Los libros

‘España 2030’, de Martín Carretero

'España 2030', de Martín Carretero

Sergio Hinojosa

España 2030: gobernar el futuroJosé Moisés Martín CarreteroDeusto Bilbao2016

José Moisés Martín Carretero, profesor de la Universidad Camilo José Cela, es miembro de la consultoría de estrategia y operaciones Red2Red y de Several iniciatives, cofundador de Economistas Frente a la Crisis y colaborador de Agenda Pública, dependiente del medio digital eldiario.es. Su libro España 2030: gobernar el futuro hace balance del desarrollo alcanzado en nuestro país, y propone un itinerario a recorrer, para responder a una pregunta clave para la economía española: ¿cómo crecer?

El prólogo de Eduardo Madina introduce el libro, que, en tono optimista, analiza y aporta datos sobre los ámbitos más relevantes de nuestra economía, y de aquellos sobre los que inciden de manera más directa la innovación y el desarrollo. El autor, partiendo de las fortalezas y debilidades que caracterizan a nuestro país, transciende los aspectos meramente económicos, para ofrecer, en línea con las propuestas europeas, soluciones a los retos que España puede asumir a medio y largo plazo, es decir, en el horizonte de la Europa de 2020, 2030 y 2050.

Desde un modelo socialdemócrata, la justicia social sólo es posible con el progreso económico, pero éste acontece en un marco de fuerzas y tensiones a nivel global. Así pues, España debe jugar su opción de progreso en ese marco y con los instrumentos adecuados. Los escenarios globales vienen definidos fundamentalmente por el progreso tecnológico y por los condicionantes que comporta la sociedad de la información y del conocimiento. Por tanto, para que nuestro país ocupe el lugar que le corresponde en este espacio global, es obligado que encaje mejor sus instituciones en el juego europeo y que sepa apostar por la innovación en el terreno de la economía del conocimiento y la innovación. Además, España debe hacer frente a diversos retos cruciales como la inversión de la pirámide social, la pérdida de talento, la crisis de sus instituciones públicas, etc.

La filosofía política que guía las propuestas de Martín Carretero parece inspirarse en la teoría de Manuel Castell sobre la sociedad de la información. Desde su confianza en las puertas que abre el progreso técnico, trata de resolver una contradicción fundamental: la distancia entre economía fundamentada en la información y polis. Una distancia que, como los centros de decisión, aumenta hacia el abismo con los procesos de globalización.

Parece claro que las aspiraciones ilustradas están siendo barridas y que a las libertades individuales y políticas nacidas bajo el signo de la revolución francesa no les sientan bien las calculadas bridas de la revolución industrial. Bridas con las que nuestro siglo, extendiendo científicamente su alcance, dirige voluntades y ciñe mercados, servicios y producción. La Red, el instrumento más potente que jamás haya construido la historia, permite, a cada vez menos actores, organismos e instituciones globales, controlar las tendencias inversoras, los flujos de capital y la monitorización de todo tipo de procesos, así como la provisión de cualquier servicio en cualquier punto del globo. La relación entre capital, desarrollo de las fuerzas productivas e historia se vuelve con ello cada vez más estrecha. Demasiado, casi asfixiante. El control de las relaciones sociales, la ingeniería del management, la dependencia de la política de la experticia científica deja poco juego a la ilusionada libertad.

Ante esa asfixia, Martín Carretero plantea posibles alternativas de apertura, aquellas a las que la socialdemocracia puede optar en el marco de esta determinación global. No hay otra posibilidad para ella que la de apoyar y gestionar el desarrollo de las fuerzas productivas en el marco de la 4ª revolución industrial, profundizando en los mecanismos de participación que sus cauces comunicativos ofrecen. Estos, siempre parciales y atomizados, aminoran las expectativas en el horizonte ilustrado de la libertad y la democracia.

Pero quizá no sea demasiado tarde, y los Estados y el sector público —tal como piensa el autor— puedan aún ser actores de peso en este proceso, por más que el despliegue efectuado por el capital privado durante estas dos décadas apenas haya dejado hueco.

La propuesta de España 2030, gobernar el futuro, parte del análisis de las tendencias y de los posibles escenarios globales de futuro para, haciendo hincapié en el Estado y las instituciones públicas como agentes directores del progreso económico y social, aportar estrategias a cada uno de los grandes retos con los que se encuentra nuestro país.

En la primera parte del libro se analizan dichas tendencias y escenarios: población mundial creciente, desequilibrios demográficos, reequilibrio económico de los emergentes y los países desarrollados, perspectiva de progreso tecnológico (procesamiento de la información, inteligencia artificial y extensión de Internet) y las tensiones entre estas tendencias globales y la gestión de los riesgos globales.

Martín Carretero, tras el análisis (segunda parte), centra sus soluciones en distintas estrategias que nuestro país puede adoptar a medio plazo para ocupar el lugar que le corresponde en estos escenarios globales. Los grandes problemas dejados al descubierto por la crisis pueden convertirse en oportunidades para el país, naturalmente siempre que contemos con bazas para el juego.

De este modo, el autor perfila distintas estrategias articuladas desde el Estado y lo público como motor. Estrategias relativas al fomento de la innovación y el desarrollo tecnológico en el marco de una sociedad de la información y del conocimiento. Para ello, ve como fundamental revalorizar el capital humano que poseemos, poniendo sus activos al día. Una mejor conexión entre educación y el proceso productivo lo haría posible. Su condición: orientar el sistema educativo hacia la formación permanente, la creatividad y la innovación. Recomendaciones, que por otra parte recorren todas las instituciones europeas. Y para cumplir con las exigencias del ideal de justicia social, propone una estrategia pensada desde la multiculturalidad, para garantizar la cohesión social en nuestro país. Así, frente a la desigualdad, propone la revisión en profundidad de nuestro Estado social para situar los recursos allí donde son necesarios y efectivos a largo plazo. Frente a la crisis de las instituciones del Estado, la reforma del sector público y del propio Estado como el principal instrumento democrático (federalismo). Teniendo claro el papel que las instituciones públicas y su calidad tienen en el crecimiento económico. Además, ve como necesario un salto cualitativo en la "gobernanza en red", para poder mejorar el análisis y la distribución de los recursos. Y por último, en este plano de cohesión, apunta la necesidad de una reforma del liderazgo público, centrada en la formación de los cuerpos directivos de la administración pública. Acaba el libro con "inclusiones y conclusiones", deseando un pacto generacional, una reforma en la formación del capital humano y del marco institucional, y alentando todo esfuerzo en dirección la dirección de ese progreso tecnológico que no olvida el factor humano.

Pese a no cuestionar algunos aspectos del gerencialismo que se ha impuesto en la reforma de las administraciones públicas y dar excesivo peso al imperativo pragmático, no es poca aportación el mostrar, de manera resumida y clara, las perspectivas posibles para un gobierno futuro de nuestro país. El libro ve la luz justo en el momento oportuno.

*Sergio Hinojosa es profesor de Filosofía.Sergio Hinojosa

Más sobre este tema
stats