'Caso Adèle Haenel': el cineasta Christophe Ruggia, detenido por agresión y acoso sexual a una menor

El escándalo desencadenado por el testimonio de Adèle Haenel en Mediapart, socio editorial de infoLibre, llega este martes a una nueva etapa. El director Christophe Ruggia, acusado por la actriz, era detenido y puesto bajo custodia policial este martes 14 de enero por la mañana, en el marco de la investigación preliminar por "agresión sexual a un menor de 15 años por parte de una persona con autoridad" y "acoso sexual", según ha podido conocer Mediapart de fuentes judiciales.

Los agentes de la Unidad de Menores de la Oficina Central de Represión de la Violencia contra las Personas (OCRVP) toman declaración al cineasta en sus locales de Nanterre.

Además de la propia Adèle Haenel, varias personas que compartieron sus testimonios en la investigación de Mediapart también han sido interrogadas. Como la directora Mona Achache (antigua compañera de Ruggia, que relató las supuestas confesiones del cineasta en 2011), la cineasta Céline Sciamma (quien fuera compañera de Haenel y realizó dos películas con la actriz), pero también miembros del equipo de rodaje de Les Diables (como la directora de casting Christel Baras, la coach de jóvenes actores Hélène Seretti y la script Edmée Doroszlai).

Según informaciones a las que Mediapart ha tenido acceso, la Sociedad de Directores de Películas (SRF, por sus siglas en francés) se ha desvinculado de Christophe Ruggia y lo ha expulsado de su consejo de administración, del que formaba parte, tras una votación interna. El director impugnó el procedimiento de su expulsión de la asociación y pidió la convocatoria de una asamblea general, que tuvo lugar el pasado viernes y que se prolongó durante seis horas, en presencia de unos 80 miembros de la SRF. El cineasta pudo hablar largo y tendido, en presencia de sus dos abogados. Acto seguido se sometieron a votación cuatro mociones: su expulsión como miembro de la organización, su permanencia inalterada, su suspensión del consejo de administración y su continuación en la asociación o su suspensión total, hasta el final de la investigación judicial. Fue esta última opción la votada  votado por la SRF. 

En una investigación publicada por Mediapart el 3 de noviembre, Adèle Haenel acusó a Christophe Ruggia de comportamientos sexuales inadecuados entre 2001 y 2004, cuando ella tenía entre 12 y 15 años y él entre 36 y 39 años. Tres días después, la Fiscalía de París abrió una investigación preliminar. La actriz decidió entonces "no eludir" la petición del tribunal y presentó una denuncia contra el director el 26 de noviembre, en su primera declaración.

Los investigadores han citado a la actriz en dos ocasiones –el 26 de noviembre y el 2 de diciembre–, durante más de 22 horas en total, según nuestras informaciones.

Por su parte, Christophe Ruggia –que rechazó responder a nuestras preguntas precisas, contentándose con desmentir todo "acoso", "o cualquier tipo de tocamiento" a Adèle Haenel–, reaccionó el pasado 6 de noviembre: en un derecho de réplica dirigido a Mediapart, el director continuaba refutando las acusaciones susceptibles de constituir una calificación penal, pero reconocía por primera vez un "control" sobre la actriz cuando era menor.

Ruggia describía "una relación, personal y profesional, fuerte", "particular" con la joven actriz, "en torno a nuestro amor común por el cine", afirmaba. En una fórmula ambigua y enigmática, evocaba su papel de Pygmalion y los "obstáculos" que le acompañaron. Le pidió que "[le] perdonara". 

También describió a una actriz a la sombra de su compañero, el actor Vincent Rottiers: "En aquella época, toda la atención era para Vincent Rottiers, también un actor excepcional, que llevaba Les Diables sobre sus hombros la mayor parte del tiempo. Lo que viví entonces como una injusticia contra Adèle Haenel", explicó el director, evocando a continuación "varios años durante los cuales Adèle Haenel pasó varios castings, en vano". "Por mi parte, tras varios proyectos abortados, escribí un guión en el que reservaba un papel para ella y Vincent Rottiers, un guión que tuve que limitar en torno a los tres actores principales, adultos, para que la película fuera financiada, y al mismo tiempo suprimir sus papeles. Fue entonces, a finales de 2004, cuando dejamos de vernos. Unos años más tarde, esta película se convertiría en mi tercer largometraje, con el nombre predestinado, Dans la tourmente (En la tormenta)".

Una versión de los hechos contestada por Adele Haenel

Una serie de documentos y testimonios recopilados por Mediapart respaldan la historia de la actriz. Por ejemplo, las confesiones que el propio cineasta habría compartido con una de sus exnovias, la directora Mona Achache, en la primavera de 2011. Pero también dos cartas que el director escribió a Adèle Haenel en 2006 y 2007, en las que relataba, entre otras cosas, su "amor", que "a veces era demasiado pesado de soportar". 

Entre los veinte miembros del equipo de rodaje de Les Diables contactados, algunos dijeron que "no tenían recuerdos" de este rodaje antiguo o que no querían responder a nuestras preguntas. Otros dijeron que "no habían notado nada". Por otra parte, muchos describieron la "influencia" de la cineasta sobre Adèle Haenel, que tenía 12 años en el momento del rodaje, "protegida", "cuidada", "demasiado protegida", según los testimonios recogidos. Varias personas dijeron que habían intentado, durante el rodaje, y después a lo largo de los años, advertir sobre la actitud de Christophe Ruggia con la actriz, sin ser escuchados, según ellos.

A principios del pasado mes de noviembre, la actriz explicó públicamente, en nuestra investigación y luego en nuestra emisión especial, que no quería acudir a los tribunales, los cuales, en su opinión, dictan escasas condenas en casos de violencia sexual (una violación de cada cien conduce a una condena y una denuncia por violación de cada diez). Consideraba que la Justicia debía "cuestionarse a sí misma", "si [quería] reflejar la imagen de la sociedad". "La Justicia nos ignora, nosotros ignoramos la Justicia", dijo. 

Preguntada por la Policía tras la apertura de la investigación judicial, la actriz decidió "participar activamente en este procedimiento". Explicó las razones de esta elección en nuestras columnas, justo antes de su primera audiencia. "La Justicia ha dado un paso, yo estoy dando un paso", resumió. "Ahora que la Justicia ha abierto una investigación, no eludo mi responsabilidad, y deseo hacer todo lo que esté a mi alcance para que el proceso judicial llegue hasta el final. Lo que ahora espero, de la Justicia, es un acompañamiento y una reparación".

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Traducción: Irene Casado Sánchez / Edición: M.M.

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