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La Agencia de Salud, en entredicho por no informar de los niveles de plomo tras el incendio de Notre-Dame

La Agencia Regional de Salud (ARS), pese a conocer ya el 6 de mayo los resultados de los niveles de concentración de plomo en el recinto de Notre-Dame y alrededores, sorprendentemente esperó hasta el 18 de julio para publicarlos, exponiendo con ello, durante más de dos meses, a vecinos y trabajadores de la catedral.

Al negarse a informar y minimizar el alcance de la contaminación, la ARS, que se defiende de cualquier “estrategia de ocultación”, no puso en marcha una política de prevención de riesgos coherente y suficiente. El reconocimiento de los niños se inició oficialmente en un comunicado de prensa el 4 de junio. Después del incendio, no se cerraron las escuelas y las labores de limpieza no llegaron hasta el final del verano. En cuanto a la obra, sólo se interrumpió tras tres meses de repetidas alertas de la Inspección de Trabajo, silenciadas por la ARS y el Ministerio de Cultura.

Preocupado por esta falta de transparencia, el presidente de la Comisión de Acceso a los Documentos Administrativos (CADA) recordó –en una medida sin precedentes– al presidente de la ARS que debe respetar la ley y hacer públicos sin demora los resultados de los niveles de concentración de plomo. En una carta datada el 16 de julio y publicada por Mediapart.

Tras el incendio de Notre-Dame, Mediapart (socio editorial de infoLibre), revelaba el 4 de julio que se había detectado una fuerte contaminación por plomo en el edificio y alrededores. El plomo, una sustancia considerada como cancerígena, mutagénica y reprotóxica (CMR), puede causar daños graves, incluidos problemas de esterilidad o daños neurológicos irreversibles. Como explica un investigador del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm), 50 μg/l (microgramos de plomo por litro de sangre) representan un umbral de intervención, pero “concentraciones mucho más bajas pueden ser perjudiciales para los niños. El efecto más preocupante de la intoxicación por plomo es la disminución del rendimiento cognitivo y sensomotor. Un nivel de plomo en la sangre de 12μg/l está asociado con la pérdida de un punto de cociente intelectual”.

A día de hoy, según el último comunicado de la ARS del 6 de agosto (actualizado en la semana del 9 de septiembre), de los 175 niños examinados después del incendio, dos tienen niveles de plomo superiores a 50 μg/l, el nivel de acción que pone en marcha una declaración de envenenamiento por plomo, y 16 tienen niveles superiores al umbral de vigilancia de 25μg/l.

Mediapart publicaba el mapa de resultados de concentración de plomo. Confeccionado a partir de un resumen de los resultados de los análisis fechados el 3 de mayo y dados a conocer en una reunión celebrada el 6 de mayo, este documento del laboratorio de la Prefectura de Policía también estaba en poder de la ARS y del Ayuntamiento, quienes evitaron a toda costa hacerlos públicos. Las muestras mostraban concentraciones alarmantes de plomo. En la plaza, eran 500 veces superiores al umbral reglamentario y, fuera de la zona de la obra, en algunas calles o plazas, podían estar 800 veces por encima del umbral.

Hubo que esperar más de dos meses para que la ARS convocase una rueda de prensa el 18 de julio y ofreciese finalmente estos resultados.

Al ocultar datos que son críticos para la salud y el medio ambiente, la ARS ha infringido las normas más básicas de su misión de mejorar la salud y prevenir las crisis sanitarias.

Durante una reunión celebrada el 6 de mayo en sus instalaciones en presencia de los diversos actores involucrados, incluida la Prefectura de Policía y el Ayuntamiento de París, los representantes de la ARS anunciaron que no querían hacer públicos los resultados de las muestras. Sin el menor tapujo, dijeron que no respondían a las peticiones de las asociaciones ecologistas, que tendrían que recurrir a la CADA. Cualquier persona (física o jurídica) puede apelar a esta autoridad independiente para tener acceso a documentos cuyo acceso haya sido denegado por la Administración de que se trate, erradamente o no.

“Remitir a la CADA es tratar de ganar tiempo. Es asombroso en una institución que se supone que debe proteger a la población de los peligros de la contaminación ambiental”, lamentaba una persona presente en la reunión.

