Liebre por gato

Balada de Snorri Gunnarson

La escritora Ana María Shua.

Ana María Shua

La sección de microrrelatos inéditos Liebre por gato está coordinada por Gemma Pellicer y Fernando Valls. En esta nueva entrega recoge un texto de la escritora Ana María Shua.Gemma PellicerFernando VallsAna María Shua

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Balada de Snorri Gunnarson

Snorri Gunnarson ha caído en la batalla pero no está muerto. Snorri Gunnarson tiene un esguince de tobillo. Snorri Gunnarson ha decidido no levantarse.

Montadas en lobos gigantes llegan las valquirias. Vienen a buscar a los guerreros que han muerto heroicamente en la lucha, para  conducirlos al Salón de Banquetes del Valhalla. Allí permanecerán hasta el fin de los tiempos, hasta el momento de pelear a favor de Odin en la batalla final. Las valquirias son siete, son diosas, son bellas, despenan con el beso de la muerte a los guerreros que agonizan.

La jefa de las valquirias avanza hacia Snorri Gunnarson con wagneriana majestad. Snorri Gunnarson la ve acercarse, aterrado.

A Snorri Gunnarson el premio no le interesa. Snorri Gunnarson imagina el Salón de Banquetes del Valhalla, imagina el malestar que provoca la borrachera de hidromiel, el olor a grasa de jabalí y a sudor alcohólico, las bromas brutales,  las mentirosas jactancias de los héroes, siempre las mismas hasta el fin de los tiempos. Snorri Gunnarson no desea estar en el Salón de Banquetes del Valhalla. Snorri Gunnarson tiene mujer y tiene hijos. No es un guerrero heroico. Snorri Gunnarson quiere volver a su casa, a disfrutar de su breve tiempo humano.

La otra guerra

La otra guerra

En lugar de besarlo, la valquiria lo escupe con desprecio infinito. Snorri Gunnarson respira aliviado, respira feliz, respira. Y el aire que aspira y vuelve a exhalar con sus pulmones temblorosos le produce el placer más grande que sentirá del todo el resto de su larga, larga vida.

*Ana María Shua (Buenos Aires, 1951) ha frecuentado distintas formas narrativas, así como la literatura infantil, destacando sobre todo en el cultivo del microrrelato. Sus cuatro primeros libros, dedicados a este nuevo género, aparecen recogidos en Ana María ShuaCazadores de letras (Páginas de Espuma, 2009), al que ha seguido Fenómenos de circo (2011, Emecé y Páginas de Espuma). En el 2016 obtuvo el I Premio Iberoamericano Juan José Arreola de Minificción. Sus microrrelatos están incluidos en las mejores antologías de España e Hispanoamérica dedicadas al género. El texto que publicamos es inédito.

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