votos en el congreso de la FIFA. Con Ahmad dirigiendo la CAF, Infantino se sentía como en casa. Agradecido, el malgache fue uno de los primeros en pronunciarse en favor de su reelección.

El 4 de junio, en la tribuna del congreso de la FIFA en París que le concedió un segundo mandato de cuatro años,  Infantino parecía defender todavía a su protegido.  “Sé que hay algunas turbulencias [en la CAF]”, dijo a los delegados llegados de todo el mundo. “Les pido, en estos momentos difíciles, que conserven la calma y el espíritu de solidaridad. Traten de buscar soluciones,  no problemas”.

La detención provisional de Ahmad dos días después por policías franceses en el mismo lugar de su coronación parisina, parece haber terminado de convencer a Infantino de que debe dejar caer a su molesto amigo. Al día siguiente, la AFP anunciaba que el comité de ética de la FIFA abría una investigación sobre Ahmad. Según una fuente próxima a los círculos dirigentes de la FIFA, han sido dadas instrucciones al comité de ética para finalizar el dossier de aquí a dos meses.

En la víspera de la inauguración de la Copa de África de las Naciones, el malgache ha sido puesto durante seis meses bajo la tutela de Fatma Samoura, secretaria general de la FIFA y mujer de confianza de Infantino. Samoura ha sido nombrada “delegada general de la FIFA para África”, con la misión de encargarse de facto de la gestión de la CAF.

Ahmad Ahmad, que conserva no obstante su puesto de presidente, dice ser víctima de un complot y está decidido a “continuar el saneamiento de la CAF”. Pero ha comprendido que debería sin embargo defenderse sin la ayuda del hombre más poderoso del fútbol mundial. “Si me encuentran culpable, mi iré”, ha dicho a France Football. “Estoy librando este combate con mi equipo, no quiero contacto alguno con el Sr. Infantino para no implicarle. Es un asunto mío”.

  Esta investigación se llevó a cabo con el semanario alemán Der Spiegel, socio de Mediapart en la red European Investigative Collaborations (EIC). El EIC ha publicado investigaciones sobre las armas del terrorismo, Football Leaks, Malta Files, los secretos de la Corte Penal Internacional, CarLeaks, la evasión fiscal del grupo Kering y los casos de corrupción de Airbus.

Ahmad Ahmad se negó a respondernos cuando Mediapart y Der Spiegel se pusieron en contacto con él. "El presidente de la CAF, Sr. Ahmad, no está sujeto a ninguna investigación o acusación judicial. Además, su profundo respeto por la justicia le lleva a reservar sus respuestas a los medios de comunicación", nos escribió su portavoz. Su antiguo secretario general, Amr Fahmy, se negó a hacer comentarios.

Romuald Seillier nos concedió primero una entrevista telefónica de quince minutos y luego se negó a responder a nuestras preguntas escritas. Laurent Emmanuelli se negó a comentar y nos amenazó con una acción legal. Los dos socios afirman no haber cometido irregularidades y nos acusan de ser instrumentalizados por los enemigos del presidente de la CAF (lea sus respuestas completas en el PDF de la traducción de este artículo).

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Traducción de Miguel López.

Aquí puedes leer el texto original en francés:

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