Contactada por Mediapart, la ARS, que no negó estas declaraciones de varios testigos, rechazó comentarlas.

Y los hechos resultaron ser ciertos. El 2 de mayo, la Asociación de Familias Víctimas de Envenenamiento por Plomo (AFVS, por sus siglas en francés) solicitó a la ARS por correo “una información oficial y completa sobre los riesgos a los que estaban expuestos y los resultados de las pruebas de suelo, aire y agua”. Su presidenta, Mathé Toullier, también muestra su preocupación por el "insuficiente" asesoramiento dado a los vecinos, en particular en lo que se refiere a la limpieza de las zonas contaminadas, que deben ir “más allá de la limpieza”, y pide que se cree un “centro de información” que guíe y atienda a las personas que puedan estar intoxicadas.

La AFVS no recibió ninguna respuesta de la ARS.

El 4 de julio, la asociación de protección ambiental Robin Hood enviaba por correo certificado a la agencia sanitaria la siguiente carta: “Rogamos se nos informe de los niveles de plomo, de las muestras realizadas por el Laboratorio central de la Prefectura de Policía de Paris, en el aire (por m3) y en el suelo (por my kg) en la Île de la Cité, en la vía, jardines públicos entre el 16 de abril y el 4 de julio de 2019, y nos comunique también los contenidos de plomo de las muestras análogas eventualmente realizadas en los distritos I, IV, V y VI de París, en las mismas fechas”.

Aunque la asociación recibió acuse de recibo, en cambio no obtuvo ninguna respuesta de la ARS.

A raíz de nuestro artículo, el 4 de julio, Raymond Avrillier [1], ecologista y exteniente de alcalde de Grenoble, recurrió a la Comisión de Acceso a los Documentos Administrativos, informándole de la “retención voluntaria y grave de información relativa a la seguridad sanitaria” por parte de la ARS, que, con ello, “hace perder tiempo en lo que respecta a la acción de seguridad sanitaria”.

Esta postura de la ARS, cuando menos aberrante, ha irritado al presidente de CADA, Marc Dandelot. En un primer momento, y en respuesta a Raymond Avrillier, lamenta que la ARS tienda a “instrumentalizar la comisión con el fin de retrasar artificialmente la comunicación de documentos administrativos e información medioambiental [...] comunicable inmediatamente, lo que es difícilmente aceptable”. Y Marc Dandelot se lo hará saber directamente a la ARS.

Se acusa a la ARS de “maniobra dilatoria”

En una carta de 16 de julio dirigida a Aurélien Rousseau, presidente de la ARS de Île-de-France, el presidente de la Comisión de Acceso a los Documentos Administrativos califica de “maniobra dilatoria” esta negativa de la ARS y denunció una “actitud claramente contraria a la voluntad del legislador de transparencia”.

Al precisarle que, de acuerdo con el código del medioambiente y el código de relaciones público-administrativas, la agencia sanitaria está obligada a “hacer públicos los datos recabados por las autoridades públicas [...] que tengan o puedan tener un impacto sobre el medio ambiente”, Marc Dandelot ofrece una lección de derecho y de transparencia al presidente de la ARS.

Por último, y con el fin de que el mensaje se comprenda claramente, insiste en que “los resultados de las muestras tomadas por el laboratorio central de la Prefectura de Policía en el centro de Notre-Dame se ajustan a estas exigencias y que es responsabilidad de [la ARS] comunicarlos y hacerlos públicos, sin esperar a una posible remisión al CADA”.

Dos días después de esta carta, la agencia finalmente hizo públicos los resultados.

Para Arnaud Gossement, abogado especializado en derecho medioambiental, esta carta del presidente de la CADA es absolutamente inusual. “Lo que llama la atención es que un asesor del Estado, que tiene una cultura de la discreción, se dirija a la ARS en estos términos, diciendo: ‘Sabía que estos documentos eran comunicables, pero decidió utilizarme’. Es una acusación violenta y rara, pero verdadera y apreciable”, comenta.

