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María Svart: "El socialismo democrático se considera ahora una alternativa viable en EEUU"

Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, en un mitin en Iowa.

Desde 2011, María Svart es directora nacional de la DSA (Democratic Socialists of America), la estructura política más grande a la izquierda del Partido Demócrata. “Una organización, que no un partido”, puntualiza.

La DSA apoya a los candidatos a las elecciones, pero también es conocida por sus vínculos con los sindicatos, su activismo a favor de la sanidad universal o los migrantes indocumentados y contra las prisiones privadas o la persecución de los migrantes. Sus activistas están muy involucrados en campañas locales, por ejemplo contra la gentrificación en las ciudades.

Como una “gran carpa” que reúne a socialdemócratas, anarquistas, comunistas, activistas, la DSA da cobijo a activistas que están muy implicados en el trabajo electoral... y a otros que lo rechazan. Cercana a Bernie Sanders, a quien apoya en las primarias demócratas, la DSA ha multiplicado por diez su número de miembros desde la elección de Donald Trump.

La entrevista con Maria Svart se realiza en Nueva York en la sede de la organización, en Wall Street. “¡Hay muchas oficinas en esta zona! A menudo hacemos bromas sobre nuestra presencia aquí. Pero cuando el movimiento Occupy Wall Street, era muy práctico...”. El parque de Zuccotti, centro neurálgico del movimiento en 2011, está muy cerca.

P: Hace tres años, la DSA contaba con 6.000 miembros. ¿Y a día de hoy?

R: Contamos con 55.000 integrantes, 150 grupos locales, 50 en proceso de formación, 75 organizaciones universitarias. Sólo teníamos unos 30 grupos cuando Trump resultó elegido. Estos grupos también se han vuelto más activos. No es mucho, dada la población estadounidense [330 millones de habitantes], pero para una organización socialista en Estados Unidos, no tiene precedentes en las últimas décadas.

P: ¿Por qué ha crecido tanto la DSA?

R: Gran parte de nuestro crecimiento ha sido orgánico. La noche de la elección de Donald Trump, la página Únete a nosotros de nuestra web se cayó debido al elevado número de accesos. Tuvimos una gran afluencia de miembros a la Marcha de las Mujeres [una manifestación el día después de la investidura de Trump] y durante las movilizaciones en aeropuertos [contra la orden de Donald Trump que vetaba la entrada a refugiados e inmigrantes de siete países musulmanes]. No somos la única organización que ha experimentado este crecimiento, el contexto político ha desempeñado un papel importante. El “socialismo democrático” se considera ahora una alternativa viable.

P: Personas de diferentes orígenes políticos se han unido al movimiento. Gente muy a la izquierda, exdemócratas "liberales" que han visto fracasar a su partido, miembros muy jóvenes... ¿Por qué la DSA ha canalizado el compromiso de todos ellos?

R: Después de 40 años de neoliberalismo y austeridad, la campaña de Bernie Sanders concienciaba a millones de estadounidenses de la idea de una alternativa al capitalismo, que es extremadamente hegemónica en Estados Unidos. Cuando Hillary Clinton perdió, muchos dijeron que había ganado el voto popular, que los republicanos habían borrado a muchos votantes de las listas, etc.

 

Todo esto es cierto, pero también lo es el hecho de que el Partido Demócrata arruinó dichas elecciones. En ese momento populista, no hicieron nada para que la gente quisiese votar. No podemos depender de ellos. Ofrecemos una alternativa. Estamos implicados en las elecciones, pero como una organización activista financiada por sus miembros, independiente de los grandes donantes. Muchas de las personas que se han unido a nosotros están cansadas de las estrategias electorales. Esto crea una tensión interesante, que puede causar conflictos internos o incluso ¡explosiones! La DSA es una especie de caos creativo, que incuba nuevas ideas y nuevas formas de organización.

P: Su integrante más conocida es la congresista Alexandria Ocasio-Cortez (AOC), ahora muy conocida en Estados Unidos y fuera del país, a quien la DSA de Nueva York apoyó en las primarias frente al demócrata saliente, el barón de Queens, Joe Crowley. ¿Qué ha aportado a la política estadounidense?barón

R: AOC es un puente entre la izquierda y el movimiento progresivo. Entiende la izquierda, es una especie de intelectual orgánica que no empezó leyendo a Marx, sino que extrae sus conocimientos de su experiencia personal como mujer joven hispana de origen popular. Habla un idioma que muchos entienden. Su campaña fue un modelo: construyó una base local, inspiró a mucha gente. Es un modelo que estamos intentando desarrollar, intentando centrarnos en los votantes olvidados.

