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Varios vídeos prueban la participación de navíos vendidos por Francia en el bloqueo marítimo de Yemen

La fragata 'Al-Dammam-816', en mayo de 2014.

Antton Rouget | Yann Philippin (Mediapart)

La evidencia en imágenes. A pesar de las investigaciones y de la filtración de documentos clasificados como"secretos de Defensa", las autoridades aseguran, desde hace varios meses, que no sabían absolutamente nada de las armas francesas utilizadas en la guerra en Yemen por la coalición de Estados suníes, liderados por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Un conflicto que ha alcanzado un nuevo nivel de tensión tras el ataque con drones contra las instalaciones petroleras saudís, el sábado 14 de septiembre, revindicado por los rebeldes hutíes.

Por primera vez, hay vídeos que prueban la participación en el bloqueo marítimo de Yemen –en el origen de la crisis humanitaria más grave del mundo, según la ONU– de navíos vendidos por Francia a sus aliados del Golfo.

Según una investigación de French Arms, un proyecto promovido por el medio de comunicación neerlandés Lighthouse Reports, en cooperación con Disclose y con el apoyo de Arte, Radio France y Mediapart (ver la Caja Negra), el portamisiles emiratí Al-Dhafra, fabricado por la industria francesa de armamento, interceptó en octubre de 2015 un navío comercial indio que se dirigía a Yemen, en el Estrecho de Bab-el-Mandeb, punto neurálgico del comercio marítimo que separa Yemen y Djibouti. Dos años más tarde, otras imágenes muestran las fragatas Al-Dammam 816 Al-Madinah 702, suministradas por Francia a la marina nacional saudí, procediendo a la inspección de un petrolero que abastecía a Yemen, en el puerto de Hodeïda, por el que transita la mayoría de la ayuda humanitaria.

El bloqueo marítimo impuesto por la coalición forma parte de una estrategia global de "la guerra del hambre", privando deliberadamente de víveres a millones de yemeníes atrapados por un conflicto iniciado en 2015 por la monarquía saudí, a la cabeza de una alianza de diez países árabes, contra la rebelión de los hutíes, respaldados por Irán.

 

Los ataques aéreos de la coalición se dirigen regularmente a lugares relacionados con la alimentación (granjas, mercados, depósitos de agua potables, etc.), hasta el punto de convertir estas zonas en su tercer objetivo militar. Al mismo tiempo, las fuerzas saudíes y sus aliados restringen, a través del bloqueo, el abastecimiento por vía marítima de productos de primera necesidad destinados a la población –principalmente medicamentos, alimentos y carburantes–.

En noviembre de 2017, la coalición cerró totalmente los puertos yemeníes. El bloqueo fue zanjado con la autorización concedida a varios cargos para atracar, tras varios días, incluso semanas de espera en sus costas, lo que supuso que los alimentos perecederos dejasen de ser aptos para el consumo.

El 30 de octubre de 2018, en BFM TV, la ministra francesa Florence Parly no pudo permanecer en silencio frente a lo que ella misma consideró "una crisis humanitaria nunca vista". "Para Francia es prioritario que la ayuda humanitaria pueda llegar", señalaba entonces la ministra de Defensa. Ahora, las imágenes de los navíos vendidos por Francia participando en el bloqueo impuesto por los aliados de París, ponen de manifiesto el cinismo de tales declaraciones...

Coincidiendo con su encuentro con el rey saudí Salmán bin Abdulaziz, el 24 de diciembre de 2017, Emmanuel Macron también manifestó "su fuerte preocupación frente a la catástrofe humanitaria en Yemen" y pidió al soberano "levantar completamente el bloqueo para permitir a la ayuda humanitaria y a los bienes comerciales entrar en Yemen", indicaba el Ministerio de Asuntos Exteriores en febrero de 2018.

 

Sin embargo, Emmanuel Macron y Florence Parly estaban perfectamente informados de la participación de navíos franceses en este bloqueo marítimo. La publicación, en abril de 2019, de documentos clasificados como "secreto de defensa" de la Dirección de Inteligencia Militar (DRM) así lo corrobora.

