Club de lectura

Un padre en el cielo y otro en la tierra

El escritor Galder Reguera.

Begoña Curiel (El libro durmiente)

Los clubes de lectura forman un tejido muy importante en la vida cultural. Les dejamos esta sala para que comenten sus lecturas y nos ayuden a componer nuestra biblioteca. Si formas parte de un club de lectura, puedes escribirnos a contacta@infolibre.es para contarnos vuestra historia y hacernos llegar vuestras recomendaciones.contacta@infolibre.es

_______________

El libro durmiente comenzó su andadura como club de lectura en junio de 2003. Su nombre hace referencia a la necesidad de rescatar los valores y principios que duermen en el seno de los libros. El libro durmiente se define como una entidad creada sin fin de lucro. Nuestra acción adquiere la condición de voluntariado cultural. Desde el año 2012, correspondiendo con el período lectivo, impartimos los talleres de escritura creativa en dos niveles: básico y avanzado. Finalmente, la invitación a los autores para presentar sus obras o impartir clases magistrales sobre las técnicas de escritura ha dado lugar a la creación de un foro literario donde confluyen los lectores, libros y escritores, compartiendo ideas e inquietudes en pro de la cultura.

Libro de familia

Galder Reguera

Seix Barral

Barcelona

2020

Es un libro tremendamente especial. Galder Reguera tiene dos padres: el del cielo y el de la tierra. El biológico, Luis, nunca llegó a la cena de Nochevieja donde le esperaban para cambiar de año. Sufrió un accidente mortal el mismo día que su mujer le comunicó que estaba embarazada. De Galder Reguera. La sinopsis entra a saco. Este libro me dijo: "léeme ya". Prometía y ha cumplido.

El autor ha escrito una obra de difícil definición, ahora que las etiquetas parecen absolutamente imprescindibles. Pues no. Libro de familia podría catalogarse como extenso reportaje literario, una intensa terapia narrativa o una investigación profunda y personal..., y en cualquiera de esas acepciones están incluidas como titulares la verdad, el amor y la familia. Y en ella, por supuestísimo, no solo debe estar la parte biológica.

Galder Reguera nunca sintió la ausencia del padre porque en realidad lo tuvo en Javi, el hombre con el que su madre compartió gran parte de su vida. Nunca fue su padrastro, sino su padre. No hay más que añadir.

Pero no fue la ausencia ni el dolor, sino la paternidad del autor, la que removió la auténtica necesidad de escribir su libro de familia. A mitad de camino valoró la posibilidad de abandonar la aventura por el daño que pudiera causar removiendo lo que parecía asentado y olvidado.

Como autor, era muy consciente (cómo no) del enorme potencial de su propia historia, pero las letras de Galder Reguera están escritas por la persona: el niño y adolescente que fue y el hombre que es hoy. Y pese a la montaña rusa emocional que supuso este trabajo, Libro de familia siguió adelante. Afortunadamente para mí como lectora, pero también como persona. Qué hijo tan bonito le ha salido... Estoy realmente impresionada.

 La realidad de una historia infunde una mayor fuerza a la misma. Este hecho ya es de por sí un punto a favor en mis  lecturas. Luego hay que defenderla, claro. No vale solo con lo primero, y Galder Reguera ha construido un relato excepcional. En la búsqueda de respuestas (y no las encuentra todas) describe el rastreo y los sentimientos que este causa. Fotografías, entrevistas, documentos... son pistas y material necesario para el objetivo final, pero en realidad me quedo con lo que me ha transmitido en el camino que ha recorrido. 

 Y en la larga vereda surge el interrogatorio: ¿es casualidad que a Gelder Reguera le gusten tanto las motos como al padre fallecido? ¿Que compartan gustos musicales? ¿Que la carencia absoluta de noticias de la familia del padre no tuviera causas concretas? ¿En qué proporción nacen o se hacen a sí mismas las familias? ¿Determina la actitud o personalidad de uno o varios de sus miembros la deriva de cada familia? ¿Es lógico no haber llorado o echar de menos al padre "en el cielo"? ¿Debe sentirse mal porque a pesar del fallecimiento pudo conocer al que en realidad ha sido y es su padre de verdad?

Las preguntas podrían componer muchos más párrafos y las respuestas las encontrarán –o no– en estas páginas donde no existe lo impostado. Son sinceras como los motivos que conducen al autor a su particular búsqueda. Resulta digna de aplauso la apertura en canal del escritor, un auténtico harakiri donde el dolor es inevitable. Cuánto he despreciado la ausencia de quienes no estuvieron con él y los suyos. Qué tristeza tan inmensa y, sin embargo, qué ejercicio tan positivo el del escritor al asumir la propia realidad, después de investigar para saber y después emprender la dura tarea de limpiar y borrar.

Las sobrantes

Las sobrantes

Y como todo es sincero en Libro de familia, impresiona por encima de todo y de todos su madre. Carmen. Enorme mujer. Valiente, inasequible al desaliento aunque forme parte de su vida. Los calificativos se quedan escasos para mostrar mi admiración a esta madre y mujer que ha permitido a su hijo publicar esta catarsis personal, superando la suya propia. Si como decía la realidad en una novela es para mí un grado, una historia de impacto aumenta de tamaño con una como la suya.

En esta lectura el contenido lo es todo. Pero es cierto que Galder Reguera también lo pone fácil. Porque no acude a los adornos, al revestimiento de las palabras, escribe con sencillez, sin detenerse en el drama porque él no llora su historia. La cuenta sin artificios. Y sin embargo, torpedea el alma. Te arrastra con él, sus miedos, penas y alegría. Sin regodearse en excesos narrativos que hubieran restado la honestidad que impera en su libro familiar.

Me encantan las historias que sorprenden. Con las que te preguntas: ¿qué tiene este libro que resulta tan especial? Y aunque no logres concretar bien todos los porqués, da igual. Lo importante, para mí, es la sensación del descubrimiento. De haber tenido en tus manos algo distinto. Gracias, Galder Reguera, por entregarnos tu alma.

Más sobre este tema
stats