La plantilla de Unidad Editorial volverá a votar los recortes salariales que rechazó hace una semana

Los trabajadores de Unidad Editorial volverán a votar el próximo viernes el preacuerdo sobre recortes salariales que rechazaron el pasado miércoles en asamblea. La plantilla ha apoyado este miércoles aceptar la oferta “definitiva” lanzada la víspera por la empresa, que sólo 24 horas antes llegó a anunciar hasta 400 despidos. El malestar había cundido en la dirección del grupo después de que los trabajadores desecharan, por sólo 45 votos, el preacuerdo alcanzado con los comités de empresa el pasado verano.

La primera reacción de Unidad Editorial fue apremiar con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a entre 300 y 400 trabajadores, indemnizados a razón de 20 días por año trabajado, así como con bajadas de sueldo individuales a quienes cobren sueldos “por encima de los mínimos establecidos en las tablas salariales de los convenios”. Y ello después de someter el descuelgue de éstos a la Comisión Nacional Consultiva de Convenios Colectivos, una instancia tripartita donde la Administración y la CEOE suelen votar a favor de las inaplicaciones y sólo UGT y CCOO las rechazan.

Todas estas medidas de fuerza se anunciaron al mismo tiempo que la empresa revelaba que la matriz italiana, RCS Mediagroup, había liberado 400 millones para una ampliación de capital. Dicha cantidad es considerada vital por la dirección: sin ella, han repetido ante los comités, Unidad Editorial estaba abocada al concurso de acreedores. Para conseguir que RCS desembolsara esa cantidad, la condición imprescindible era ahorrar 13 millones de euros en costes salariales.

Sólo tres meses más

Sin embargo, y aun logrado el desbloqueo, la empresa aseguraba que sus problemas de “tesorería” exigían “nuevos esfuerzos” para superar el “importante desfase entre ingresos y gastos” que sufre. De ahí el ERE y las bajadas de salarios. Ayer, no obstante, la dirección ofreció a los trabajadores volver a someter a referéndum el preacuerdo que ya habían rechazado. También proponía extender del 31 de diciembre de 2013 –como figuraba en el citado preacuerdo– al 31 de marzo de 2014 la garantía de que no habrá despidos. Tres meses durante los cuales la dirección quiere negociar un nuevo convenio “que ajuste las condiciones laborales a la realidad del mercado”. Es decir, con rebajas salariales adicionales.

Todos los comités de empresa menos dos – Ediservicios y Radio Marca– apoyaban también que se repitiera la consulta, una opción que, según las fuentes consultadas, han terminado apoyando los trabajadores ante el endurecimiento de las medidas con que ha amenazado la empresa y tras unos días de mucha tensión. En las asambleas celebradas el miércoles, la plantilla ha refrendado a sus representantes sindicales, cuya dimisión estaba en el alero. Por la mañana votaron los trabajadores de El Mundo, Ediservicios y el corporativo, y por la tarde los de Marca, Expansión y las revistas. El grueso de los noes en la primera consulta procedieron del corporativo y de El Mundo. 

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El preacuerdo incluía recortes del 3% al 7,5% para quienes cobran entre 18.000 y 70.000 euros, y superiores para quienes sobrepasan esas cantidades. No se tocaban los sueldos por debajo de 18.000 euros anuales. También se abría un plan de bajas voluntarias, con una indemnización de 35 días por año trabajado y un pago adicional de 5.000 a 7.500 euros según la antigüedad. Y se incentivaban los permisos de dos a 12 meses con el 20% del salario y reserva del puesto de trabajo. Además, se garantizaba que, en el caso de cerrarse cabeceras en los próximos meses, sus trabajadores serían recolocados. Con el rechazo al plan, esa cautela desaparecía. En el punto de mira están algunas de las principales revistas del grupo: Magazine, Metrópoli, Arte y La Aventura de la Historia.

Unidad Editorial ya ha ejecutado tres ERE desde 2009, que han supuesto el despido de casi 700 personas. La plantilla actual ronda los 1.600 trabajadores.

La editora de El Mundo, Marca, Expansión o Telva, entre otras publicaciones, registró 107,1 millones de euros de pérdidas en el primer trimestre, lo que multiplica por cuatro las sufridas en el mismo periodo de 2012.