En un informe de 15 páginas redactado el 25 de septiembre de 2018 revelado por Disclose, los oficiales de la DRM enumeraban el material aéreo y terrestre movilizado en el conflicto yemení, pero también señalaban el papel de los dos navíos de fabricación francesa que "participa[n] en el bloqueo naval" de la coalición.

 

Extracto del documento de la DRM. DISCLOSE

El informe de la DRM fue trasmitido a Emmanuel Macron y Florence Parly y presentado después en el Consejo de Defensa consagrado a la guerra en Yemen, el 3 de octubre de 2018, en el Elíseo. Es decir, tres semanas antes de que Florence Parly mostrase su indignación durante su intervención televisiva…

La publicación de los extractos del informe no generó ninguna reacción oficial sobre el fondo del asunto, en su lugar, la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) convocó a los periodistas de Disclose, responsables de la publicaciób de estos documentos (leer aquí).

En cambio, el episodio reforzó el eco, en la opinión pública, de las protestas contra la continuada venta de armas. A principios del mes de mayo, la movilización de varias ONG belgas y francesas, así como las protestas de los estibadores, permitieron bloquear el cargamento de material en un navío de pabellón saudí. Primero en el puerto de Le Havre, después en Marsella, donde el sindicato de estibadores de la CGT Fos-sur-Mer tomó el testigo.

"Jamás embarcaremos armas destinadas a matar a civiles", protestó su secretario general Laurent Pastor en France 3. En un comunicado, el sindicato explicó: "Fieles a nuestra historia y a nuestros valores de paz, nuestro sindicato combate todas las guerras del globo, luchamos contra el imperialismo, contra la desestabilización de ciertos países, contra el pillaje de materias primas, contra todas las guerras geopolíticas".

En su informe, la DRM citaba la participación en el bloqueo de un navío del emirato, sin dar su nombre, de tipo Baynunah, el mismo que la corbeta Al-Dhafra identificada en el vídeo.

Este buque fue construido por la empresa CMN (Construcciones Mecánicas de Normandía), con base en Cherburgo y propiedad de Privinvest, holding del multimillonario franco-libanés Iskandar Safa, también propietario del semanario francés Valeurs actuelles.

CMN, que se encuentra en el centro de un inmenso escándalo financiero que puso en peligro la estabilidad de Mozambique, suministró hasta 2016 seis corbetas a los Emiratos en el marco de un encargo realizado en 2003, estimado en "675 millones de euros", según las indicaciones de un responsable de CMN.

Si la primera corbeta salió de los astilleros de Cherburgo, las otras cinco unidades fueron construidas en Emiratos Árabes Unidos, en la sociedad Abu Dhabi Ship Building (ADSB), titular del contrato, bajo la supervisión de CMN. Construida allí, la corbeta fue puesta en funcionamiento en 2013. El buque está equipado con material francés: misiles antinavíos Exocet (entregados por la sociedad MBDA) y un helicóptero militar AS565 Panther (Airbus Helicopters, ex-Eurocopter).

Al habla con estas empresas, no han respondido a nuestras preguntas sobre la participación del navío en el bloqueo humanitario.

Los otros dos buques identificados en los vídeos, las fragatas saudíes Al-Madinah 702 Al-Dammam 816, salieron de los astilleros de Lorient propiedad de Naval Group (ex-DCNS), grupo industrial del que el Estado francés posee el 62,5%.

"Un total desprecio por el destino de la población", según la ONU

La primera fragata fue entregada al reino en 1985, en el marco del programa Sawari I, firmado en 1980 entre Francia y Arabia Saudí.

La segunda, Al-Dammam 816, puesta en funcionamiento en 2004, en el marco del programa Sawari II, famoso contrato a través del cual se sospecha que los partidarios de quien fuera primer ministro Édouard Balladur, recibieron comisiones  para financiar la campaña de su vencedor en 1995. Imputado en 2017 por complicidad en la malversación de fondos públicos, Édouard Balladur permanece a la espera de su caso llegue a la Corte de Justicia de la República (CJR) dentro de la investigación financiera del caso Karachi.