Como ella, nuestro objetivo es construir una base electoral popular, popular y multirracial. Usando narrativas radicales pero accesibles, sin los tópicos habituales ni la retórica vacía. En este momento, nos estamos movilizando por Bernie Sanders y estamos hablando primero de los temas concretos, luego del candidato. Si gana estas elecciones, necesitará una base sólida para hacer frente al capital. La construcción del poder popular no se detiene después de una elección...

P: ¿Le sorprendió ver a AOC apoyar a Sanders en las primarias demócratas?

R: No. Es el resultado de un movimiento. Sabe lo que es el poder. Sabe que la teoría del poder de Elizabeth Warren está menos centrada en la fuerza de un movimiento. Warren cree que el poder consiste en tener buenas políticas y ponerlas en práctica. Pero el mundo no funciona así (risas)! Puedes tener las mejores políticas, serán aniquiladas por el capital si no tienes una base de apoyo activo que te ayude a establecer un equilibrio de poder.

"El verdadero enemigo es el neoliberalismo"

P: La DSA ha decidido apoyar a Bernie Sanders en las primarias demócratas. ¿Cuál de sus propuestas cree que es la más ambiciosa?

R: La idea de Sanders de que los trabajadores podrían poseer parte de sus instrumentos de trabajo es completamente nueva. Sólo el hecho de plantear esto cambia el paradigma: se trata de hablar de los trabajadores como clase. También creo que es estupendo que Sanders esté hablando de proteger el derecho a la huelga en un momento en que se están extendiendo los paros laborales.

P: En el pasado, Sanders estaba a favor de la nacionalización de los bancos, de parte de la industria. Una posición que ya ha evolucionado a día de hoy, aunque quiera municipalizar la producción de electricidad siempre que sea posible.

R: Nuestros grupos locales están haciendo campaña para la nacionalización de la energía. Y hay que reconocer que los incendios en California [algunos de los cuales, entre los más mortíferos, fueron causados por el deterioro de las instalaciones eléctricas del proveedor privado PG&E] o los recientes cortes de electricidad en áreas pobres de Nueva York nos dan la razón. Algunos grupos proponen nacionalizar los bancos o crear bancos públicos, crear una medicina totalmente socializada. Todo aquello que necesita el ser humano no debería ponerse en venta.

P: La noche de la victoria de Trump, otro fenómeno político notable fueron las victorias locales de varios candidatos apoyados por la DSA. ¿Dónde se sitúa la organización electoralmente?

R: Tenemos más de cien cargos electos y actualmente apoyamos a unos 50 candidatos en todo el país. Hace ocho años, algunos candidatos nos devolvieron los cheques de apoyo porque no querían que se les relacionase con nosotros. Eso ha cambiado mucho. Incluso en lugares conservadores, hacemos campaña. Tenemos representantes en las legislaturas estatales en muchos municipios. Y dos representantes en el Congreso.

P: ¿Qué balance hace de estos representantes?

R: En Colorado, nuestra representante municipal electa Candi CdeBaca, elegida en junio, consiguió el fin de un contrato de 10 millones de dólares de la ciudad de Denver con prisiones privadas. Ahora tenemos seis miembros electos del Consejo de la Ciudad de Chicago, están haciendo un gran trabajo y han apoyado la huelga de maestros que acaba de terminar, la más larga en varias décadas, centrándose en las necesidades básicas de los estudiantes, como la vivienda y la alimentación. Nuestros representantes se centran en políticas que contrarrestan la hegemonía del discurso neoliberal.

P: Julia Salazar, designada para el Senado de Nueva York, nos dijo como otros socialistas durante la campaña que la imaginación política en Estados Unidos se está expandiendo.

R: En Estados Unidos, a la gente se le dice que no hay alternativa. Así que tenemos un horizonte muy abierto por delante, siempre y cuando ganemos a veces para que la gente crea que es posible... Gracias a Sanders, estas ideas están impregnando la cultura popular. Muchas organizaciones en este país nombran problemas sin proponer una solución. O no demuestran el aspecto sistémico de los problemas.

 

Seguidores de Julia Salazar (en el centro, de negro) durante su campaña.

En nuestras campañas y acciones, nombramos al capitalismo como el problema, y al socialismo democrático como la solución. No tratamos de decirles a todos qué pensar, pero ayudamos a nuestros miembros y movimientos a desarrollar su análisis y perspectiva ideológica del mundo.

P: ¿Por ejemplo?