“Sobre todo porque, según la CADA, la ARS no sólo ha retenido documentos importantes para la salud y el medio ambiente, sino que también ha tratado de utilizar al gendarme de la información administrativagendarme, la CADA, como herramienta para retenerlos”, concluye Arnaud Gossement.

Cuando Mediapart se puso en contacto con la ARS, ésta justificó que los resultados eran fluctuantes y que había sido necesario esperar hasta julio para tener una visión general. “Las primeras medidas recogidas no eran comunicables tal como estaban, porque eran demasiado parciales, demasiado heterogéneas, para guiar eficazmente la acción de las autoridades públicas”, dice la agencia el sábado 7 de septiembre.

“Los datos estabilizados publicados en el documento del 18 de julio no son los que ya estaban disponibles el 6 de mayo [...]. La no publicación de datos no estabilizados y la comunicación de los mismos sólo cuando las medidas de gestión han sido validadas por expertos, en forma de aviso sanitario, es una decisión asumida por las autoridades públicas. De ninguna manera es una estrategia de ocultación, sino el deseo de dar una respuesta adecuada sobre la base de un diagnóstico comprobado”, señalaba.

No obstante, los resultados de las muestras ofrecidos el 18 de julio son, en realidad, los mismos que los transmitidos el 6 de mayo. Lo que la ARS llama datos “estabilizados” se corresponde en realidad a una ampliación del área de muestreo. En cualquier caso, según el Código del Medio Ambiente, estos datos (“estabilizados” o no) deben ser comunicados sin demora a quienes los soliciten.

Con respecto a las observaciones del presidente de la CADA, la agencia afirma: “La ARS siempre ha velado por la transparencia de los resultados de la salud pública, en particular mediante la revisión periódica de los resultados de los niveles de plomo realizados y la publicación, en su web y en la prensa, de todos los casos que superen el umbral de declaración obligatorio, estén o no relacionados con el incendio de Notre-Dame, tan pronto como tuvo conocimiento de los mismos".

La ARS se enorgullece de haber comunicado muy pronto. Lo hizo, pero al mínimo. El 27 de abril, se contentaron con dar, junto con la Policía y las Prefecturas regionales, consejos de higiene a los residentes, invitándoles a “limpiar sus casas o locales y sus muebles y objetos, utilizando toallitas húmedas para eliminar el polvo”.

Más en serio, asegura, junto con la Prefectura, que en presencia de “nueva lluvia de plomo” en los alrededores, las zonas afectadas “ya están prohibidas al público y que su acceso sólo se reabrirá cuando estos niveles de plomo hayan vuelto a la normalidad”. Sin embargo, varios lugares contaminados, como la fuente de Saint-Michel, siguen siendo accesibles al público. Su limpieza se anunciará más de un mes después, el 4 de junio.

Los comunicados de prensa se suceden y a menudo se contradicen. El 9 de mayo, la ARS explicó que fuera de las zonas de “proximidad inmediata” de la catedral, ninguna de las muestras tomadas en Île de la Cité evidenció niveles por encima de los valores de referencia. El mapa del laboratorio de la Prefectura de Policía pone de manifiesto lo contrario.

La negativa de la ARS a proporcionar información completa sobre el estado de la contaminación, que a menudo minimiza los riesgos al tiempo que anuncia que los tendrá en cuenta, sólo ha retrasado medidas simples y sobre todo esenciales, como la limpieza de las escuelas. Esto todavía se puede ver estos días; el 5 de septiembre, cinco escuelas privadas volvieron a abrir sus puertas, después de haber tenido que ser limpiadas tarde, mientras que otro establecimiento escolar permaneció cerrado. Una desorganización acorde con la negación de la ARS.

[1] Activista por la transparencia, Raymond Avrillier reveló el escándalo de privatización de la autoridad municipal del agua de Grenoble, por parte de Alain Carignon en 1989, así como el asunto de los sondeos del Elíseo con Nicolas Sarkozy en la Presidencia.

  Al habla con la Prefectura de Policía de París para conocer las medidas aplicadas en las zonas contaminadas y para entender por qué la Prefectura no difundió los resultados ya en mayo, nos remitió a la ARS.

Traducción: Mariola Moreno

Leer el texto en francés:

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