La responsabilidad de Naval Group no se remonta únicamente al pasado, pues la empresa continúa asegurando la renovación de los buques de guerra saudíes, incluso desde el inicio del bloqueo en Yemen, como reveló Mediapart en marzo de 2019 con los testimonios de varios ingenieros en refuerzo de nuestras informaciones. "La vida es extraña –relataba uno de ellos de forma anónima–. Pasas tu tiempo entre un complejo de lujo con piscina y el trabajo de obra, o arreglando los buques de guerra". Otras subcontratas francesas también participan en el mantenimiento de buques de guerra saudíes.

Para los navíos vendidos a los Emiratos, personal de Thalès –que reforzó a principios de 2015 sus "operaciones de mantenimiento" para la Marina de Emiratos Árabes Unidos y de CMN participa en el terreno en el mantenimiento del material. Interrogados en el marco de nuestra investigación, Thalès y CMN no nos han confirmado que las corbetas Baynunah formen parte de su trabajo.

El Consejo de Industrias de Defensa Francesas (Cidef), que representa a los profesionales del sector, recuerda que no operan sin "autorización previa dictada por una comisión interministerial bajo la autoridad del primer ministro".

No obstante, esto no cambia absolutamente nada: las imágenes de navíos, fabricados y mantenidos por empresas francesas, participando directamente en el bloqueo fragilizan un poco más la posición de París en el panorama internacional, tan solo dos semanas después de la severa advertencia judicial lanzada por un grupo de expertos de Naciones Unidas.

El 3 de septiembre, en Ginebra, estos juristas y militantes de los derechos humanos presentaron un informe dando testimonio de "una multitud de crímenes de guerra que habrían sido cometidos por las diversas partes en conflicto a lo largo de los últimos cinco años".

Los expertos redactaron una lista interminable de abusos cometidos por todas las partes involucradas: "ataques aéreos", "bombardeos indiscriminados", "francotiradores", "minas antipersonas", "asesinatos", "detenciones", "actos de tortura, violencia sexual y de género" y "el impedimento de acceso a la ayuda humanitaria en el marco de la crisis humanitaria más grave del mundo actualmente".

Esta situación ha podido prosperar bajo el paraguas de una "ausencia generalizada de responsabilidad" en materia de violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, explicó el grupo de expertos.

"Cinco años después del inicio del conflicto, las violaciones contra los civiles yemenís continúan sin descanso, con un desprecio total por el destino de la población y la ausencia de acción internacional para responsabilizar a las partes involucradas en el conflicto", protestó Kamel Jendoubi, militante tunecino de derechos humanos y presidente del grupo de expertos. Jendoubi aseguró estar "extremadamente preocupado" por la "probable" utilización del hambre como arma de guerra.

Las conclusiones del grupo de la ONU apuntan también a la responsabilidad de Francia en el conflicto. En calidad de "terceros Estados" –que "influyen o pueden aportar un apoyo o una asistencia para la comisión de violaciones del derecho internacional si se reúnen las condiciones de complicidad"–, París tiene la obligación de "garantizar el respeto del derecho internacional humanitario", recuerdan los expertos.

En lo que respecta al suministro de material militar, estos mismos "terceros Estados", en concreto Francia, "pueden ser considerados responsables de suministrar ayuda o asistencia para la comisión de violaciones del derecho internacional si se reúnen las condiciones", estima el grupo.

Por otro lado, el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), ratificado por Francia en 2014, y al que dice "prestar la mayor importancia", prohíbe la autorización de la transferencia de armas que permitirían "ataques dirigidos contra civiles o bienes de carácter civil" o que "podrían servir a cometerlos". Conclusión: la legalidad de la transferencia de armas por parte de Francia, pero también por Reino Unido y Estados Unidos, también aliados de Riad, "sigue siendo cuestionable", según los expertos de la ONU.

Contactado por Mediapart, socio editorial de infoLibre, el Gobierno francés recuerda que la "cuestión de las condiciones de utilización de armas es examinada en el momento de la evaluación de la demanda de autorización, con anterioridad a la expedición de la licencia". "La autorización se concede en función de las informaciones disponibles en el momento de su examen", añade el gabinete del primer ministro.

En definitiva, las autoridades francesas se refugian tras el hecho de que el conflicto en Yemen es posterior a la firma de los contratos. No obstante, si "las condiciones de utilización previstas durante la concesión de la autorización evolucionan, Francia se esfuerza por pasar los mensajes adecuados y actuar de todas las maneras posibles para conducir a una desescalada", explican desde el gabinete del primer ministro.