R: Tenemos varias prioridades nacionales: el New Deal verde [un plan de inversión pública masiva para lograr la neutralidad de carbono, es decir compensar las emisiones de carbono que libera EEUU con dosis equivalentes de oxígeno, apoyado por AOC], el apoyo a la campaña de Bernie Sanders, el trabajo electoral local para conseguir que nuestros candidatos sean elegidos, el seguro de salud universal financiado por el estado [Medicare for all] y la solidaridad entre los trabajadores. Somos muy activos en el ecosocialismo, con la certeza de que debemos recuperar el control del clima, de lo contrario todos moriremos.

Sin la clase obrera, no ganaremos esta lucha. Sin embargo, en la mayoría de los países del mundo, la clase dominante nos enfrenta entre sí. Hemos invitado a trabajadores de la industria automotriz a hablar en nuestras reuniones sobre las manifestaciones climáticas. El verdadero enemigo es el neoliberalismo, el individualismo y las soluciones tecnocráticas a la crisis climática. Sin la construcción de un poder colectivo, no ganaremos contra la industria fósil. Seamos claros: la obtención de este poder requiere nuestra capacidad para detener la producción. Los más jóvenes lo han entendido bien.

"El apoyo a Sanders es enorme"

P: ¿Cuál es su definición de socialismo democrático? En junio, Sanders dio su versión: “El derecho a una salud de calidad, a tanta educación como sea necesaria para asegurar el éxito de todos, el derecho a un buen trabajo con un salario digno, el derecho a una vivienda asequible, una jubilación segura, el derecho a un medio ambiente limpio”. ¿Cuál es la suya?

R: En primer lugar, la gente debería tener su propio equipo de producción. En segundo lugar, las necesidades humanas básicas no deben depender de sus medios financieros. Estos dos objetivos requieren una reestructuración completa de nuestra organización económica, una transformación total de la sociedad. Lo que Bernie Sanders propone no va tan lejos como nuestras propuestas. Pero seamos honestos, los conceptos que él articula, la forma en que lo hace, tienen más impacto. Cuando dice que nadie debe tener hambre en este país, que todos deben ser atendidos en el país más rico del mundo, habla con palabras que la gente entiende. Lo que él y AOC están diciendo es de sentido común, y es extremadamente popular... mucho más que si yo saliera en televisión y propusiera la abolición de la propiedad privada o la confiscación de medios de producción.

P: Sin embargo, durante más de un siglo, la palabra socialismo ha sido un anatema en EE.UU, sinónimo de “comunista” o incluso de “antiamericano”. Así lo utilizan también Trump y sus republicanos. ¿Está cerrando usted ese paréntesis histórico de casi un siglo?socialismo

R: En Virginia, nuestro candidato Lee Carter fue elegido en la legislatura en 2017. Y acaba de ser reelegido. Sus adversarios políticos enviaron correos electrónicos con su retrato con Stalin y Mao: eso no le impidió ganar. El “miedo a los rojos" ha perdido parte de su poder porque las condiciones de vida de la gente se han deteriorado. Quieren pelear. Trump, a su manera, entendió esto, jugando con los miedos y emociones primarias.

Por supuesto, cuando Trump ataca al socialismo, moviliza a los que no quieren cambiar nada y ataca la solidaridad. Es una especie de palabra clave para su proyecto político, que en realidad es fascismo. En realidad, la gente que le teme al socialismo son los baby boomers, no los jóvenes que saben que el capitalismo es horrible. Para ellos, la llamada promesa del sueño americano está totalmente vacía. Con ellos, denunciar el socialismo no funcionará.

P: Sin embargo, muchos demócratas denuncian los proyectos que consideran demasiado a la izquierda de Elizabeth Warren y Bernie Sanders. A Hillary Clinton le gustaría que volviéramos a antes de Trump, cuando la política era "aburrida". El exalcalde de Nueva York, el multimillonario Michael Bloomberg, está pensando en regresar a las primarias demócratas porque considera que se alejan demasiado hacia la izquierda y no podrá nominar a un candidato que pueda ganar contra Trump.

R: Los demócratas neoliberales no quieren hablar más que de Trump. Se niegan a admitirlo, iba a decir su complicidad, pero la palabra no es bastante fuerte... Se niegan a admitir cómo han contribuido a crear las condiciones políticas del surgimiento del fenómeno Trump.

P: ¿Bernie Sanders va a ganar las primarias?

R: Por supuesto. Los sondeos son ya muy buenos y nosotros no hemos comenzado la fase activa de la campaña. No son conscientes de lo que sucede en la base. El apoyo es masivo. ____________

'Socialismo, historia y utopía'

'Socialismo, historia y utopía'

Traducción: Mariola Moreno

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