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El rincón de los lectores

Una conciencia enriquecida por el viaje a la naturaleza

El camino de regreso, de Alessio Brandolini.

Marisa Martínez Pérsico

Los diablos azules publica el prólogo de El camino de regreso (El Suri Porfiado, 2019), antología poética del italiano Alessio Brandolini publicada en Argentina, firmado por Marisa Martínez Pérsico, a cargo también de la traducción.

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La poesía del italiano Alessio Brandolini recogida en El camino de regreso responde a un hilo conductor: el viaje de una conciencia humana descentrada que comulga con el paisaje natural para regresar a sí misma, enriquecida. Este homo viator de la primera persona poética de Brandolini no emprende necesariamente un periplo geográfico sino un tránsito mental, existencial y simbólico. "Dormimos acostados en el agua/ anclados a algas y arrecifes/ contemplando el viaje que se acerca", escribirá el poeta.

 

Sus versos testimonian este pasaje, la temporaria disolución del yo en el entorno natural junto con la ruptura de sus confines físicos para asumir la perspectiva de un río, una montaña, roedores, hongos y mosquitos. Se trata de un yo muchas veces fusionado con el "boscaje selvático del Lacio"” de los Castelli romani que celebraba Goethe en las páginas de su Viaggio in Italia. En este camino de ida y vuelta el hombre ensaya un nuevo modo de percibir y de sentir el mundo, construye una realidad primero extrañada y después íntima, más consciente de sus propios límites, ritmos y miedos. En este sentido, existe una afinidad con la poesía larica propugnada por el chileno Jorge Teillier en un manifiesto de 1965, titulada "Los poetas de los lares", donde propone que el poeta vuelva a integrarse al paisaje: "Frente al caos de la existencia social y ciudadana los poetas de los lares […] pretenden afirmarse […] en el mundo del orden inmemorial de las aldeas y de los campos, en donde siempre se produce la misma segura rotación de las siembras y cosechas, de sepultación y resurrección, tan similares a la gestación de los dioses  y de los poemas". Además de Teillier, otro autor latinoamericano declaradamente admirado por Brandolini es el peruano Antonio Cisneros. Las afinidades transatlánticas –estéticas y espirituales– son numerosas. Recordemos que Brandolini es traductor y editor en Italia de una notable cantidad de poetas latinoamericanos contemporáneos.

Como en algunos relatos fantásticos de Julio Cortázar o en los renovados bestiarios con animales humanos de Juan José Arreola, en estos versos muchas veces la comunión del hombre con la naturaleza conduce a la transformación en otro. Este pasaje se verifica, por ejemplo, en el cambio del punto de vista dentro de un mismo poema, sin necesidad de introducir diálogos ni de apelar al discurso marcado, y a veces sin puntuación. Marco Testi, en el prólogo a su antología Il futuro è un campo incolto, señala este rasgo: la mirada aparentemente impasible es, en realidad, un espejo interior, no objetivo, y la supresión de la puntuación refleja un cursus en el que se entrelazan los eventos y las contradicciones de la mirada contemporánea.

Añado que este procedimiento es, también, un modo de señalar la fusión hombre/naturaleza sin interrupciones. En el poema "Nada es tuyo" se habla de un ser rabioso, que husmea raíces de sombra, que a veces parece hombre pero que al final se descubre roedor. También en El terreno baldío asistimos a la fusión del hombre con el campo: "No podía callarme/ y ahora escucho las hojas, fue acertado no irme/ tengo tierras baldías que explorar, amapolas que estallan/ en la ruta. El pasado es un lugar con árboles/ ahorcados, de un viento sin caminos. […] Aquello que hice no lo he vuelto a hallar y el sol/ se ubica atrás. En el campo he entendido varias cosas/ ¿o es la hierba agreste quien me entendió a mí?". También Francesco Tarquini, en la reseña del libro Nello sguardo del lupo, identifica los roles intercambiables del hombre con el lobo: el poeta se encuentra en la mirada del lobo porque es objeto de su mirada pero, al mismo tiempo, puede verse a través de esa mirada. Es la operación de convertirse en otro para percibirse por completo, y aquí Tarquini cita a Novalis: cada descenso a uno mismo es al mismo tiempo la aceptación de la realidad externa. Los versos de Brandolini "Ahora la huella es la del lobo/ mientras duerme voy lento detrás suyo" no aluden a un desplazamiento solamente físico.

Además del canto a la tierra, no falta aquí la celebración del agua. Con acierto advierte Oscar Palamenga, en una nota crítica a Il fiume nel mare, la sensación de suspensión espacial y temporal a la que lo arroja la lectura de los poemas de Brandolini. El elemento acuático materializado en el río representa la lucha por la supervivencia en la vida cotidiana, acerca las temáticas brandolineanas a las pasolinianas, mientras que el mar, según la lectura de Palamenga, representaría la inmersión en la placenta cósmica.

La conquista de la libertad

La conquista de la libertad

Los poemas por mí traducidos para esta edición fueron seleccionados de los libros Il volto e il viaggio [El rostro y el viaje] (2017), que cuenta con ilustraciones de Stefano Cardinali y cuyos poemas no habían sido publicados hasta ahora en castellano, en edición en papel; Poesie della terra [Poemas de la tierra] (2004); Il male inconsapevole [El mal involuntario] (2005); Tevere in fiamme [Tíber en llamas] (2008, Premio Sandro Penna), Il fiume nel mare [El río en el mar] (2010, Finalista Premio Camaiore), estos últimos cuatro recogidos en su antología Il futuro è un campo incolto [El futuro es un terreno baldío] (1992-2014) junto con otros poemas más tempranos de Alessio Brandolini. Todos ellos revelan un acercamiento siempre compasivo a la naturaleza y a sus criaturas, una comunicación cercana que se materializa en imágenes de alta factura, a veces de signo franciscano: hay planetas y lobos que corren en las palmas de las manos, un diálogo del poeta con las nubes, un perro de cuclillas en el polvo que es un perro hermano, un testamento sordomudo incrustado en la cúpula del cielo, un hombre que nada entre delfines y cangrejos y que dialoga con moscas, abejas y mosquitos para "proyectarse/ dentro de uno mismo". Es decir, para acceder a ese significativo camino de ida y vuelta, de andata e ritorno, desde la realidad circundante hacia el mundo interior, como vía privilegiada para el autoconocimiento. _____

Marisa Martínez Pérsico es escritora y docente universitaria. Su último libro es Las manos en la madre (RIL Editores, 2018).

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