Un enfoque con impacto limitado, si se da credibilidad a las palabras de la  propia Florence Parly: la ministra indicó, el 7 de mayo de 2019 ante la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, que era "obviamente muy complicado" controlar la utilización del material una vez que ha sido entregado al cliente.

¿Por qué? "Por un lado, porque es muy difícil movilizar a un agente de control detrás de cada material que vendemos. Y, por otro lado, ¿cuál sería la probabilidad de que el país soberano que compró el equipo acepte dicho control? Vender equipos militares haciendo aceptar al comprador desde el principio la limitación de su uso, sería una transacción bastante complicada de negociar y no conozco ningún Estado que acepte tal limitación de soberanía", justificó la ministra, representante de ventas de las industrias de armamento, resumiendo en pocas palabras los resortes de la posición francesa con respecto a su riquísimo cliente saudí...

A pesar de las repetidas demandas de las ONG, en París, la cuestión de cortar el cordón con Riad, aliado diplomático y socio económico ineludible, es un tabú. Respaldado por el Gobierno, Naval Group no prevé retirarse de este beneficioso mercado: como Mediapart señaló en enero, la empresa trata de vender cinco nuevas corbetas a Riad. Y en febrero de 2019, el grupo industrial militar Saudi Arabian Military Industries (SAMI), en manos de un fondo soberano saudí, anunció la firma de un protocolo de acuerdo con Naval Group, con el objetivo de crear una empresa común.

En el mismo momento, el máximo responsable de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian, ministro de Defensa durante el quinquenio de Hollande, mentía ante la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional para justificar la posición francesa: "La acción de Arabia Saudí [en Yemen] se efectúa esencialmente por vía aérea y no suministramos absolutamente nada al Ejército del Aire saudí", explicó.

Jean-Yves Le Drian omitió decir que Francia ha vendido, desde el comienzo del conflicto, material militar a la aviación saudí, pero también que la ofensiva contra civiles yemeníes se lleva a cabo por tierra y mar.

Ni las tensiones diplomáticas levantadas por el caso Khashoggi a finales de 2018 han conseguido cambiar la posición de París. "¿Cuál es la relación entre la venta de armas y el caso de Jamal Khashoggi? Entiendo la relación con Yemen, ¡pero no hay ninguna con Jamal Khashoggi! ¡Si queremos imponer sanciones, debemos imponerlas en todos los ámbitos! En este caso, sería necesario dejar de vender vehículos", justificó Emmanuel Macron, para defender este status quo. Mientras, Alemania tomaba la decisión de bloquear toda entrega de armas a Arabia Saudí, ante el estupor de los industriales franceses que utilizan piezas alemanas.

A pesar de la crisis humanitaria en Yemen, de la suma de revelaciones sobre la utilización de armas francesas en este conflicto, del escándalo Khashoggi, Arabia Saudí ha sido, con cerca de 1.000 millones de euros de compras, el tercer cliente de Francia en materia de exportación de armas en 2018.

 

Traducción: Irene Casado Sánchez

  French Arms es una investigación impulsada por el medio de comunicación holandés Lighthouse Reports en el marco de su proyecto de investigación sobre la exportación de armas fabricadas en Europa. El equipo de Lighthouse Reports está formado por: Ludo Hekman, Klaas Van Dijken, Stefano Trevisan y Leone Hadavi, acompañado de Benjamin Strick (BBC/Bellingcat) . La nueva web de investigación francesa Disclose, que apoyamos desde su creación, ha coordinado esta investigación, con el apoyo de Arte, de la web de investigación británica Bellingcat, del equipo de investigación de Radio France, y Mediapart.

 

Para realizar esta investigación principalmente fundada sobre datos accesibles en open source (informes, vídeos, fotos, cuentas en redes sociales…), los periodistas de todas las redacciones trabajaron juntos durante dos semanas, en junio, en París. A lo largo de este seminario, los equipos de Lighthouse Reports nos formaron en la utilización de varias herramientas de búsqueda para identificar las armas francesas entre los datos en libre acceso, como los vídeos oficiales.

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Aquí puedes leer el texto original en francés:  

 

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